Capítulo 12

31 0 0
                                    

Frustrada por no saber que ponerme me decido por ponerme un vestido negro, la verdad es que soy nueva en esto, así que me guío por mi intuición

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Frustrada por no saber que ponerme me decido por ponerme un vestido negro, la verdad es que soy nueva en esto, así que me guío por mi intuición. Estoy lista, desesperada y nerviosa a la vez, caminando de un lado a otro en mi habitación, de pronto un par de golpes a mi puerta me hace parar de golpe.

¿si?- pregunto cautelosa.

¿Elizabeth? ¿puedo pasar?- la voz de mi padre se escucha desde el otro lado de la puerta y un suspiro aliviado me abandona.

Adelante padre- cuando mi padre abre la puerta se queda en el umbral de la puerta con los ojos muy abiertos, y una sonrisa en su rostro.

¡Vaya! Eres tan hermosa, me recuerdas tanto a tu madre- una sonrisa melancólica aparece en mis labios- ¿sabes? Al principio me dio mucho gusto la idea de que por fin tuvieras una cita, una cita que de verdad tu desearas, pero ahora que te veo así, tan mayor y hermosa- un suspiro lo abandona- creo que estoy arrepentido de haberte dado ese permiso.- Ambos sonreímos- sólo vine a desearte suerte Elizabeth, tal vez para cuando llegues yo ya estaré dormido así que quería verte antes de que te fueras.

Mi boca se abre para hablar, pero en eso Eve entra por el umbral de mi habitación que tenía la puerta abierta- señorita Liza el joven Harry está abajo esperándola- la sonrisa de Eve es tan grande que temo que su rostro se parta en dos.

De acuerdo, puedes decirle que bajo en unos minutos- Eve asiente y se retira.

Bueno yo me voy para que puedas irte- yo asiento y mi padre da un par de pasos hacia afuera de mi habitación, pero para de golpe y se gira para verme una vez más- tu madre estaría orgullosa de la mujer que te haz vuelto- su mirada se entristece así que para que yo no me dé cuenta de ello se va sin darme oportunidad de decir nada.

Cuando me armo de valor, bajo y me encuentro a Harry en la pieza que está bajando las escaleras, el no parece darse cuenta al principio de mi presencia, pero una vez que su mirada cae en mi, su expresión cambia, parece asombrado, embelesado.

¡vaya!- una sonrisa enorme <<una que deja ver sus perfectos dientes blancos>> tira de las comisuras de sus labios- estás hermosa- dice algo avergonzado.

Gracias- digo sonriendo- pues tu no estás nada mal- él me agradece de vuelta.

Salimos de casa a las cinco de la tarde quedé con Tamy que iríamos primero a un parque que quedaba cerca del cine, lugar donde iríamos después del parque. Para cuando llegamos Tamy y Jason aún no ha llegado, así que nos bajamos del auto de Harry, a esperarlos en una de las bancas que se encuentran en el parque. La noche es fresca y mentalmente me regaño a mi misma por haber elegido un vestido como mi vestimenta para esta noche.

Desafiando al destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora