Desafiando al destino

Capítulo 44

—¿Que sucede?— pregunto una vez que Matt se ha ido.

—Nada— responde Tamy con una sonrisa fingida en su rostro, entrecierro los ojos en su dirección— Matt va a matarme si te lo digo.

—No lo hará— niego con la cabeza.

—Es que nos dijo que no te diéramos preocupaciones ahorita. Aún estás en recuperación— resopla cuando ve que no tengo intención de dejar el tema— ¿Tienes alguna idea de quién evitó que Dan te asesinara y abusara de tí?— niego con la cabeza, aunque tengo la ligera sospecha <<gracias a los golpes que tiene en su rostro>> de que fué Matt.

—Matt llegó y vió como Dan estrellaba tu cabeza contra el suelo— niega con la cabeza— no soportó verte tirada en un charco de sangre, en ropa interior y perdió la cabeza— mi ceño se frunce.

—¿A que te refieres con que perdió la cabeza?— pregunto aunque temo por la respuesta— ¿Dónde está Dan?

—Desde que te trajeron...

—¿Desde... que me trajeron?— la corto de tajo, con tono confundido— ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

—Has estado tres semanas inconsciente, no sabían que pasaría contigo— suelta un suspiro—tenías huesos rotos y una contusión cerebral, además de que una de tus costillas rotas logró perforar uno de tus pulmones.

—Eso justifica el enorme dolor que siento en todo el maldito cuerpo— suelto con mueca de dolor— ¿Que pasó con Dan?

—No creo que sea el momento de...

—En algún momento se enterará— esta vez es mi Nana quien no deja terminar a mi amiga— cuéntale todo, yo iré a la casa, tengo que traer ropa para mi niña y algunas cosas más.

—Joe sigue con su hija. Pero Jason está afuera, pídele a él que te lleve— dice, a pesar de que sé que desearía no tener que hacer esto, desearía no tener que ser ella la que me dé las malas noticias, desearía salir corriendo de este lugar hasta escudarse con su prometido y dejar a Eve con ese peso.

Mi Nana asiente y avanza hasta situarse a mi lado, se agacha y besa mi cabeza, se despide diciendo que volverá cuánto antes, que debo tomar las cosas con calma y que debo cuidarme hasta mejorar, entonces sale de la habitación dejando la estancia en un silencio tirante y tenso. Pasan unos minutos antes de que mi amiga se atreva a romper el silencio.

—Dan está en coma— siento como si un balde de agua fría cayera sobre mí, cuando escucho las palabras de Tamy— Matt lo golpeó hasta cansarse, creen que no sobrevivirá— trago duro— el señor Taylor intentó llevárselo para que lo procesaran, pero Matt suplicó a su compañero, el señor Ferguson que le permitiera quedarse contigo hasta que estuvieras consciente, les mintió, a la policía y aquí en el hospital. Los doctores no querían permitirnos entrar si no éramos familiares directos, pero les dijo que él era lo único que te quedaba, les dijo que era tu novio y que tus padres habían muerto y no tenías más familia— una sonrisa melancólica se desliza en sus labios, y su mirada se pierde, como si estuviese reviviendo el momento— los convenció, y desde entonces no se había separado de tí.

Me siento entumecida, debido al estado de shock en el que he entrado gracias a la información que Tamy acaba de darme. No sé que haré para ayudar a mi amigo, pero no dejaré que se hunda, no lo dejaré pudrirse en la cárcel por salvarme la vida.

—Matt se culpa por lo que te pasó— continúa mi amiga después de ver que no tengo nada que decir.

—¿Porqué?— un deje de confusión tiñe mi voz.