Capítulo 24

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PDV LOUIS.

Los rayos del sol se cuelan por la ventana, despertándome.
Me remuevo, notando un cuerpo pegado a mí.
Intento girarme, pero Harry aprieta más su brazo, impidiéndomelo.
Está despierto.
- Harry, me hago pis- susurro.
Noto su risa en mi nuca, produciéndome un escalofrío.
- Te suelto solo si después vuelves a la cama otra vez.
Sonrío, asintiendo.
El ojiverde afloja su agarre, y aprovecho para salir de la cama y meterme en el servicio, haciendo pis.
Según termino me lavo las manos, saliendo.
Me encuentro a Harry tumbado boca arriba medio destapado, mostrando su torso.
Muerdo mi labio inferior, tumbándome a su lado.
Acerco mis labios a su cuello y lo beso lentamente, notando a Harry sonreír.
- ¿El gatito se ha despertado juguetón?- dice todavía con los ojos cerrados.
Me reincorporo, sentándome en sus piernas.
Éste entreabre los ojos, mirándome pícaramente.
- Quería proponerte algo- digo pasando mis dedos por los pequeños arañazos que le hice la noche anterior.
- Tú dirás- susurra.
- Quiero follarte- suelto, a lo que el ojiverde abre los ojos, sorprendido ante mis palabras.
- No me esperaba eso- dice incorporándose un poco, apoyando su espalda en el cabecero.
- Cuando ayer me contaste que no eras virgen, me entró curiosidad.
Y morbo.
Harry lame su labio inferior, dubitativo.
- Llevo mucho tiempo sin recibir.
- Sería un honor recordarte lo bien que se siente- susurro acercando mi rostro al suyo, besando sus carnosos labios.
El ojiverde cierra los ojos, pasando sus manos por mi cintura y atrayéndome hacia él.
- Está bien- dice, sorprendiéndome.
Sonrío ampliamente, abrazándole, a lo que éste ríe.
- No te vas a arrepentir- le susurro, mordiendo juguetonamente el lóbulo de su oreja.
- Eso espero.
Llevo mis manos hasta el elástico de su pantalón, jugueteando con él.
- Espera, quita- dice echándome a un lado, incorporándose y bajándose el pantalón junto con el bóxer, dejando a la vista su erección.
- ¿Tú te despiertas siempre así?- le pregunto mientras me quito el resto de mis prendas, sentándome de nuevo en sus piernas.
- Depende de quién esté en la cama conmigo- comenta encogiéndose de hombros, besándome.
Introduzco mi lengua en su boca, profundizando el beso.
Harry pasea sus manos por mi espalda, llegando hasta la rabadilla de mi trasero, para volver hacia arriba.
Bajo mis labios hacia su cuello, pecho, estómago y cadera, deteniéndome en su vientre.
- No empieces con los jueguecitos- susurra.
Sonrío, lamiendo mis labios.
- Abre las piernas y flexiónalas- le digo mientras me pongo cómodo.
- No estoy acostumbrado a que me den órdenes en la cama- dice mientras me obedece.
- La vida es dura en ocasiones- respondo guiñándole un ojo, a lo que éste sonríe, negando con la cabeza.
Lamo mis labios, inclinándome hacia su miembro, lamiendo la punta.
Harry suspira, mirándome detalladamente.
Mi otra mano estimula sus testículos, dirigiéndose hacia su entrada, dejándola ahí.
Introduzco un poco más su miembro en la boca, jugueteando con mi lengua.
Harry pronuncia algo que no consigo entender, pero sigo con lo mío.
- Quiero besarte- susurra con un hilo de voz.
Sonrío, sacando su miembro de mi boca y subiendo hacia su rostro, dejando un pequeño beso en sus labios.
Llevo mi mano hacia su miembro y sigo estimulándolo, mientras nuestros labios hacen una maravillosa labor.
- Louis. No sigas o no aguantaré- gime cortando el beso, apretando las sábanas con sus manos.
Hago lo que me dice, incorporándome un poco.
- ¿Condón?- pregunto.
Asiente, a lo que rebusco en el cajón de al lado, encontrando uno.
- ¿Quieres también lubricante?- le pregunto, ya que según me ha dicho, llevaba tiempo sin ser el que recibe.
Niega con la cabeza.
- Necesito que antes estimules mi entrada con tus dedos- susurra.
Asiento algo nervioso, llevando mi mano hacia su entrada.
Éste abre un poco más las piernas, dejándome a la vista su zona.
Lamo bien mi dedo corazón, guiándolo hacia su entrada, metiéndolo poco a poco.
Harry da un respingo, suspirando.
- ¿Bien?
Asiente.
- Siempre tienes las manos heladas- comenta, a lo que carcajeo- es un dedo, Louis, no soy de cristal.
Ruedo los ojos, sacándolo y lamiendo también el índice, penetrando los dos de golpe.
- Joder- exclama.
- ¿No era que no eres de cristal?- comento levantando una ceja.
- No me provoques- susurra un poco agitado.
Muevo los dedos lentamente, de fuera hacia dentro, en un vaivén continuo.
Pasan los segundos y sigo, un poco más rápido, viendo cómo Harry cerraba los ojos.
- ¿Condón?- le pregunto, a lo éste asiente.
Saco mis dedos y hurgo en mi cartera, encontrando uno.
- Es bueno saber que llevas provisión, por si surge hacerlo en un sitio público.
Me sonrojo, y éste carcajea.
Harry me arrebata el condón, poniéndomelo rápido.
- ¿Ansioso?
- Mucho- responde acercándome a él y besándome- estoy muy caliente, Louis.
- Yo también- me sincero.
Acerco mi miembro a su entrada, introduciendo la punta lentamente.
- Ah- gime Harry en mis labios, cerrando los ojos.
- ¿Paro?- le pregunto preocupado.
- No, sigue.
Siempre tan orgulloso.
Decido continuar lentamente, ya que era consciente de que llevaba tiempo sin hacer esto, y no quería hacerle daño.
- Mierda Louis, ya te he dicho que no soy de cristal- dice mordiendo su labio.
- Cállate- digo besándole, introduciendo más mi miembro, haciendo un pequeño vaivén placentero.
Acaricio su pecho y beso su cuello, mordisqueándolo.
Pasamos unos segundos así, hasta que decido pasar a otro nivel.
Abro un poco más sus piernas, introduciendo mi miembro por completo, soltando un jadeo.
- Joder- murmura- más- ruega.
Me muevo rápido, haciendo que el golpe de mis testículos en su trasero se oyese.
Me echo hacia delante mientras continúo, y Harry pasa sus manos por mi rostro, profundizando el beso.
Mi ritmo cada vez es más rápido, notando que no duraría mucho, ya que los preliminares me habían puesto muy caliente.
Mi mano estimula su miembro, el cual está hinchado y erecto, con gotas pre seminales saliendo.
Sigo entrando y saliendo, notando una gota de sudor caer por mi frente.
Mi mano estimula más rápido su erección, y el ojiverde cierra los ojos.
Pasados unos minutos nuestras respiraciones agitadas se mezclan, y noto que Harry en cualquier momento se vendría.
- ¡Joder, Louis!- exclama el ojiverde apretando las sábanas entre sus manos, corriéndose.
Un par de embestidas más y ver a Harry así me sirven para venirme, juntando mi frente con la de él, respirando agitadamente.
- Madre mía- jadeo- ha sido-
- Increíble- termina Harry por mí, llevando su mano hacia el cajón y sacando un clínex, limpiándose el estómago.
Salgo de él, quitándome el condón y haciéndole un nudo, tirándolo.
- Gracias- dice besándome, aún agitado.
- ¿Por qué?
- Por recordarme lo increíble que se sentía- responde apoyando la cabeza en la almohada, cerrando los ojos.
Sonrío, levantándome de la cama.
- ¿Dónde vas?
- A la ducha. Apesto- digo recogiendo mi bóxer del suelo, dejándolos en la ropa sucia.
- Pero apestas a sexo, no cuenta como algo malo- dice guiñándome un ojo.
Niego con la cabeza sonriendo, entrando en el baño.
Abro el grifo del agua y espero a que salga caliente.
- No creerás que voy a quedarme en la cama, ¿no?- susurra Harry a mis espaldas, asustándome.
- ¿Todavía tienes ganas de más?- pregunto mirándole, sonriendo.
- Unos preliminares nunca vienen mal- dice cargándome, obligándome a enredar mis piernas en su cadera, introduciéndonos en la ducha.

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