Voy saliendo de clases y me dirijo al coche, Harry esta parado junto a el como todos los días en estas dos semanas que ha estado trabajando para mi padre.
—Oye Liza, ¿porque no nos presentas a tu guapo guardaespaldas?— las odiosas de Amy y Claire se acercan a mi, yo ruedo los ojos ante la petición de Claire.
—Pueden presentarse ustedes mismas— hablo con irritación.
—De acuerdo— un encogimiento de hombros acompaña las palabras de Claire.
Ambas chicas se dirigen hacia Harry con paso provocativo, cuando llegan a él una le toca el brazo, mientras que la otra se cuelga en su cuello, por un momento creo que las alejará de él, o que se apartará, pero no hace ni una cosa ni otra, se queda ahí quieto, dejándose querer por ese par de estúpidas riquillas que creen que haciéndole la vida miserable a otros van a mejorar las suyas.
Una voz familiar me saca de mi momento de rabia- por favor dime que esta vez dirás que si- Jason se ha interpuesto en mi camino.
—Jason yo...— estoy a punto de decirle que no, pero llama mi atención como Amy y Claire besan las mejillas de Harry, en ese momento el coraje nubla mi razón y digo algo que no quiero decir —no estaría más encantada de salir contigo.
Un grito de victoria sale de la garganta de Jason y yo sonrío —paso por ti a las siete— asiento con la cabeza mientras me despido con un gesto con la mano.
Llego al coche y Harry abre la puerta para mi, dejando de lado a las chicas que casi se lo comían, luego se sube el y comenzamos nuestro recorrido a casa.
—Ese chico que estaba con usted señorita estaba muy contento— no continúa hablando hasta que ve que tiene toda mi atención —¿le dio el si?
—No, sólo le dije que saldría con él— una parte de mi se siente mal, porque ésta no soy yo, no suelo ser impulsiva, no dejo que me domine una emoción y que la emoción decida por mi, no suelo utilizar a las personas por un momento de enojo y celos, pero ver la expresión desencajada en el rostro de Harry me da cierta satisfacción.
☆
Avanzo por el pasillo hasta llegar a la oficina de mi padre, faltan dos horas para que Jason llegue por mi y ni siquiera le he dicho a mi padre así que me dispuse a hacerlo ahora. Doy un par de golpes a su puerta y ésta se abre.
—Elizabeth, entra— cuando entro me sorprende ver a Harry ahí adentro —¿que necesitas?
—Los dejaré solos— habla el chico de ojos verdes mientras se levanta de donde se encuentra sentado.
—No, no es necesario Styles, seré breve— no le doy oportunidad a Harry de irse cuando comienzo a hablar, así que solo se queda de pie —quería pedirte permiso para salir dentro de un rato.
El asombro en el rostro de mi padre me hace querer golpearlo —¿en serio? ¿con quien?
—Un chico de mi escuela se llama Jason Davis— una sonrisa tira de las comisuras de mi padre —pero no hay problema si no me dejas ir, no voy a molestarme, si no quieres que me arriesgue allá afuera me quedaré, no te preocupes.
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Desafiando al destino
RomansaElizabeth Mills perdió a su madre cuando solo era una niña, el hombre que lo hizo no descansaría hasta terminar con la familia Mills, en venganza hacia su padre Thomas. (Quien es el capitán de la policía). Pero eso solo era una parte del problema de...