El gesto de superioridad en el rostro de Dan me irrita— ¿Que demonios estás haciendo aquí? ¿Cómo entraste?
—Fue demasiado fácil en realidad, deberías de fortalecer tu seguridad— Dan Taylor avanza un par de pasos en mi dirección— ah, por cierto, ¿Buscabas esto?— en sus manos sostiene el arma que estaba en el despacho de mi padre.
Una sonrisa se desliza en mis labios cuando me doy cuenta de que es un idiota que apenas y sabe defenderse, con mi entrenamiento no tendrá oportunidad contra mí, el tipo de personas como Dan o como su padre están acostumbrados a que otras personas hagan su trabajo por ellos, no les gusta ensuciarse las manos y eso los convierte en unos inútiles.
—No te preocupes, no hará falta— hago un encogimiento de hombros.
—¿En serio? ¿Estás segura?— su sonrisa se ensancha mientras que hace un gesto con la cabeza en dirección a la cocina— ¿Ya te presenté a mis amigos?
Dos hombres esperan en el umbral de la cocina <<mierda>>. Sin pensarlo muy bien comienzo a correr en dirección a la sala, pero uno de ellos se abalanza hacia mí, haciéndome caer con él encima, en un hábil movimiento me giro y quedo sobre el, así que doy un puñetazo en su rostro, me levanto nuevamente y vuelvo a correr hasta la sala, el segundo hombre se lanza a mis pies haciéndome caer, en un acto desesperado le doy con el codo en la cabeza, éste parece haber recibido daño, ya que su agarre en mis pies cede.
Cuando me pongo de pie, Dan se encuentra a pie del sillón donde mi bolsa se encontraba, con mi celular en sus manos, trato de ver las opciones que tengo <<que en realidad no son muchas>> avanzo al costado de la estancia, para no darles la espalda a ninguno de ellos y ver cuando me ataquen.
—¿No pueden con una niñita?— el tono de burla que usa Dan hace que una punzada de coraje me llene el cuerpo.
—No nos dijiste que sabía pelear— habla uno, mientras se incorporan, esbozando mueca de dolor.
—Por eso es que vienen dos— rueda sus ojos— ¿Sabes que es lo que he estado observando?— dice, con su ceño fruncido, esta vez para mí— ese idiota, con el que estabas en tu cumpleaños y que me presentaste como tu novio— continúa hablando después de ver que no obtendrá respuesta de mi parte— en el tiempo en el que te he estado vigilando no parecen ser muy demostrativos con su amor. Y lamento ser yo el que te lo diga, pero te está engañando, con una rubia.
—¿Me haz estado vigilando?— el tono de incredulidad en mi voz lo hace sonreír
—¿Te sorprende el hecho de que te haya estado vigilando, pero no el hecho de que tu novio te engaña?— Dan suelta una risa, pero puedo ver que está conteniendo su ira— ¡¿QUE TAN ESTÚPIDO CREES QUE SOY?!— el estallido de su voz me hace pegar un brinco en mi lugar.
—Estás loco— suelto en un susurro— lárgate de mi casa.
—Ya basta de juegos. Hagan lo suyo— indica a los hombres, quienes avanzan hacia mí.
Uno de ellos intenta darme un golpe en la cara, pero logro esquivarlo, sin embargo el segundo sujeto quien me ha soltado un puñetazo en el abdomen logra darme de lleno, haciéndome sacar todo el aire. Intento llenar nuevamente mis pulmones, sin lograrlo del todo, pero lo suficiente para moverme y atestar mi rodilla contra el rostro de uno de ellos (el más pequeño). El segundo es más corpulento y fuerte. Entonces las palabras que Harry me dijo un día resuenan en mi cabeza <<eres ágil, ventaja que te dará con los hombres grandes y fuertes, podrán ser más fuertes que tú, pero son más lentos y torpes, úsalo a tu favor>>. Rodeo al hombre grande y ataco sus muslos con una patada, luego otra y otra, hasta que lo hago caer de rodillas, estoy a punto de darle un golpe en la cabeza, pero alguien me sostiene por detrás, y me gira, es el hombre pequeño, quien me da un golpe en la cara, el mareo repentino me hace sentir desubicada por un momento, pero logro recomponerme, tiro un puñetazo en su dirección y logro darle en la mandíbula, suelto dos más teniendo éxito y justo cuando creo tener el control de la situación, un estallido de dolor me llena la parte trasera de la cabeza, puntos negros oscilan mi visión, la confusión me llena el cuerpo por un instante cundo me doy cuenta que los dos hombres están frente a mi. ¿Quien demonios...?
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Desafiando al destino
RomanceElizabeth Mills perdió a su madre cuando solo era una niña, el hombre que lo hizo no descansaría hasta terminar con la familia Mills, en venganza hacia su padre Thomas. (Quien es el capitán de la policía). Pero eso solo era una parte del problema de...