Capítulo 8. Cita y transición

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—¿Qué te vas a dónde?

—Te lo he repetido: a una conferencia.

Bibianne estaba discutiendo con Len porque la chica sospecha de que algo ocurrirá con Sir Crocodile y ella.

—Estaré este fin de semana fuera. Él me necesita y yo estoy dispuesta a ayudarle.

—¿A ayudarle con sus problemas de erección matutina? —pregunta Golzy metiéndose en la conversación mientras ve a Bibianne llevando la maleta.

—¡Eso no!

—Tú últimamente estás con un buen humor —interrumpe Yumel saltando hacia el sofá.

—Oh, es que me encontré al chico de la fiesta y… ¡Por los cuernos de Satanás, folla muy bien! —Ya le gustaría ella comentar que encontró un gran vampiro.

—Tú y tú ninfomanismo.

—¿Esa palabra existe?

—¡Me da igual! —Len toma los hombros a la chica de cabellos turquesas—. Promete que no pasará nada entre ustedes dos. Es tu jefe y no me gustaría que en las noticias publicasen que Sir Crocodile se acuesta con una de sus empleadas.

—No pasará nada. Ahora tengo que irme.

La limusina y Crocodile la están esperando fuera, impaciente de llegar a la casa y de disfrutar un buen fin de semana con la chica. Una sonrisa surca en sus labios cuando la ve salir con una gran maleta, seguida de sus amigas. Se despide de ella para dirigirse al vehículo donde el hombre sale tras la puerta; toma su mano sin ningún problema y lo besa con gentileza sorprendiéndola a ella y a sus amigas. Hace que entre al coche y se retiran de la casa.

—Bueno vamos a la universidad que llegamos tarde.

—Yo no quiero ir —comunica Tais. Realmente tiene que ir; pero la presencia de Spandam la pone nerviosa.

—No me digas que ya alguien te molestó. —Len posa las manos en las caderas mostrándose molesta.
—No es eso, es solo que no tengo ganas.

Amélie no hacía caso a lo que estaba sucediendo en el entorno, solo deseaba llegar a la universidad para poder demostrar su teoría cuántica de los agujeros negros que está estudiando. Su mirada se centra en la ventana asimilando su gran idea en demostrar que ella es más inteligente que cualquier ser humano; pero, en el fondo, es una persona que solo quiere recibir cariño y no hacer daño a nadie. Los sonidos de Mr. Pickles la alertan a lo que acaricia la cabeza del felino, maravillada por los ronroneos que hace. La relajan demasiado; le gusta el sonido que hacen los animales. Ve como Rose mete en su mochila una caja que contiene un sándwich integral con lechuga y tomate; no son suficientes vitaminas, pensaba ella.

Las chicas deciden ir a la universidad cuanto antes sin Bibianne. Se les hace extraño de no ir acompañadas con ella; pero esperan a que no le vaya a pasar nada estando con Sir Crocodile. Temen que aquel rico y afamado se aproveche de ella. ¿Y a quién no? Sin embargo, los pensamientos de Len se difuminan cuando recordó que esta tarde quedó con Katakuri. Esa voz varonil se le pone los pelos de punta. Solo desea que no pase nada entre él y ella.

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—¿Una cita con la chica de ojos avellanas?

—Sí —responde a su hermano Cracker sin tapujos.

—Entonces te la follarás y la matarás.

—O me la follo y la marco como mía. —Sonríe cínico, no visible a ojos de nadie, ante esa idea—. Por cierto, ¿qué hay de la tuya?

—Ignora mis mensajes; típica de una persona con tal grado de discapacidad. —Cracker se sienta en el sillón con la mirada fijada en el techo; un suspiro sale de sus labios pensando en una idea—. Es una presa muy difícil, algo que me gusta.

Seducción vampírica (One Piece x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora