Capítulo #21 // Saliendo a la Luz

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Yuta

…Llamada en curso…

¡¿A que no adivinas quien tiene una cita?!-.

Charlotte- ¿Tu?-.

SIIIIIIIIIIIII, el chico es súper lindo y todo-.

Charlotte- No sé, te eh dicho que eso no me interesa-.

Ay no seas así, no voy a querer que después te estés quejando de que ya no te escucho cuando hablas de tu odio hacia Súper Juniors, 2018-.

Charlotte- Es 2012 y tengo mis razones para hacerlo-.

Algún día entenderé tu amor hacia las músicas del 2100 para abajo-.

Charlotte- Algún día muy lejano, ¿Y no ibas de salida?

…Fin de la Llamada…

_Colgué de inmediato, es que su memoria me encanta, y sé que se preguntan con quién saldré.

Flashback

_Estaba en una cita organizada por mis padres con el hijo del Magnate Marlow Golden, se llamaba Daniel Golden, es que ósea, tengo trece años, no quiero un pegoste ahorita, retornando, me aprendí su nombre de tantas veces que lo decía, siempre se adulaba así mismo, mi cara era de fastidio total y por su presumir no lo notaba, yo ni hablaba, tenía ganas de apuñalearlo con mi tacón, cuando me di cuenta de que la adulación así mismo cambio por quejas e insultos, salí de mi mundo de fantasías y mis ojos se toparon con los de un lindo mesero, pero el idiota con el que estoy ahorita lo noto y metió la pata hasta el fondo que empezó a jalonearlo.

Daniel- El muy estúpido, ¿Acaso no piensa limpiar mi camisa de marca favorita? – Jaloneo el cuello de su camisa.

Mira niño incrédulo, él no es un lacayo, para empezar el culpable eres tú por moverte como toda nena adulándote a ti mismo, no eres más que un soquete de primera que no conoce que la diferencia de clases sociales ofende a cualquiera, pero claro, tengo a un cualquiera en frente – me levante, le lance el pañuelo y fui muy molesta a las puertas del restaurante Francés.

_Tuve que ponerme a esperar a mi chofer porque mis padres no me dejaron traer el teléfono porque presentían que no quería salir con ese pendejo, así que ya han pasado 2 horas y Kaledh no ha asomado sus narices por acá y el creído de Daniel ya debe estar con una puta allí dentro.

¿?- ¿Todavía no te has marchado? – pregunto alguien a mis espaldas.

¿Uh? – Me gire – eres el mesero – me levante de la acera y tome sus manos – gracias-.

Mesero- ¿Porque? – me miro confuso, tan tierno.

Por tirarle ese batido encima, gracias a eso se cayó la boca – dije con alivio.

Mesero- ¿Me das las gracias por arruinar tu cita? – ironizó.

Sipasentí.

Mesero- Bueno, se notaba de a leguas que eso no funcionaba, tú con una mirada asesina y el balbuceando – ambos reímos.

Mi nombre es Yuta, japonesa con orgullo – entrecerré los ojos y le di una sonrisa.

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