Habit

Capítulo 18

PDV HARRY.

Después de mi conversación con Louis tuve que soportar las constantes burlas de mi querido amigo con respecto al ojiazul.
Ahora me encontraba en el restaurante, tomando una copa de vino mientras esperaba al castaño.
Como siempre cuando me ponía nervioso, había llegado más pronto de lo debido, lo cual no ayudaba a apaciguar mi estado de ánimo.
- ¿Le traigo la carta, señor?- pregunta la chica.
- Sí por favor, traiga dos- le respondo sonriéndole.
Me froto las manos, dirigiendo mi vista hacia la ventana.
El timbre de la puerta suena, haciendo que dirigiese mi mirada hacia ella.
Y ahí estaba Louis, con unos vaqueros negros, una camiseta de rayas blanca y negra y una sudadera roja. Estaba guapísimo.
Levanto la mano para que me vea, ya que se encontraba buscándome entre la multitud.
Me divisa, acercándose a paso calmado y quitándose la chaqueta, dejándola en el respaldo de la silla y sentándose frente a mí.
- Hola- saluda.
- Hey.
La chica de antes trae dos menús, dejándolos sobre la mesa.
- ¿Qué quieres beber?- le pregunto.
- Agua.
Asiento, observando cómo la chica lo anota.
- Otra copa de vino.
- Ahora se lo traigo- responde alejándose.
- ¿Llevas mucho rato esperando?- pregunta mientras observa el menú.
- No mucho.
Asiente, siguiendo a lo suyo.
- Louis. Por favor, mírame- susurro.
Éste baja la carta de su campo de visión, mirándome inexpresivo.
- Perdóname. No debería de haber sido así ayer. No tenía que haberme metido.
- En eso estamos de acuerdo- responde cruzándose de brazos.
- Solo… lo hice sin pensar. No me gustaba cómo te estaba hablando y tan solo lo hice. Perdóname- suplico, mordiendo mi labio interiormente.
El ojiazul suspira, mirando hacia la mesa.
- No vuelvas a hacerlo, Harry- me advierte con el dedo índice, a lo que sonrío- en serio.
- Te lo prometo- digo alzando mi mano derecha.
Louis sonríe, negando con la cabeza.
- ¿Ya saben qué van a tomar?
- Yo quiero una pizza cuatro estaciones- dice Louis, a lo que la chica asiente, apuntándolo.
- Una lasaña de verduras- digo cerrando la carta.
- Muy bien, en unos veinte minutos lo tendrán- responde sonriente, llevándose los menús.
- O sea que querías que te trajese a un italiano para pedirte una simple pizza- comento carcajeando.
- Perdona que te diga, pero las pizzas de los italianos no tienen nada que ver con las de las pizzerías de los alrededores- dice orgulloso.
Carcajeo, dando un sorbo de mi vino, mirándole.
- Estás precioso, Louis- comento, a lo que éste abre los ojos, sin esperarse eso.
- Déjame decirte que tú no luces muy bien con ese pelo- dice frunciendo el ceño- córtatelo.
- ¿Te estás metiendo con mi melena? Ya quisieras tú tener este pelazo.
- Un poco más y serás tarzán- dice riendo.
- No pienso cortármelo. Me gusta largo- digo guiñándole un ojo.
- Harry, en serio, córtatelo- dice serio.
- Louis, en serio, no- respondo de la misma forma, haciendo que éste rodase los ojos- además, cuando tengamos sexo podrás tirarme de él mientras te corres.
- ¡Harry!- exclama en un susurro, sonrojado y mirando a las mesas de al lado, observando si alguien había podido escucharme.
Río, observando todavía sus mejillas sonrojadas.
- No tiene gracia.
- Oh créeme, sí la tiene.

***

El resto de la comida la pasamos entre risas y anécdotas absurdas, la mayoría de Louis.
Me encanta pasar tiempo con él. Me hace sentir de una manera que creía que no podía sentirme nunca.
Puedo hablar de cualquier cosa con él, porque le cuente lo que le cuente, siempre me escucha. Y eso me gusta.
- Entonces, ¿hacemos algo esta tarde?
- Tengo unos asuntos que hacer- responde mientras se pone la chaqueta.
- ¿Hablamos?
Asiente, acercándose a mí y dejando un tierno beso en mis labios.
Pero quiero más.
Paso mis manos por su cintura y le apego a mí, mordiendo su labio inferior e introduciendo mi lengua en su boca, soltándole un leve jadeo.
El ojiazul lleva sus manos hacia mi pelo, enredando sus dedos en él.
Y sonrío.
- Con que no te gusta mi pelo eh- susurro en sus labios.
- Cállate- gruñe, volviendo a juntar nuestras bocas.
Nos tiramos así unos cuantos segundos, hasta que el oxígeno pide permiso para entrar en nuestros cuerpos, separándonos.
- Te llamo- susurra.
Asiento, dejando un último beso en sus labios y separándome por completo de él.
- Ten cuidado por el camino- le advierto, a lo que este asiente sonriendo, dándose la vuelta y emprendiendo su viaje.

PDV LOUIS.

Para qué mentir, estaba realmente feliz de haber solucionado el malentendido con Harry.
Sé que para él todo esto es nuevo, y teniendo a Mark rondando no sería algo fácil para Harry, pero tendría que hacer el esfuerzo, ya que Mark era una persona fundamental en mi vida.
Y hablando de mi mejor amigo, había hablado con él de vernos hoy. No podía estar así con Mark, y necesitaba hablar bien las cosas antes de que todo fuese a peor.
En cuanto entro en casa me dirijo a mi habitación a cambiarme y ponerme algo más cómodo, ya que no tenía previsto salir más de casa y sería Mark el que viniese aquí.
Unos minutos más tarde el timbre suena y me encamino a abrir.
- Hey- saludo a mi mejor amigo, haciéndome a un lado para que entrase.
- ¿Qué tal?- pregunta dejando su chaqueta en el sofá, sentándose.
- He estado mejor en otras ocasiones- admito, sentándome a su lado.
- Bueno, tú dirás- comenta serio.
- Quería pedirte disculpas- comienzo- desde que empezó todo este asunto de Harry he estado un poco ausente de ti. Apenas nos vemos y ya casi no hablamos, y es por mi culpa- susurro con la voz entrecortada.
Mi amigo suspira, acercándose un poco más a mí.
- Louis, soy tu amigo, para lo bueno y para lo malo. Admito que toda esa mierda con el pijo ese no me gusta, y también sé que tengo que respetar tus decisiones. Pero comprende que me duele- dice bajando la mirada- me duele ver lo rápido que te has entregado a él, y yo, que llevo contigo tanto tiempo, me das largas a la mínima que damos un paso más en nuestros sentimientos.
- Siento cosas muy fuertes por él, Mark, no voy a engañarte- respondo, a lo que Mark levanta la mirada- pero no quiero que eso nos separe. Eres una de las personas más importantes en mi vida, y me niego a perderte por esto.
Noto cómo los ojos de mi amigo se humedecen, haciendo que mi corazón se partiese.
- ¿Qué ha hecho él que no hice yo para ganarse tu corazón?- pregunta con un hilo de voz.
Pongo mi mano encima de la suya, apretándola.
- Simplemente ha pasado Mark. Y seguramente si no hubiese aparecido Harry en mi vida hubiese habido algo más entre nosotros.
- Por favor, no me digas eso- ruega.
Muerdo mi labio, sin poder aguantar las ganas de darle un abrazo.
- Perdóname, Mark- susurro en su oído, abrazándole más fuerte- perdóname por estar haciéndote daño.
- No tengo que perdonarte nada- dice separándose- no es culpa tuya, Louis. No olvides que hagas lo que hagas siempre voy a estar contigo.
Sonrío, observando como la expresión de mi amigo cambia a mejor, aliviándome un poco.
- Entonces, ¿todo bien?
- Todo bien- afirma sonriendo- bueno, cuéntame qué tal con Harry.
- No creo que sea lo mejor hablar de eso Mark- digo algo incómodo.
- No pasa nada, Louis. De todos modos, tendré que superarte en algún momento- bromea, haciendo que sonriese.
- La verdad que de momento todo está bien. Nos estamos conociendo.
- Eso está bien- sonríe cálidamente, guiñándome un ojo- aun así, si no funciona, llámame- dice subiendo las cejas, a lo que yo carcajeo.
- Con lo guapo y simpático que eres, en cuanto te lo propongas conseguirás un novio increíble, Mark- comento cogiendo su mano.
- Eso estaría bien. Puede que me ponga a ello.
Río, conversando de otras cosas con mi amigo, del viaje a España y de su escapada a casa de su abuela.
Me alegra haber arreglado las cosas con Mark. Es una persona imprescindible en mi vida, y eso no iba a cambiar por muchos ojiverdes que apareciesen en mi vida.