PDV HARRY.
Steph y Eliot siguen durmiendo, así que decido bajar a prepararme algo para desayunar.
No había conseguido pegar ojo, a pesar de que mis amigos se esforzaron en que estuviese bien.
Me encuentro a mi padre leyendo el periódico, tomándose su café.
- Buenos días- digo metiéndome en la cocina.
Mi padre levanta la vista, saludándome con un movimiento de cabeza, volviendo a su lectura.
Me sirvo un poco de zumo y me cojo un par de magdalenas, yendo hacia la mesa.
- ¿Los chicos siguen durmiendo?- comenta de la nada.
- Sí, estuvieron hasta tarde con la consola- respondo mordiendo mi madalena.
Mi padre cierra el periódico, doblándolo y dejándolo en la mesa.
- ¿Cómo estás? Tienes mala cara- dice sorbiendo su café.
Le miro extrañado.
- ¿Te preocupa?
- Claro que me preocupa. Nunca hemos tenido una relación muy abierta, pero eres mi hijo.
- Siempre lo he sido, y vienes a preocuparte a los 23 años- digo bebiendo de mi zumo.
- No quiero discutir- dice terminándose el café, levantándose de la silla- simplemente lo decía porque no tienes buena cara, y a lo mejor querías hablar, pero ya veo que no.
- Cuando necesito hablar acudo a gente que sé que sabrá ayudarme de verdad.
- A esa persona ya la has perdido- finaliza cogiendo su chaqueta, saliendo de casa.
Eso fue un golpe bajo.
- Buenos días- dice una voz a mis espaldas.
- Buenas- respondo.
- Eliot está en la ducha- murmura Steph tirándose en el sofá.
Asiento, terminando mi desayuno, sentándome al lado de él.
- ¿Estás mejor?
- Eso creo- respondo- intento no pensar en ello.
- Mi consejo es que dejes pasar un tiempo, para ver cómo lo llevas, y si sigues queriendo estar con él, ve a buscarle.
- ¿Para qué? ¿Para que su madre vuelva a amenazarme?
- ¿En serio vas a dejar que una señora amargada te achante? Ese no es mi Harry Styles- dice codeando mi hombro.
Río, negando con la cabeza.
- Quiero estar con él ahora- digo suspirando.
- Y sabes que sería el primero que te diría que fueras ahora mismo a buscarle si es lo que quieres, pero también sabes que si lo haces, podría perder tu familia.
- Mierda, lo sé, por eso no lo hago- digo frustrado- no te creas que mi padre se merece que le salve el culo, pero mi madre también sufriría.
- Lo sé, hermano- dice pasando su brazo por mis hombros- solo espera a que todo se calme.
- ¿Y si ya es tarde? ¿Y si me olvida?
- No le conozco mucho, pero lo poco que he podido ver de él, se ve que te quiere mucho, y eso no se supera en unos meses.
Suspiro, lamiendo mis labios.
- Le he hecho mucho daño, Steph.
- Él lo entenderá si se lo cuentas, lo sé- afirma sonriendo.
- Eres el mejor- me sincero, abrazándole.
- Oh créeme, lo sé- responde correspondiendo a mi abrazo, haciéndome reír.
- ¿Qué coño hacéis?- dice una voz a nuestras espaldas.
- No te pongas celoso- dice Steph guiñándole un ojo a Eliot.
Éste levanta una ceja, metiéndose en la cocina.
- Me ha llamado Hannah- comenta Eliot- dice que si vamos a la fiesta nos presenta a algunas amigas suyas.
- Le habrás dicho que vamos, ¿no?- dice Steph levantándose.
- Si vienes tienes que comportarte- responde mi amigo saliendo de la cocina con una bolsa de bollos en las manos- mis amigos son gente con clase.
- Oh cállate, todo el mundo me quiere- responde Steph robándole un croissant.
- Capullo, no te comas mi comida- dice Eliot frunciendo el ceño.
- Técnicamente es mi comida- comento mirándolos.
- Tu comida es mi comida- dice Steph intentando arrebatarle la bolsa a Eliot.
- ¡Deja de tocarme los huevos!- exclama éste como un niño pequeño.
- ¡Oh venga dame algo, joder!
Ruedo los ojos, dejándoles en su pequeño mundo de bollos, subiendo al baño a ducharme.PDV LOUIS.
4 DÍAS DESPUÉS.
Lo rayos del sol hacen que frunza el ceño, tapándome más con el edredón.
No sé qué hora sería, pero no quería salir de la cama en todo el día.
El otro día cuando llegué a casa llorando me recibió mi madre preocupada, preguntándome de dónde venía.
Cuando le conté todo no lo pudo creer, maldiciendo a Harry, haciéndome sentir peor, pero luego me calmó con un chocolate caliente y palabras tranquilizadoras. Era la mejor.
Cuando llegué a calmarme llamé a Becca para contárselo. Se puso histérica, pero comprendió que no estaba de humor para más reproches, ya tuve suficiente con mi madre, y se dedicó a escucharme y animarme un poco.
Busco el móvil a ciegas, desbloqueándolo y mirando la hora.
Las 10:40 de la mañana.
Resoplo, dejando el móvil en la mesilla y destapándome, saliendo de la habitación y yendo al baño, ya que posiblemente me haría pis encima.
Me miro en el espejo.
Ojos hinchados y ojeras adornaban mi cara. Fantástico.
Después de orinar me lavo la cara, encaminándome hacia el salón.
- ¿Hola?- grito para ver si había alguien en casa. Estaba solo.
Me meto en la cocina y me preparo un zumo de naranja junto con un par de croissants y mantequilla.
Mientras voy preparando las cosas enciendo el ordenador. Llevaba unos cuantos días sin ojear el correo, aunque dudo mucho que hubiese algo interesante.
Me siento y bebo un poco del zumo, entrando en el Gmail.
Mensajes de publicidad y de las redes sociales, poca cosa.
Frunzo el ceño al bajar un poco los mensajes, divisando un correo de la universidad.
“Señor Tomlinson, debido a su excelente expediente académico queríamos informarle que ha sido uno de los seleccionados a recibir una beca en la Imperial College para Magisterio y Educación.
El curso comenzará el 6 de septiembre.
Es necesario que se presente al centro para confirmar su asistencia y firmar los papeles necesarios para la beca.
Un cordial saludo.”
Oh dios mío, me habían aceptado.
- ¡Sí sí sí sí!- grito emocionado, incorporándome efusivamente, volcando el zumo en la mesa.
Hacía como un año y medio que mandé esa solicitud. Pensé que jamás lo conseguiría.
Corro a buscar el teléfono, tenía que llamar a mis padres.

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Habit
Hayran KurguHarry es el hijo del presidente, el cual lleva una vida de locura y despreocupaciones. Louis es camarero, ya que su familia no podía permitirse pagarle la carrera universitaria. El padre de Harry no piensa seguir permitiendo que su hijo siga por es...