Todas las chicas disfrutando de sus vacaciones, menos Rose y Bibianne. La primera de ellas está muy centrada en darles los platos a sus clientes. Ella está muy animada porque está muy enamorada de Smoker. Ese vampiro provoca en la chica un leve cosquilleo en el estómago, como si hubieran mariposas revoloteando ahí. Nadie puede quitarle esa sonrisa de oreja a oreja. Está espléndida, incluso los hombres lo notan mucho. Algunos intentaron coquetearla, pero Rose ya tiene ojos para un hombre. Y si estuviera aquí ya estaría echando miradas asesinas. Ojalá pudiera ponerse un traje atrevido para Smoker, pero Rose tímida en todos los sentidos.
El día está siendo muy tranquilo en su trabajo. Ningún cliente se ha quejado y no hubo peleas. Lo agradece en todos los sentidos la peli-cobrizo. Ahora se dedica a contar el dinero de la caja porque hay una norma en su trabajo: las camareras cada cierta hora deben inspeccionar los tickets para que no falte nada. Hubo una época en que hubo una ladrona de dinero, pero eso ya se solucionó. De repente, el ambiente se ha vuelto turbio. Ni un sonido de tenedores rayarse en los platos o vasos posarse en la mesa, incluso la gente charlar. Eso es una situación incómoda para la chica. Presiente algo turbio detrás suya. Desconoce si es reconocible para todos sus sentidos. No es Smoker en absoluto.
Decide girar lentamente su cabeza para ver quién está detrás suya y provoca esa sensación tan desagradable. Pero se relaja al momento, aunque sus mejillas comienzan a arder. Es un hombre un poco más alto que Smoker. Tez morena, ojos negros, rostro adormilado, sonrisa tierna, pelo rubio con forma de piña, corpulento y tiene un tatuaje en el pecho visible detrás de la camisa lisa blanca. No niega que es atractivo, pero su sonrisa te pone un poco nerviosa. Ninguna de sus compañeras se ha acercado para tomarle el pedido. Un leve suspiro se escapa de sus labios y se aproxima a él.
—Bienvenido a la cafetería Chateaux —saluda al nuevo cliente. Nunca lo había visto—. ¿Desea algo?
—Un té verde estaría bien, pero estoy un poco indeciso con la comida. ¿Qué me recomiendas? —pregunta. Su tono de voz es tan dulce y agradable que hipnotiza a cualquier mujer a su paso. El rostro de Rose se torna más rojo que nunca.
—Le puedo recomendar la tarta de queso —tartamudea. Se está poniendo nerviosa.
—Apruebo su recomendación, señorita… Rose —dijo su nombre fijándose en la placa de identificación.
La chica se gira para preparar la comanda, mientras intenta relajar todos los sentidos. Nunca le había pasado, menos con Smoker. ¿Será un vampiro? Sus ojos verdes esmeraldas visualizan un poco los dedos del desconocido y no ha visto un anillo. Se relaja por completo, pero no del todo. Tiene que estar muy alerta. Va a la barra donde está su cliente ya entregándole el postre y le va llenando la taza de té. Él está muy atento a sus movimientos. Cada vez se pone más nerviosa.
—Aquí tiene, señor…
—Marco —dice su nombre.
«Marco Polo», vaya, no evita en pensar el nombre ese que casi se le escapa una pequeña risa. Maldita Yumel y sus comentarios graciosos con ese juego. Rose sigue con su labor de atender a los demás clientes; no obstante, la mirada del pelirrubio en ella cada vez la pone más nerviosa. Es inquietante. ¿Qué querrá ese hombre? La peli-cobrizo no está muy segura realmente. Prefiere ignorar y centrarse en el trabajo antes que estar preocupada por el nuevo cliente. Media hora más tarde, se aproxima al muchacho al ver que había terminado su merienda.
—¿Algo más? —pregunta.
—No, eso es todo —responde.
—Bien, le traeré la cuenta. —Está a punto de irse a la caja, pero nota una mano sujetar su muñeca. Es él quien la impide marcharse.
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Seducción vampírica (One Piece x OC)
FanficNadie puede escapar ante las garras de los vampiros. Criaturas con un gran poder y casi inmortales. Enemigos del hombre por naturaleza. No se sacian con beber sangre de una persona sino de muchas víctimas. Sin embargo, hay una adicción que no pueden...