Capítulo 15

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PDV LOUIS.

Harry no me dirigió la palabra en lo que quedaba de noche, y en la mañana más de lo mismo.
Nos preparamos en silencio y bajamos a desayunar con su madre y la mujer de Alfred, Rose, que se encontraban solas ya que éste y el presidente habían salido a resolver unos asuntos.
- Buenos días, chicos- saludó Rose.
- ¿Qué tal ayer? ¿Estás mejor?- me pregunta Olivia levantando una ceja, sonriendo.
- Sí- susurro sonrojado.
- ¿Habéis planeado algo para hoy? Los hombres van a estar todo el día fuera y Rose y yo habíamos pensado en ir al Museo del Prado.
- No tenemos ningún plan en conjunto. Vamos con vosotras- responde Harry secamente sirviéndose el café.
- ¿Ocurre algo?- pregunta Olivia.
- No- respondo éste.
Rose y Olivia se miran, encogiéndose de hombros.
- Os esperamos fuera- comenta su madre levantándose junto con su amiga, saliendo del salón.
Miro a Harry, el cual sigue comiéndose su tostada, ojeando el periódico.
- ¿No vas a hablarme más?
El ojiverde levanta la mirada, sin expresión, ignorándome.
- Harry, por favor- susurro.
- Terminé, vamos- dice levantándose de la silla, mirándome.
Imito su acción, saliendo del salón detrás de él.
Divisamos a Olivia y Rose en el coche, así que nos acercamos a ellas, entrando.
- ¿Y el chofer?- pregunta Harry.
- Nada de chofer por hoy. Conduzco yo- responde su madre orgullosa, sacándome una sonrisa- bien, allá vamos.

***

Después de pasar toda la mañana en el Museo, que, por cierto, ha sido increíble, Rose y la madre de Harry proponen ir a comer por ahí.
Con respecto a Harry se pasó todo el trayecto sin dirigirme la palabra, ni siquiera me miraba. Era totalmente invisible para él.
- Yo me vuelvo al hotel- suelta el ojiverde.
- ¿Qué? ¿Por qué?- le pregunta su madre preocupada.
- No tengo mucha hambre mamá- le responde sonriéndola.
- ¿Qué le ocurre a tu hijo?- le susurra Rose.
- Eso quisiera saber yo.
Observo cómo para un taxi, y antes de darme tiempo a responder, el auto se aleja.
- Si me disculpáis, voy con él.
- Claro Louis. Suerte- dice su madre pasando su mano por mi hombro.
Me despido de ellas, parando otro taxi y dirigiéndome hacia el hotel, el busca de Harry.
No me gustaba que estuviese así, y menos por mi culpa.
Todo fue un auténtico malentendido, y quería que lo supiese. Eso si se digna a escucharme…
Una vez llego le pago al taxista y entro en el hotel, subiendo a la habitación.
Según abro puedo divisar a Harry en la terraza, fumándose un cigarro, ¿desde cuándo fumaba?
Cierro despacio y respiro hondo, encaminándome hacia él.
- Harry.
- Joder- dice sobresaltándome- ¿Qué haces aquí?- dice volviendo a mirar el paisaje.
Me posiciono a su lado, lamiendo mis labios.
- No quiero que estés enfadado conmigo.
- ¿Acaso te importa? Pensé que no significaba nada para ti- dice citando las mismas palabras que le dije a Mark anoche, dando una última calada a su cigarro, apagándolo.
- No me refería a ti. Me refería a todo esto- digo englobando todo con mis manos- tú significas mucho- susurro, mirando mis manos.
Harry se gira hacia mí, mirándome.
- ¿Qué tienes con ese chico?
- Ya nada- respondo mirándole.
Azul y verde.
- ¿Ya?
- Nos acostamos- respondo, a lo que el ojiverde frunce el ceño- fue antes de conocerte y meterme en todo esto.
- O sea que te gusta.
- No lo sé. Es decir, pensaba que me gustaba, pero ahora no lo tengo claro.
Harry se pasa la mano por el pelo, despeinándose.
- ¿Es por mí?- pregunta dando un paso hacia delante.
- ¿Por quién si no?- respondo rodando los ojos.
Harry suspira, apoyándose en la barandilla.
Doy un paso más, quedando a pocos centímetros de él.
Paseo mi mano por su rostro, girándolo en mi dirección para que me mirase.
- Cuando estoy contigo no pienso en él. Cuando estoy en casa o en cualquier otro sitio no pienso en él. Ni siquiera estando con él pienso en él. Pienso en ti.
Harry traga saliva, entreabriendo sus labios.
- Vas a arrepentirte de haberme dicho esto, lo sabes, ¿verdad?- dice sonriendo.
- Sí, lo sé. Solo espero que no lo uses mucho en mi contra- digo encogiéndome de hombros.
El ojiverde coge mi rostro con sus dos manos, besándome dulcemente.
Sonrío en mitad del beso, pasando mis manos por su cintura.
Poco a poco entramos en la habitación sin romper el beso, tropezándonos con la mesilla de noche.
- Mierda- se queja Harry frunciendo el ceño- eso ha dolido.
- No me seas quejica- respondo volviendo a unir nuestros labios, esta vez más duramente.
El ojiverde pasea sus manos por todo mi cuerpo, deteniéndose en mi espalda baja, sacando mi camisa de entre el pantalón.
- Antes de seguir, dime que tienes el móvil en silencio.
Comienzo a reír, asintiendo.
Harry lleva las manos a su camiseta, sacándola completamente de su cuerpo, dejándome embobado.
- No me mires así nene. Puedes tocar- dice guiñándome un ojo, haciendo que rodase los ojos.
Comienzo a desabrochar los botones de mi camisa, mientras Harry se sienta en el borde de la cama, quitándose el cinturón.
- Oh venga- refunfuña.
- ¿Impaciente, señor Styles?- digo levantando una ceja.
- Mucho- dice llevando la mano a su entrepierna, masajeándola.
Niego con la cabeza sonriendo, desabrochando por completo la camisa, sacándola de mi cuerpo.
- Ven- dice palmeando sus muslos, incitándome a que me sentase encima de él, cosa que hago gustoso.
Uno mis labios con los suyos rápidamente, dejando paso a su lengua.
Harry pasea sus dedos por mi espalda, bajando hasta mi trasero, el cual aprieta, sobresaltándome.
- No sabes las ganas que tenía de tocar esta maravilla- comenta volviendo a apretarlo, esta vez mas brusco- pomposo y duro. Me gusta- gruñe.
Muerdo mi labio inferior, llevando mis manos hasta sus dos golondrinas tatuadas en su pecho. Eran preciosas.
- ¿Te dolió?- pregunto mientras las repaso con las yemas de mis dedos.
- No mucho. Los del brazo fueron peores.
Asiento, llevando mis labios hasta su cuello, besándolo lentamente.
Harry dirige sus manos hasta mi cinturón, el cual desabrocha rápidamente.
- ¿Hasta dónde quieres llegar?- susurro.
- Hasta donde me dejes- responde uniendo nuestros labios.

PDV HARRY.

Tenía a Louis encima de mí. Besándome y meneando las caderas a su merced.
Me tenía complemente loco. Y lo mejor de todo, yo a él también.
Su confesión en la terraza me pilló complemente desprevenido, pero me gustó.
Me gustaba saber que él pensaba en mi tanto como yo en él.
- ¿En qué piensas?- dice interrumpiendo mis pensamientos.
- En lo bien que saben tus labios.
Louis sonríe, volviendo a besarme, bajando sus manos hasta el borde de mis pantalones, dejándolas ahí.
Abrazo su cuerpo, sujetándolo mientras me subo a la cama, apoyando mi espalda en el cabecero.
El ojiazul vuelve a menear sus caderas, haciendo que notase su erección.
Automáticamente llevo mi mano a su paquete, masajeándolo.
- Dios- jadea, pegando su frente con la mía.
- Quítate el maldito pantalón- digo desabrochando el botón.
Louis se levanta de mis muslos, bajándolo por completo y sacándolo con algo de dificultad.
- Podrías aprovechar para hacer lo mismo con el tuyo- gruñe.
Río, haciéndole caso.
Me incorporo en el colchón, bajándolo rápidamente, tirándolo junto con el de Louis.
Le cojo del brazo y le siento de nuevo en mis piernas, besándole.
- No vamos a follar- dice entre besos, acariciando mi erección por encima de la tela del bóxer.
- ¿Por qué?- preguntó entre jadeos.
- Porque no- responde ansioso, haciéndome reír.
Introduzco la mano dentro de sus bóxer, sin vacile, sorprendiéndole.
Agarro su miembro, estimulándolo muy despacio, observando la cara de Louis.
Se encontraba con los ojos cerrados, los labios entreabiertos y las mejillas sonrojadas.
Era una imagen digna de admirar.
- Más rápido Styles- murmura.
Muevo mi mano más rápido, notando cómo él baja mis bóxer lo suficiente como para sacar mi erección.
Continúo con movimientos regulares, aprovechando para observar los gestos placenteros de Louis, el cual se encontraba concentrado en mi miembro.
- Madre mía- dice observándola, cogiéndola con su mano derecha.
- ¿Qué pasa?- jadeo, besando su mandíbula y descendiendo mis movimientos en su miembro.
- Es muy grande- dice como un niño pequeño, sacándome una sonrisa.
- Espera a tenerla dentro de ti.
- Más quisieras- responde pasando su dedo pulgar por mi glande, haciendo que soltase un gran gemido.
- ¿Por qué vuelves a ir lento? - susurra.
Aumento el movimiento de mi mano al igual que hace Louis, haciendo que mordiese fuertemente mi labio.
- No hagas eso- dice pasando sus dedos por mi labio- bésame.
Le hago caso, meciéndome hacia arriba, queriendo más.
Joder, quiero follarle.
Los dos seguimos masturbándonos, cada vez más rápido, debido a que sabíamos que en poco tiempo llegaríamos al orgasmo.
Louis lleva su boca a mi hombro, mordiéndolo sin hacerme daño, y yo aprovecho para suspirar, notando cómo una gota de sudor caía por mi frente.
- Oh joder, ¡Harry!- exclama a los segundos, corriéndose por completo, sin detener el movimiento de su mano, la cual cada vez iba más rápido.
- Venga Harry, sé que quieres dármelo- susurra en mi oído, intentando calmar su respiración.
Gotas pre-seminales recorren los pequeños dedos de Louis.
Segundos pasan cuando me corro en la mano del ojiazul, echando la cabeza hacia atrás y suspirando fuertemente.
Había sido increíble.
- No sabes lo que necesitaba esto- jadeo.
- Ya somos dos- responde el castaño cogiendo un pañuelo de la mesita de noche y limpiándose la mano.
Louis se levanta de mi regazo, poniéndose los calzoncillos.
- Estoy agotado- digo tumbándome complemente en la cama, aún desnudo.
- Pues yo tengo hambre.
Carcajeo, mirándole.
- ¿Qué haces?- le pregunto observando cómo se sienta de espaldas a mí.
- Sí, hola, ¿servicio de habitaciones?

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