Capítulo 26

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PDV LOUIS.

Me encontraba en casa de Mark, ya que después de ir a ver a Harry no se me ocurría ningún sitio mejor donde acudir que a casa de mi mejor amigo.
- Por favor, deja de llorar- me ruega Mark abrazándome.
- Todavía no puedo creer que Harry me haya hecho eso- susurro.
- ¿De verdad te sorprende? Louis, siento decirte esto, y posiblemente te moleste, pero ese chico siempre ha sido un ligón, y dudo mucho que te quiera tanto como para haber cambiado de la noche a la mañana. A los hechos me remito.
- Tienes razón- admito- pero estábamos tan bien.
- Es lo mejor- comenta, a lo que le miro frunciendo el ceño- Louis, te mereces un chico mejor, un chico que te valore y solo tenga ojos para ti- dice acariciando mi mejilla- y sabes que podrías tenerlo- susurra muy cerca de mis labios, acercándose más.
- ¿Qué narices haces?- exclamo enfadado, apartándome.
Me levanto y recojo mi chaqueta, encaminándome hacia la puerta, pero su brazo me detiene.
- ¿Qué he hecho mal?
- He venido aquí a desahogarme contigo porque eres mi mejor amigo, porque suponía que tendrías las palabras adecuadas para tranquilizarme. No para lanzarte a mí a la mínima que estoy débil- le digo con rabia- no me esperaba esto de ti.
- Louis por favor espera-
- No Mark. No.
Y dicho eso me marcho de su casa, peor de lo que había venido, si eso era posible.

***

Según salgo de casa de Mark me encamino hacia la casa de Harry, necesitaba romper todo tipo de contacto con él, y qué mejor que empezar por el dichoso contrato, ese que igualmente iba a eliminar para poder estar con el ojiverde de verdad. Menudo ingenuo.
Llamo a la puerta, con la esperanza de que Harry no se encontrase en la casa, y así pudiese hablar con su padre rápido y sin tonterías.
Necesitaba terminar con todo esto.
- Buenas tardes- dice la chica que hace la casa, sonriente.
- ¿Está el señor Styles?- pregunto algo nervioso.
Asiente, haciéndose a un lado y dejándome pasar, cerrando la puerta.
Me encamino hacia el salón, divisando a éste leyendo unos papeles.
- Louis- saluda incorporándose.
- Buenas tardes- digo serio.
- Y bueno, ¿qué era eso de lo que querías hablarme?- dice sonriendo, amable como siempre.
- Yo...- en realidad no sabía cómo empezar.
- ¿Ocurre algo?- pregunta frunciendo el ceño.
- Verá yo... quería romper el contrato- suelto.
Patrick me mira extrañado, sin comprender.
- ¿Ha pasado algo con Harry?- dice cruzándose de brazos.
- No quiero seguir con esto. No puedo- susurro.
- Pero, se os veía muy bien. Quiero decir, se os veía mejor que hace unos meses. Pensaba que por fin os entendíais.
- Estábamos bien- recalco- pero su hijo ha arruinado todo- escupo algo alterado, arrepintiéndome del tono de mis palabras, ya que él no tenía la culpa.
- Louis- comenta acercándose- si quieres puedo hablar con él y-
- No- le corto- no quiero saber nada de él. Me ha hecho mucho daño.
- Cuéntame qué ha pasado, Louis- me ruega, llevando su mano a mi hombro, tranquilizándome.
- No puedo- susurro, notando cómo se me humedecían los ojos- busque la noticia, de seguro que está en todos los portales de Internet.
Su padre suspira, y las aletas de su nariz de hinchan. Estaba enfadado.
- Lo siento, de verdad- digo encaminándome hacia la puerta.
- ¿Le quieres?- comenta a mis espaldas.
Me giro, encontrándome con su mirada.
- Sí, por eso no puedo seguir- finalizo, sonriéndole levemente, marchándome.

PDV HARRY.

Después de la visita a casa de Louis, decido encaminarme a mi casa, ya que aquí poco podía hacer.
Estaba confundido, dolido, y decepcionado conmigo mismo.
Louis era una de las personas de las que me enorgullezco de tener en mi vida, y por mi culpa lo había arruinado todo.
Tenía que haberle dicho lo mucho que le necesito en mi vida. Que gracias a él volvía a disfrutar de todo, que estaba enamorado de él.
Pero no dije nada, solo me comporté como un auténtico idiota, que es lo que soy.
Introduzco la llave en la cerradura, abriendo la puerta.
- A ti quería verte- dice la voz de mi padre al otro lado del salón.
Ruedo los ojos, cerrando y encaminándome hacia él.
- No estoy para sermones- digo sin ni siquiera mirarle, dejando las llaves en la mesilla de la entrada.
- Louis ha estado aquí.
Levanto la cabeza de golpe, encontrándome con ira en su mirada.
- ¿Qué quería?- susurro.
- Romper el contrato- dice cruzándose de brazos- ¿Cómo se te ocurre besarte con otro?- dice alzando la voz- creía que estabas bien con él. Hasta pensé en anular yo mismo el contrato porque daba por hecho que realmente empezábais a entenderos, incluso a gustaros, pero no- dice gesticulando- sigues siendo el mismo niñato de siempre.
- No sabes nada de nuestra relación- murmuro apretando los dientes.
- Lo único que sé es que le has engañado y dejado en ridículo delante de todo el mundo- escupe- estaba destrozado.
Respiro agitadamente, apretando los puños.
- No quería hacerlo, ni siquiera me acuerdo de lo que pasó, estaba borracho.
- Oh, cómo no- carcajea- hacía mucho que no te pasaba, ya estabas tardando- dice llevando sus dedos al puente de su nariz- no sé cómo no se te cae la cara de vergüenza y-
- ¡Cállate!- exclamo- ¡Deja de hablar de mi vida como si te perteneciese! No sabes nada de lo que siento- digo dando un paso hacia él- deja de querer controlar mi vida, porque es mía, y si cometo errores son decisión mía, de nadie más- digo subiendo a mi habitación, dejando a mi padre con la palabra en la boca.
- ¡Joder!- grito, pateando la silla del escritorio, sentándome en la cama y posando mis manos en mi cara, intentando calmarme.
Noto cómo mis ojos se humedecen, y quito rápido la lágrima que empieza a deslizar por mi mejilla, suspirando.
Unos pequeños golpes interrumpen mis pensamientos, saliendo del trance.
- Harry, cariño, ¿puedo pasar?
Mi madre.
Me levanto y abro la puerta, volviendo a la cama.
- ¿Qué ha pasado? Tu padre no ha querido contarme nada- dice sentándose a mi lado.
- He vuelto a arruinar todo- susurro.
- ¿Louis?
Asiento, cerrando los ojos.
- Lo que tenía con Louis era algo que hacía mucho que no tenía.
Era bonito, y real. Y lo he arruinado- sollozo por primera vez delante de mi madre, la cual pasa sus brazos por mi cuerpo, atrayéndome hacia ella.
- Mi amor, no llores- susurra, dejando un beso en mi sien- ¿has hablado con él?
- Sí, he sido un completo idiota, como siempre.
Mi madre ríe levemente, acunándome entre sus brazos.
- Vuelve a hablar con él. Sé sincero, dile todo lo que sientes, y de seguro te perdona.
Me reincorporo, encontrándome con su mirada cálida.
- Te quiero mamá- susurro abrazándola.
- Yo también, cariño- responde besando mi mejilla.

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