Capítulo 16

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PVD HARRY.

La tarde de ayer la pasamos metidos en la habitación, ya que sinceramente no quería ver a mi padre. Principalmente porque sabía que me echaría la charla sobre la comida del día anterior, y quería ahorrármelo. Aunque Louis me insistió en que bajásemos a cenar con ellos.
Según entramos al salón divisé a mi padre, el cual se acercó hacia nosotros y le pidió al ojiazul que nos dejase solos, el cual asintió, marchándose.
Básicamente me dijo que no volviese a hacer algo así. Que entendía que en ciertas ocasiones mi presencia sobrase, pero irme en mitad de la comida, según él, fue un acto de mala educación. Tan solo me limitaba a asentir y decir que no volvería a hacerlo, y mi padre se rindió, dejándome libre.
Con respecto a Louis no sabría qué decir sinceramente.
Ayer compartimos un momento íntimo, el cual, para ser sinceros, estaba deseando que pasase.
No hemos hablado de nada al respecto. Tan solo nos dedicamos a echarnos miradas, sonreírnos, y algún que otro beso robado.
- Harry, estás distraído, ¿Qué piensas?
Miro a mi madre, la cual frunce el ceño.
Creo que no lo había comentado, pero mi padre nos había dicho que hoy no saliésemos del hotel, ya que después de comer nos iríamos y teníamos que ir haciendo las maletas y demás.
Así que Louis y yo nos encontrábamos en el comedor junto a mi madre y Rose, escuchándolas hablar de ropa y demás.
Muy divertido.
- Nada- respondo secamente, a lo que mi madre vuelve la cara a Rose, retomando la conversación.
El ojiazul, sentado a mi lado, roza su dedo meñique con el mío, haciendo que automáticamente sonriese.
Le miro, y se encuentra mirando a mi madre como si realmente le interesase la conversación.
- Vámonos- le murmuro, de tal forma que solo me escuchase él.
- No podemos salir- responde de la misma forma.
- Me subestimas- añado dirigiendo la mirada hacia mi madre- Louis y yo vamos a salir a dar un paseo por los alrededores. No nos alejaremos, lo prometo.
- A la hora de comer aquí- me advierte con el dedo, a lo que asiento, levantándome del asiento junto con Louis.
- ¿Cómo haces para conseguir siempre lo que quieres?
- Esta cara abre muchas puertas- digo redondeándola con mi mano derecha, a lo que éste rueda los ojos.
Según pisamos la calle Louis entrelaza su mano con la mía. Detalle que hace acelerar un poco mi pulso.
- ¿Te apetece un batido?- le pregunto mientras nos acercamos a un puesto de dulces.
- ¡Sí!- exclama sonriendo.
-Buenos días- saludo al chico, el cual responde de la misma forma- quería dos batidos, uno de chocolate y otro de vainilla con caramelo.
El chico asiente, preparándolos.
- ¿Cómo sabías que me gusta el de vainilla con caramelo?
- A todo el mundo le gusta- digo encogiéndome de hombros, a lo que Louis frunce el ceño.
- Aquí tiene- dice el chico entregándonoslo.
Le agradecemos, dándole el dinero y dirigiéndonos hacia un banco, sentándonos en el.
- ¿Qué va a pasar ahora?- pregunta el ojiazul de la nada.
- Buena pregunta- digo dando un sorbo de mi batido- Louis, tú me gustas, eso es un hecho- comento con una pizca de humor, sacándole una leve sonrisa- pero yo nunca he estado con nadie, bueno, no desde hace mucho tiempo, y no sé cómo funcionaría- me sincero.
- Pues bien, ¿cómo iba a funcionar? Los dos sentimos algo, y si vamos poco a poco podría salir bien. Ya sabes, tener citas y esas cosas.
- Ir despacio después de lo de anoche es un poco ridículo- digo carcajeándome.
- Eres idiota- masculla.
- Nunca he tenido citas y esas cosas Louis. No me complico la vida. Solo follo- digo encogiéndome de hombros.
- Tú y tu fino vocabulario- añade seco.
Me acerco hacia él, plantando un casto beso en sus labios fruncidos, los cuales a continuación me muestran una sonrisa.
- No perdemos nada, ¿no?
Niega con la cabeza repetidas veces, bebiéndose su batido, sonriendo de oreja a oreja.

PVD LOUIS.

La charla acaecida con Harry me pilló completamente desprevenido, ya que no me esperaba para nada que aceptase mi propuesta.
Para mí era algo importante, ya que eso significaba que le gustaba lo suficiente como para dejar eso de “follar” con repetidos chicos todas las semanas.
Pasamos el resto de la mañana paseando y hablando de varios temas sin importancia.
Una vez terminamos de comer recogemos el equipaje y nos metemos en el coche, el cual nos lleva hasta el aeropuerto donde se encontraba el avión privado de su padre.
Todavía no me había acostumbrado a tanto lujo.
- Louis- me llama la madre de Harry.
Le doy la maleta al guardia de Patrick, encaminándome hacia ella.
- ¿Sí, Olivia?
- ¿Has disfrutado del viaje?- me pregunta dulcemente.
- Mucho. Madrid es precioso- sonrío- me gustaría volver algún día.
- Me alegro mucho, cielo- responde posando su mano en mi brazo, acariciándolo- y con Harry, ¿todo bien?
- Sí, claro. Hablamos hace tiempo con respecto a nuestras diferencias.
Su madre ríe, mordiendo su labio.
- No me refería a ese tipo de relación. Últimamente os he visto muy… cariñosos.
Abro los ojos, sintiendo el calor subir a mis mejillas.
- Am bueno… sí- susurro, sin saber qué decir.
- ¿Te gusta?
Madre mía esta conversación era surrealista.
- No me siento cómodo hablando de esto- añado ligeramente sonrojado.
- Oh cariño, no tienes que sentir vergüenza. Para mí sería un honor que un chico como tú estuviese interesado en mi hijo.
- Bue-
- ¿Ocurre algo?- interrumpe el ojiverde.
- Solo le preguntaba si lo había pasado bien- comenta Olivia sonriendo.
- Ha sido un viaje agradable- responde éste pasando su brazo por mi cintura, apegándome a él.
Ahora no, Harry.
- Me alegro entonces- responde alejándose, dejándonos solos.
- No tenías que hacer eso- digo separándome.
- ¿No es esto lo que quieres?
- Sí, pero no delante de tu madre y… así- digo haciendo gestos con mis manos.
- Qué guapo estás cuando te pones nervioso- susurra acercándose, dejando un beso en mi mandíbula.
Siento un pequeño escalofrío subir por mi espina dorsal.
- ¡Chicos, vamos!- grita su padre, sobresaltándonos.
Cojo la mano del ojiverde y tiro de él, subiendo al avión.
Una vez dentro nos sentamos delante, con Harry dando al pasillo y yo al lado de la ventana, como en el viaje de ida. No quería perderme las vistas.
- ¿Esta vez no estás nervioso?
Niego con la cabeza, abrochándome el cinturón.
Los padres de Harry, junto con el señor y la señora Willensen, se encontraban más adelante, dejándonos más privacidad.
- ¿Sabes una cosa? Follar en los baños de un avión es una de mis fantasías sexuales- susurra en mi oído, dejando un beso detrás de mi oreja.
- Cuando la cumplas llámame- murmuro cerrando los ojos.
Noto la risa de Harry en mi cuello, la cual es callada por sus pequeños besos siendo repartidos por toda la zona.
Llevo mi mano a su muslo, apretándolo.
- Pa-Para. Nos van a ver- susurro echando un vistazo hacia donde se encontraban los demás.
- Eso lo hace más excitante.
El ojiverde muerde el lóbulo de mi oreja, haciendo que soltase un pequeño gemido.
- Bésame- pide.
Saca su cabeza de hueco de mi cuello, acercando sus labios hacia los míos.
Paso mis manos por su nuca, besándole.
Sus labios todavía tienen el sabor de la sandía que ingerimos de postre.
Simplemente deseoso.
Harry lleva su mano hacia mi muslo interno, repartiendo caricias.
-No no no- digo separándome- no quiero tener una erección. No aquí.
- Oh vamos. Sabes que eso puedo arreglarlo- responde volviendo a acercarse, mordiendo mi labio inferior.
- No Harry- digo tajante, apartándome.
Suspira, volviendo a colocarse bien en su asiento, peinándose un poco con las manos.
-Voy al baño- dice levantándose.
-No te enfades- susurro.
-A diferencia de ti, yo tengo algo que solucionar- dice apuntando a su entrepierna, dejando a la vista el bulto formado.
Aguanto la carcajada, mordiendo mi labio.
Harry desaparece de mi campo de visión, y yo tan solo me dedico a mirar por la ventana, suspirando.

***

Las dos horas de viaje las pasamos viendo una película. Bueno, al menos intentándolo ya que Harry, como buena afición suya, se dedicó a meterme mano y besarme cada dos por tres, distrayéndome.
- ¿Venían a buscarte?- me pregunta el ojiverde entregándome mi maleta.
- No.
- Perfecto, te acercamos- dice dirigiéndose al coche que nos esperaba.
Según pisamos la calle puedo ver que había llovido no hace mucho, cosa que detestaba.
- Odio la lluvia- protesto- odio este clima.
- Vives en Londres, deberías de estar acostumbrado- responde Harry metiéndose en el coche, a lo que imito su acción.
- ¿Y tus padres?
- Ha venido Richard, el chofer particular de mi padre. Ellos no pasan por casa.
Asiento, acomodándome en el asiento.
- ¿Tú no tienes chofer?- digo mirando al señor que nos llevaba.
- No- ríe- Jeray también es el chofer de mi padre, pero solo para momentos ocasionales.
- Ah- respondo.
- Entonces, ¿de verdad has disfrutado el viaje?- pregunta jugando con los dedos de mi mano.
- Ha sido increíble, Harry. De verdad- digo apoyando mi cabeza en su hombro.
- Me alegro- responde entrelazando nuestras manos.
Pasados unos veinte minutos el coche se detiene, llegando a su destino.
Harry baja del coche, sacando mi maleta y acompañándome hacia la puerta.
- Luego hablamos.
- Contaba con ello- respondo guiñándole un ojo, sacándole una carcajada.
Me acerco hacia él, besando tiernamente sus labios.
El ojiverde pasa sus manos por mi cintura rápidamente, alargando el beso.
Sonrío en mitad de éste, dejando mis manos en su tonificado pecho.
- Adiós, Lewis.
- Adiós, Harred.
Sonreímos, dándonos otro beso, este más casto, y finalmente nos separamos, a lo que Harry se aleja, metiéndose en el coche y echándome un último vistazo, sonriendo.
Veo al coche alejarse, para apto seguido introducir la llave en la puerta y abrir.
- ¡Ya llegué!- grito cerrando, dejando la maleta.
- ¡Louis!- exclama mi madre saliendo de la cocina abrazándome.
- Os he echado de menos.
- Seguro- dice separándose y rodando los ojos.
- ¿Papá todavía no ha vuelto?
- Le debe de quedar poco.
Asiento, sentándome en el sofá con ella.
- ¿El vuelo y todo bien?
- Todo genial- sonrío.
- Bueno. Cuéntame todo. Estoy deseando ver fotos- dice ilusionada.
- Voy a por la cámara.

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