Capítulo 7

344 27 0
                                    

La casa de la fotografía es la de Louis.

PDV HARRY.

Según entro en el baño cierro la puerta, apoyándome unos segundos en el marco de la puerta, cerrando los ojos.
Sacudo la cabeza y me dirijo al lavabo, mojándome el rostro.
Me miro en el espejo, suspirando.
Me sentía frustrado. No sé qué narices me estaba pasando, pero por una extraña razón me gustaba besar a Louis. Me gustaba ver cómo se sentía cuando le tocaba o simplemente me acercaba más de lo debido.
Ese beso había producido unas sensaciones extrañas en mí.
No voy a negar que Louis es un chico atractivo, y eso me consuela ya que posiblemente todo esto se debe a eso. Solo necesitaba echar un polvo.
Según me seco la cara, la puerta se abre, mostrándome al ojiazul.
- Todos están preguntándose dónde estás.
- ¿Dónde voy a estar?- digo lanzando el papel a la papelera, mirándole- todos tenemos necesidades primarias.
- ¿Estás bien?
- Aparte de aburrido como la mierda bien- respondo encogiéndome de hombros.
Louis frunce el ceño, rodando los ojos.
- Muy bien chico bipolar, es mejor que volvamos afuera- responde saliendo del baño.
Le sigo, lamiendo mis labios y divisando a mis padres, los cuales charlaban animadamente con los Willensen.
Nos sentamos en nuestros asientos en silencio, intentando integrarnos en la conversación.
- ¿Todo bien?- me susurra mi padre.
Asiento, dando un sorbo a la copa de vino.
- Y cuéntanos, Louis, ¿estudiaste una carrera?- pregunta la señora Willensen sonriendo.
- Desgraciadamente no- responde- el sueldo de mis padres no me lo permitió, por es empecé a trabajar pronto.
- Oh, vaya- responde ésta con cara de pena- ¿Qué te hubiese gustado estudiar?
- Magisterio- responde éste sonriendo.
Dirijo mi miraba automáticamente a sus labios, observando su preciosa sonrisa, con sus dientes perfectamente alineados.
- Bueno, quien sabe si en un futuro lo consigues- le dice mi padre, a lo que Louis asiente.
El resto de la velada mis padres charlan con los Willensen, mientras que Louis y yo fingimos interés, más Louis que yo, que me dedico la mayor parte del tiempo a ojear mi teléfono.
Miré el reloj. Las diez menos cuarto. Hora de actuar.
- Si nos disculpáis, nosotros tenemos que ir yéndonos- comento llamando la atención de los presentes- Louis entra a trabajar en unas horas. Debería de acercarle a su casa.
- Oh sí, claro- dice Alfred levantándose, a lo que mi padre imita su acción.
- Ha sido un placer Louis, espero poder verte pronto.
- Lo mismo digo- contesta el ojiazul estrechando su mano.
Nos despedimos del resto y salimos, metiéndonos en el coche.
- Gracias- añade mientras se abrocha el cinturón.
- No lo he hecho por ti. Estaba prácticamente durmiéndome del aburrimiento.
- Ya bueno, aun así, gracias.
Asiento sin despegar la vista de la carretera, apoyando la cabeza en el cristal.
- ¿He hecho algo mal?- pregunta.
Suspiro, dirigiendo mi mirada hacia él.
- ¿A qué viene eso?
- A tu cambio de humor repentino.
- Mira Louis, yo soy así. Lo de hoy ha sido una farsa. He tenido que estar así contigo por ellos. No creas que me caes bien o algo parecido.
Louis frunce el ceño, mordiendo su labio inferior.
- No soy tan idiota como para pensar que todo ese paripé ha sido real. Supongo que tendré que acostumbrarme a que seas así de idiota.
- Mejor- digo volviendo mi vista hacia la calle.
El resto del camino la pasamos así. Louis mirando por la ventana y yo con el móvil, mirando fotos, ya que Steph no había leído mis mensajes.
Pasados unos cinco minutos el coche se detiene, llegando a su destino.
- Ya iremos hablando- digo mirándole.
Éste tan solo asiente, abriendo la puerta y saliendo, sin ni siquiera despedirse.
El portazo de Louis me sorprende, dirigiendo mi mirada al chico el cual se metía en su casa sin mirar atrás.
Suspiro, indicándole a Martin que saliésemos de ahí.

PDV LOUIS.

- Me voy ya a trabajar. Tienes la comida hecha- dice mi madre besando mi frente y saliendo de casa.
Haría como unos diez minutos que me había levantado, y según he salido de la cama me he tirado en el sofá.
La noche fue realmente cansada. Y entre eso y la intensa tarde que pasé digamos que estoy muerto en vida.
Anoche realmente llegué a plantearme si Harry tiene un problema en la cabeza.
Sus cambios de humor no eran para nada normales. Y no se a cuál prefería, si al Harry coqueto e irritante o al Harry borde y malhumorado.
A quién quería engañar. Elegiría mil veces al primero.
Mentiría si dijese que el beso de ayer no me gustó. Harry era realmente bueno en eso.
Eso sí, no compensaba el tener que aguantarle.
Luego estaba Mark.
Estaba empezando a arrepentirme de haberme acostado con él. No por el hecho de que no me gustase, sino porque no quería que nuestra amistad se estropease por eso.
No habíamos hablado del tema, y en parte lo agradecía. No quiero que él piense que el momento que tuvimos cambiaba las cosas, que en cierta forma lo había hecho, pero supongo que me daba miedo admitirlo.
Suspiro, cogiendo mi teléfono y mandándole un mensaje a Rebecca preguntándole si podía venir a casa.
Necesitaba hablar de esto con alguien.

***

Pasados unos veinte minutos la puerta suena indicando que Rebecca ya estaba.
La abro la puerta, saludándola y dejándola entrar.
- Mas te vale que sea lo que sea que tienes que decirme sea importante. Pretendía pasar mi día libre tirada en la cama viendo series- dice sentándose en el sofá.
Imito su acción.
- Esto que te voy a decir no puedes decírselo a nadie.
- ¿Qué pasa?
- Bueno, como sabrás estoy saliendo con Harry.
Rebecca asiente, acomodándose en el sofá.
- Pues es todo una farsa- suelto, haciendo que ésta abriese los ojos.
- ¿Cómo una farsa?- dice poniéndose un poco rígida.
- Es un trato que estoy haciendo con su padre. Tengo que fingir ser su novio unos meses a cambio de 2000 libras al mes.
- Joder. Estoy flipando- dice posando sus dedos en el puente de su nariz.
- No lo sabe nadie. Bueno, Mark, y ahora tú.
- Ya me parecía raro que de la nada estuvieses con ese chico- comenta.
- Ni en mis peores pesadillas estaría con él. Es insoportable.
Rebecca suelta una carcajada.
- Pero está demasiado bueno- comenta encogiéndose de hombros- ¿Os habéis besado?
- Sí- susurro.
- ¿Y?- pregunta abriendo los ojos.
- Besa bien. Realmente bien.
Becca empieza a reír escandalosamente, haciendo que soltase una pequeña carcajada.
- Debe de ser una maquina en la cama- comenta suspirando.
Abro los ojos, negando con la cabeza.
- No voy a acostarme con él.
- Como si no quisieras- carcajea.
Muerdo mi labio interiormente, replanteándome su respuesta.
- ¿Entonces con Mark no hay nada?
- El otro día nos acostamos.
- ¿Qué?- exclama- vale, esto no me lo esperaba.
- Surgió, y ahora estoy empezando a arrepentirme.
- ¿No era que te gustaba?
- Sí, pero ha sido todo demasiado precipitado. Además, debo de tener cuidado con todo el tema de Harry.
- ¿De verdad es esa la razón?- pregunta mirándome fijamente- quiero decir, vale que no puedas estar con él por lo de Harry, pero creo que al menos deberíais de hablar del tema si de verdad sientes algo por él, a no ser que el tema Harry te esté haciendo cambiar de opinión- dice elevando las cejas repetidas veces.
- A ver no voy a negar que los encuentros que he tenido con Harry me han gustado, es decir, es un chico atractivo y-
- Sí vamos, que te pone- me interrumpe Rebecca.
Ruedo los ojos, asintiendo.
- Pero es más que eso. O sea, cuando me besó ayer sentí algo…
- ¿Una erección?
Frunzo el ceño, a lo que ella ríe.
- Yo creo que deberías de hablar con Mark y aclarar las cosas. Dile que no estás listo para estar con alguien y menos con todo que está pasando con Harry. De seguro lo entiende.
- Quizá tengas razón.
- Siempre tengo razón- dice levantándose del sofá- ¿Cuándo hablarás con él?
- Mañana- digo imitando su acción.
Asiente, colgándose el bolso y dirigiéndose hacia la salida.
- Nos vemos mañana- le digo dándole un abrazo.
- Pasa un buen día- dice saliendo de casa- ah, y no te enamores de él, es un consejo- dice guiñándome un ojo, yéndose.
Cierro la puerta y me encamino hacia la cocina, preparándome la comida mientras le daba vueltas a sus últimas palabras.

HabitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora