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Narra Vic:

23:00pm, todos durmiendo, me atraparan pero bueno. Salí de la habitación solo con esa típica bata de hospital, me escabullí hasta las señalizaciones de donde queda cada lugar, y vi "Cuidados intensivos". Las personas hay estaban muy preocupados de ellos mismos como para notar a una persona cojeando, con un brazo enyesado y unas cuantas vendas en el cuerpo. Las habitaciones de cuidados estaban separadas y había un letrero con el nombre del paciente, "T. Martinez Torres", "M. Gallegos Visković", "C. Dhall Rose", "K. Quinn Bostwick", bingo. Mire por la pequeña ventana de la puerta y ahí estaba, habían dos tubos saliendo de su nariz y varios saliendo de sus brazos, su pecho estaba totalmente vendado y tenía la cabeza vendada y varios golpes en el rostro, sea lo que sea que se imaginen, era mucho peor, o al menos para mí. Entre y lo primero que escuche fue el sonido de la máquina que registra los latidos de su corazón, tome una silla y me puse a su lado, tomando su mano sin evitar las lágrimas al verlo así.  

—Kellin, daría todo para ser yo quien este en tu lugar, tu no merecías esto. Es todo mi culpa, no debí haberte sugerido ir en nuestro bus y...-En ese momento sentí su mano apretar suavemente la mía, sus ojos se abrieron con dificultad dejando caer una lágrimas, sonrió ligeramente y volteo la cabeza mirándome-.

—Cállate, esto no es tu culpa. –Susurro tan bajo que con suerte logre entenderlo, la felicidad estaba en todo mí ser, pero no podía hacer nada, solo bese su mano y lo mire a los ojos-.

—Kellin, te amo, y por un momento sentí que...-mi voz se quebró al imaginarme mi vida sin él-. —Sentí que te perdería.

—Can't promise that things won't be broken. –Susurro bajo y tocio un poco-. —But I swear that I will never leave. Ni la muerte permitirá que me pierdas, estaré siempre contigo, amor. –Estaba llorando frente a él y no me importaba, él estaba bien, no bien al 100% pero estaba vivo, saldríamos de esto, juntos-.

—Te amo tanto. –Me levante y me incline para no tocarlo y deje un beso en su mejilla, él se volteo uniendo nuestros labios, al momento después le correspondí y moví mis labios suavemente en los suyos. Nos separamos, él solo sonrió-.

—Te meterás en problemas, debes irte. –Susurro débilmente-.

—No quiero

—Ya saldremos de aquí y podremos hacer todas las cursilerías que queramos. –Él sonrió  y se acomodó-.

-Camine hasta la puerta, voltee a verlo y él seguía mirándome con sus ojos verdes y morados por alrededor-. —Te amo.

—Y yo a ti.

-Después de eso, me fui dejándolo y camine con precaución, de nuevo, nadie se dio cuenta. Volví a mi habitación y me acosté, estaba débil, a pesar de que no había corrido una maratón ni nada, cojear e ir con golpes en el cuerpo, no es nada bonito. Entre a la habitación, los chicos estaban dormidos, fui hasta mi cama y me acosté, solo le daba gracias a Dios por no habérselo llevado, y también por haberlo puesto en mi vida.

So...I Love You.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora