Ha sido difícil, pero eh seguido con mi vida, o por lo menos lo he intentado, a pesar de la la falta de apetito y sueño, la casa se siente aún más sola, la ausencia de mi padre se siente en cada centímetro de ésta, los primeros días me la pasé encerrada en su oficina, Eve trataba de sacarme de ahí, pero yo lo sentía erróneo. Y sé que es duro para ella también, sé que necesita a alguien para hablar, para llorar, pero no creo que yo sea la opción correcta, en lugar de ayudarle las dos nos hundiríamos aún más.
Es como si este fuese el precio que tengo que pagar por todas esas personas que murieron por culpa de mi maldición, como si fuese un maldito castigo, sin padres y sin amor. ¿Y ahora qué? Dios se ha llevado lo más importante de mi vida.
—No te diré que sé lo que se siente Liza, porque realmente no lo sé— la voz de Tamy me saca de mi ensimismamiento— tengo a mis padres conmigo, tengo un hermano y un novio. Y no sabes lo que daría por quitarte el dolor que estás sintiendo ahora, pero... Tienes que dejar de hacer esto, haz perdido varios kilos, las bolsas debajo de tus ojos y lo pálida que te encuentras son una clara señal de que no estás durmiendo.
Mi mirada está perdida en la nada, pero en mis ojos se agolpan las lágrimas debido a las palabras de mi amiga.
—He hablado con Matt, me dice que ha venido a visitarte pero todo intento de su parte por sacarte de este encierro es fallido— suelta un suspiro— parece como si fueras un zombie, sólo sé que estás viva porque puedo ver cómo tu pecho sube y baja debido a tu respiración.
Silencio.
—Deja que me quede unos días aquí en tu casa, te hará bien mi compañía— insiste.
—Ya basta Tamara— la voz de Jason llega a mis oídos— déjala, mejor venimos mañana otra vez.
—¡NO!— la voz de mi amiga estalla en el lugar y me hace saltar en mi lugar debido a la impresión— no la dejaré, así me mande al carajo cada día que venga a verla— espeta para su novio. Se gira en mi dirección con lágrimas en sus ojos— ¿Me escuchaste? No dejaré de joderte hasta verte bien, o mejor cuando menos.
Estoy haciéndole daño, verme así la lastima y me siento una mierda por causar esto, no solo a ella, si no a todos los que me rodean, no se lo merecen. Lágrimas gruesas se deslizan en mis mejillas, un par de sollozos se me escapan, la mirada de Tamy está clavada en la mía y no pasa mucho tiempo antes de que el llanto la traicione a ella también, entonces pongo mi cabeza entre mis piernas tratando de evitar que me vean llorando, que me vean desmoronandome una vez más. De pronto unos brazos se envuelven alrededor de mi cuerpo y solo eso necesito para que mi llanto sea incontrolable, me incorporo y correspondo al gesto de mi amiga.
—L-lo siento— mi voz es un susurro casi inteligible— p-pero no puedo.
Mi amiga niega con la cabeza mientras me escucha.
—Si puedes Liza— se aparta para poder verme a la cara— eres la persona más jodidamente fuerte que conozco— niego con la cabeza— si lo eres. Nunca haz necesitado de nadie, debido a tu condición aprendiste a valerte por ti misma cuando aún eras una niña, haz pasado muchos años sin nadie más en tu vida más que tus padres y tu Nana, además de las burlas y abusos que haz recibido. Esto no es nada más que una prueba para ti, tal vez la más grande que haz tenido— la chica rubia se limpia las lágrimas con el dorso de su mano— pero lo superarás, porque no estarás más sola, ahora tienes a dos amigos que te quieren demasiado— su mirada se clava en el chico que se encuentra recargado en el marco de la puerta de la oficina de mi padre— ¿No es así amor?
ESTÁS LEYENDO
Desafiando al destino
RomanceElizabeth Mills perdió a su madre cuando solo era una niña, el hombre que lo hizo no descansaría hasta terminar con la familia Mills, en venganza hacia su padre Thomas. (Quien es el capitán de la policía). Pero eso solo era una parte del problema de...