PDV HARRY.
Mi mejor momento del día era aquel en el que me levantaba por la mañana y no había nadie en casa.
Ese momento en el que desayunas solo, pero a gusto.
Hoy era uno de esos días.
Según termino me dirijo a la ducha, relajándome.
Pasados unos diez minutos me seco, poniéndome unos vaqueros y una camisa, sacudiendo mis rizos, ya que no tenía ganas de secármelos.
Bajo al salón y me tiro en el sofá, encendiendo la tele.
Mi buscada soledad dura poco, ya que el timbre suena.
Resoplo, incorporándome y dirigiéndome a la entrada, abriendo.
- Hola.
Fantástico.
- ¿Qué haces aquí?- pregunto apoyándome en el marco de la puerta.
- ¿Puedo pasar?- pregunta mordiéndose el labio inferior.
- Pasa- respondo tajante, haciéndome a un lado.
Louis entra despacio, quedándose al lado del sofá.
Cierro la puerta y me dirijo hacia él, mirándole.
- Tú dirás.
- Verás yo...- hace una pausa- quería disculparme por lo de la revista.
Frunzo el ceño, cruzándome de brazos.
- ¿Tú? ¿Disculpándote?
- Sí. A diferencia de otras personas yo sé cuándo tengo que pedir una disculpa. Y no se me caen los anillos- escupe- no he hecho nada para tener que esconderme, pero también sé que debo tener más cuidado porque todo se puede malinterpretar. Así que lo siento por eso.
Le observo detalladamente. Sus labios se encuentran realmente secos, sus ojos brillan más de lo normal y su respiración no era coordinada.
Estaba nervioso.
- Está bien- respondo, a lo que Louis lame sus labios.
Deja de hacer eso.
- ¿De verdad? No quiero que lo hagas porque te sientes con la obl-
- Lo hago porque quiero, Louis- le interrumpo- no lo hago por lástima o porque tenga que hacerlo. Lo hago porque te creo.
Muerde su labio inferior, sonriendo tímidamente.
- Me alegra oír eso- susurra.
Doy dos pasos hacia delante, quedando a pocos centímetros de distancia.
- Yo también quería disculparme- añado, haciendo que éste levantase una ceja- por las formas en las que te hablé. Fui un poco capullo.
- Un poco se queda corto- responde, haciendo que soltase una pequeña carcajada.
- Bueno, ¿estamos en paz?
- Hasta la próxima pelea sí- responde encogiéndose de hombros.
- ¿Tengo que recordarte que no somos una pareja de verdad? Eso de discutir no entra en el trato.
- No lo parece- dice sonriendo, haciendo que hiciese lo mismo- bueno, ¿estabas haciendo algo importante?
- Ver la tele- digo mirando hacia ella, viendo a la tía esa del culo grande, ¿Qué narices?
- No sabía que te gustaban las Kardashian- dice carcajeando.
- Yo no veo esa mierda. Ni siquiera sabía que tenía ese canal.
- Claro- carcajea.
Dirijo de nuevo mi mirada hacia él, el cual se encuentra sonriendo, mirando hacia la tele.
Sí, definitivamente era atractivo.
- Bueno- dice llamando mi atención- ¿te apetece que demos una vuelta?- propone.
- Sí claro- respondo sin pensarlo.
- Genial. Pero no por esta zona. Vamos a otro sitio.
- ¿Dónde?- pregunto frunciendo el ceño.
- Voy a llevarte a la zona central donde vivo.
- Oh.
- Vamos en tu coche- dice dirigiéndose hacia la puerta que lleva al garaje, entrando.***
Según bajamos del coche observo a un montón de gente de nuestra edad.
- ¿Por qué hay tantas personas?
- En estas fechas hacen mercadillos benéficos. Hay gente que compra productos artesanos y otros simplemente dan dinero- explica mientras nos acercamos- no verás a gente vestida de marca, pero aun así son personas.
Observo a unos niños detrás de un puesto vendiendo pulseras. En otros, gente más mayor vendiendo bufandas, gorros, dibujos etc...
- ¿Y por qué lo hacen?- pregunto.
- Son gente sin hogar. El ayuntamiento les permite cada tres meses hacerlo para sacarse un dinero y poder tenerlo para comer.
Asiento, acercándome a un puesto donde un chico vendía libros.
- ¿Tienes La danza de la muerte?- le pregunto.
- ¿Stephen King?
Asiento.
El chico busca debajo de la mesa.
Noto la presencia de Louis a mi lado, el cual ojea los libros.
- Aquí tienes- dice entregándomelo.
- ¿Cuánto te debo?
- Cinco libras- susurra.
- Ten- digo entregándole el dinero y dándome la vuelta.
- ¡Espere! Me ha dado 15.
- Lo sé- digo sonriéndole.
- Gracias- añade con una sonrisa en su rostro.PDV LOUIS.
Observo la sonrisa del chico, y no puedo evitar hacer lo mismo.
Había sido un bonito gesto por parte de Harry.
Nos recorremos parte del mercadillo, en el cual el ojiverde y yo compramos varias cosas insignificantes.
Pasar tiempo así con él era realmente agradable. Sin ironías ni malas palabras.
Noto la mano de Harry rozar la mía, produciéndome un ligero escalofrío recorrer mi espalda.
Entrelazo mis dedos con los suyos, evitando sonreír.
- ¿Has visto algún paparazzi?- susurra.
Abro los ojos, tragando saliva.
- N-No- respondo, haciendo que Harry me mirase- como rozaste mi mano pensé que tu querías.
Me siento idiota, un verdadero idiota.
Suelto su mano, muriéndome de la vergüenza.
Noto cómo el ojiverde carcajea, haciendo que frunciese el ceño.
- ¿Se puede saber qué te hace gracia?- pregunto parándome y mirándole fijamente.
- Querías cogerme la mano- dice sonriendo.
- No- respondo cruzándome de brazos- tan solo pensaba que tú querías.
- O sea que si yo hubiese querido lo habrías aceptado con gusto- comenta elevando una ceja.
- No es como si significase algo. Tan solo se siente cuando te gusta esa persona.
- ¿Y no te gusto?- dice dando un paso hacia delante.
- Claro que no- respondo rápido.
Harry sonríe sin mostrar sus dientes, dejando a la vista sus dos pequeños hoyuelos.
- Entonces si en este preciso momento te beso te daría igual.
Abro los ojos, sin esperarme aquello.
- N-No- murmuro.
Harry lame sus labios, dando dos zancadas y agarrando mis mejillas, uniendo nuestros labios sin vacile.
Me quedo estático en mi lugar, observando cómo cierra los ojos.
Relajo todos mis músculos, imitando su acción y apoyando delicadamente mis manos en su cadera, dejando paso a su lengua en mi cavidad bucal.
Harry muerde mi labio inferior, haciendo que me derritiese en ese preciso momento.
Besaba de una forma que me llevaba a la locura.
Mi corazón latía con frenesí, mis piernas temblaban y mis manos cada vez se aferraban más a él.
Baja sus manos de mi rostro hasta mi cintura, apegándome más a él. Notaba que me faltaba el aire, y por mucho que me pesase, necesitaba separarme de sus labios.
Nos mantenemos en la misma posición. Con las frentes unidas y las respiraciones agitadas.
Cuando me quiero dar cuenta seguimos en mitad de la calle.
- ¿Sentiste algo?- susurra.
Trago saliva, lamiendo mis labios.
- No- respondo- ¿y tú?
- No.
Sonrío, separándome un poco de él, manteniéndome firme por mí mismo.
- Será mejor que vuelva a casa. Mis padres me deben estar esperando para comer- dice sacando su móvil, mirando la pantalla y alejándose.
Frunzo el ceño, siguiéndole.
- ¿Ya te vas?- pregunto una vez le alcanzo.
Asiente, sacando las llaves de su coche y desbloqueando las puertas.
- Ya nos veremos, Louis- dice sin ni siquiera mirarme, metiéndose en el coche.
Observo cómo arranca y sale de allí, sin despegar la mirada del frente.
Niego con la cabeza, dándome la vuelta y encaminándome hacia casa, aun con el sabor de sus labios en los míos.
- Bipolar.
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Habit
FanfictionHarry es el hijo del presidente, el cual lleva una vida de locura y despreocupaciones. Louis es camarero, ya que su familia no podía permitirse pagarle la carrera universitaria. El padre de Harry no piensa seguir permitiendo que su hijo siga por es...