Después algunas cervezas me siento algo mareada, para entonces, traigo un abrigo encima y la gente a mi alrededor danza sudorosa y saltan al agua, hace ya un rato que no veo a Tamy y Jason, estoy sentada sola bebiendo y tratando de ahogar mis recuerdos en el alcohol, mala decisión... Lo sé, pero, ¿Que más puedo hacer? Sostengo mi celular entre mis manos y miro la pantalla una vez más.
—¿Sabes que no va a mandarte mensaje verdad?— la voz de mi amiga llega a mis oídos mientras camina hasta sentarse a mi lado.
Una sonrisa melancólica se desliza en mis labios— lo sé, es solo que... Es tan difícil— gracias al alcohol las lágrimas se han vuelto fáciles y algunas me traicionan deslizándose por mis mejillas.
—Lo sé Liza, pero no vale la pena estar así por él— sostiene mis manos entre las suyas— yo también creí que era bueno para ti, todos nos equivocamos respecto a él, pero solo te queda continuar, y aquí estaremos para ti ¿De acuerdo? No estás sola.
—Fui una estúpida, confíe en él, dejé que me hiciera esto que soy ahora, un manojo de nervios e inseguridades, una persona incapaz de valerse por si misma— mi llanto es incontenible ahora— yo no debí sentir nada por el Tamara— pasan unos minutos antes de que continúe hablando— ¿Sabes porque no te he contado mi secreto a ti Tamy?— mi amiga niega con la cabeza— porque no quiero que te vayas como él lo hizo, porque no soportaría perderte a ti también.
—¿De que hablas Liza? Yo no te dejaría— la voz de Tamy quiebra ligeramente.
—Eso dices ahora, pero está bien, ¿Quieres saberlo? Te lo diré. Harry se fue porque yo ví la muerte de su madre antes de que pasara y no se lo dije, se fué porque no soportó tener que estar con alguien a quien la muerte la sigue, a quien no podría tocar ni besar sin tener que hacerme responsable de alguna muerte.
El ceño de Tamy se frunce, así que me dispongo a explicarle absolutamente todo, desde que era una bebé hasta el momento en el que tuve que decirle a Styles sobre mi maldición, su expresión la hace ver horrorizada, pero tomando en cuenta que ya la veo doble no estoy muy segura de ello, cuando termino de hablar nos quedamos en silencio por unos minutos que para mí parecen eternos, después avanza con paso decidido hasta mi y me envuelve en un abrazo, su respuesta me toma por sorpresa, así que tardo unos segundos en corresponder su gesto, creí que se alejaría de mí, creí que dejaría de hablarme y me quedaría sola nuevamente.
—No puedo imaginar por todo lo que haz pasado Liza, lamento todo eso— dice sollozando.
Es entonces que me doy cuenta... me doy cuenta de lo mucho que vale la persona que me sostiene entre sus brazos para no desmoronarme, sé que no tengo que dejarla ir, sé que tengo que cuidar su amistad para mantenerla a mi lado.
—¡Tamara!— la voz de Jason llega hasta nosotros, así que me deja libre para girarse y ver a su novio esperándola parado a unos metros de nosotras.
—No me iré Liza— limpia sus lágrimas con el dorso de su mano— sabía que eras diferente al resto— sonríe— disfruto tanto tener la razón— una sonrisa cargada de agradecimiento se desliza en mis labios— iré a ver a Jason, disfruta tu fiesta y trata de no pensar tanto ¿De acuerdo?— incapaz de formular palabra solo asiento antes de verla irse.
—Dichosos los ojos— ruedo mis ojos al escuchar su voz— sigues igual de hermosa— camina hasta pararse frente a mi— no, retiro lo dicho, estás aún más hermosa.
—¿Que demonios haces aquí Dan?— mi voz suena irritada.
—También me da gusto verte Liza Mills— una sonrisa arrogante se desliza en sus labios— supe que tú novio se fué.
—No era mi novio— las palabras de Dan se sienten como si hubiese metido sus dedos dentro de mis heridas— ¿Que quieres Daniel?
—A ti— avanza y se sienta en cuclillas, para poder verme a los ojos— no tienes idea de la atracción que siento por ti Liza, no es un simple capricho, no esta vez, si tan solo me dejaras demostrarte todo lo que te haría sentir— alza su mano haciendo amago de tocarme pero yo me aparto.
Aprieta su mandíbula dejándose ver molesto— lo siento Dan, pero ya te lo dije, por ahora no quiero una relación— de pronto me siento deprimida y es mi estado de ánimo el que comienza a hablar— no entiendo realmente lo que te atrae de mi Dan— mi mirada viaja hasta las chicas en trajes de baño y en las que están enfundadas en vestidos— hay tantas mujeres lindas aquí y ninguna se resistiría a tus encantos.
El chico frente a mi alza sus cejas con aire arrogante— ¿Osea que si me encuentras encantador?.
Ruedo mis ojos— eres lindo Dan— me sincero— pero... Yo...— estoy enamorada de alguien más y a pesar de que me mandó al demonio y se largó nadie más podrá ocupar su lugar— no estoy interesada en ti.
Dan se pone de pie y frota su cara con ambas manos en señal de frustración— lo estarás Liza...— me dedica una sonrisa maliciosa— de eso me voy a encargar yo— dice antes de irse.
¿Eso fue una amenaza?
~*~
—mira esto— la voz de Tamy llega a mis oídos mientras deja caer un periódico en la mesa en la que me encuentro sentada desayunando lo que pedí de la cafetería de la universidad— como no salías para nada no se habían dado cuenta— una risa burlona sale de su boca— estúpidos retrasados.
"ADIÓS AL ROMANCE ENTRE LA HIJA DEL COMANDANTE MILLS Y SU GUARDAESPALDAS"
Cuando leo el encabezado de la nota que cubre la sección de espectáculos y veo la imagen (una donde estoy bajando del auto con ayuda de Joe) que acompaña las palabras, las ganas de llorar que apenas habían disminuido regresan— ya se habían tardado— digo tratando de sonar despreocupada, Tamy se sienta a mi lado y pone una de sus manos en mi hombro, una sonrisa melancólica se desliza en mis labios— ¿Dónde está Jason?— suelto tratando de llevar el hilo de la conversación hacia otra dirección para no derrumbarme, ya que sé que si sigo viendo el periódico o hablando respecto a eso me soltaré a llorar como una niña.
—Ahí viene— dice señalando hacia delante de nosotros, el chico llega y planta un beso en los labios de mi amiga, inevitablemente un destello de envidia <<de la buena>> me aborda el cuerpo, verlos tan enamorados y tan contentos me hace recordarlo... Sus ojos verdes, sus rizos, su irresistible sonrisa y sus perfectos hoyuelos— deberíamos salir a divertirnos— la voz de Tamy me saca de mi ensimismamiento.
—Claro— un encogimiento de hombros acompaña las palabras de Jason— ustedes digan cuando y a dónde— después de un par de minutos añade— ¿Que dices tu Liza?
—No lo sé, creo que tuve suficiente con la cruda que me dió el Domingo— solo de recordar la resaca que me dió no me dieron muchas ganas de repetirlo.
—Oh vamos Liza— El tono y gesto de súplica que Tamy me dedica me hace sonreír.
—Estuve todo el día en cama por la maldita resaca Tamara— niego con la cabeza— creo que es momento que se den un tiempo para ustedes, siempre están conmigo.
Mi amiga abre su boca en un gesto que se me antoja indignado y pone su mano en su pecho viéndose aún más dramática.
Una carcajada retumba en mi pecho— no me mal interpreten, me encanta que estén conmigo y realmente se los agradezco, sé que lo hacen para que no me sienta sola, sé que lo hacen para hacerme más ligera la carga... El dolor— aclaro—Pero estaré bien— les dedico una sonrisa tranquilizadora y agradecida— tengo que estarlo— un suspiro se me escapa y hablo más para mí que para ellos.
Las clases pasan a paso de tortuga, mi mente no deja de pensar en el chico que se fue sin haberlo intentado siquiera, el chico que a pesar de haberme lastimado como nunca nadie lo había echo <<y posiblemente nadie más lo haga>> siempre tendrá un rincón en mi corazón, una parte de mi siempre le pertenecerá, porque se impregnó en cada poro de mi piel sin haberme tocado, porque puedo sentir sus labios sobre los míos sin siquiera haberlos probado y porque erróneamente me enamoré de él como una estúpida sin haberlo deseado.
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Desafiando al destino
RomantizmElizabeth Mills perdió a su madre cuando solo era una niña, el hombre que lo hizo no descansaría hasta terminar con la familia Mills, en venganza hacia su padre Thomas. (Quien es el capitán de la policía). Pero eso solo era una parte del problema de...