El día llegó y Serena continuaba de pie frente al espejo, blanca y de tersa piel observó con gran detenimiento su imagen. Era una novia, una novia bella y perfecta, todo su atuendo resaltaba su figura y rostro.
— Apenas y puedo reconocerme — Musitó.
Rei giró de su ocupación y sonrió, mirando su obra ella apenas y pudo ocultar su incomodidad.
— Afortunadamente pudimos tapar las ojeras-. Refirió con cierto rubor en las mejillas — . Serena querida, que calladito te lo tenías, ¡Y yo que le di mi tarjeta! ¡Oh my good! ¡Y te pregunté cómo lo hacía!.
El rubor se extendió a todo su rostro. Serena no abandonó su expresión, en lo único que pensaba era en cumplir con el compromiso, y saber qué seguía.
Aunque también esperaba que Diamante cumpliera con lo que dijo respecto a las mujeres, además de que esperaba que no se revolcara con Rei ahora.
Con disimulo, puso una mano en su frente. Aún enrojecida por la vergüenza, Rei ajustó el velo y cubrió el rostro de la rubia.
— Lo siento Serena.
— Simplemente no lo sabías.
Otro hombre del que Serena poco sabía. Vaya locura.
— ¡Cielos! — Exclamó Lita cuando llegó a la habitación, mirando cómo lucía su amiga, la dulce castaña se abalanzó a abrazarla — Te ves preciosa Serena. — Pero aún su rostro denotaba el desazón de la decisión de Serena, ella estaba enmedio de todo, y pues aún era empleada de Darien, y al no casarse con él era obvio que el puesto de Lita estaba en juego— Sere, amiga, sabes que es una locura — . Volvió a decirle, una vez que estuvieron muy cerca — Darien se volverá loco, aún más cuando sepa que cambiaste el lugar de la boda.
Serena de verdad sintió la aflicción de su amiga, pero su deseo de joder a Darien aunque sea ese día, estaba muy presente y sonrió con satisfacción. Darien nunca envió el resto del pago por el fastuoso salón acordado, así que entonces si había decidido desecharla, ella sí se casaría, pero con otro hombre y en su casa.
— ¡Serena!— Exclamó Lita impaciente al verla tan relajada mirándose al espejo, Rei se mensajeaba vía celular sentada en un sillón, ajena a lo que hablaban Lita y Serena, la sensual morena sonreía cada que leía las respuestas.
— Ya está hecho Lita. Si algo pasa, tú di que estabas fuera, y procura no estar a foco de los periodistas.
— Ah sí claro, fácil. — Masculló con dejo de molestia, le tomó del brazo y avanzó con ella hasta la puerta. — Después de todo Serena, eres una gran mujer, me considero tu amiga y quiero cosas buenas para ti. Sin embargo siento que te estás precipitando con esta boda.
Serena exhaló, ella estaba tan o más nerviosa que Lita, así que volteó a verla, alzó el velo y lo echó atrás.
— No es una buena decisión Serena. Lo sabes.
— ¿Cómo lo sabes? ¿Acaso ahora mismo estás en mis zapatos?
Lita echó un paso atrás, Darien era su frío y desatento jefe, pero en Serena había encontrado casi una hermana.
— Serena, sólo deseo que tus decisiones estén basadas en cosas tangentes, reales, y que de ello salgan resultados felices.
Serena enarcó una ceja, alzó el vestido y suspiró. No quiso hablar más, probablemente estaba haciendo mal, pero por otro lado quizá sería bueno, sino, ya había acordado con Diamante, así como él dijo, cuando todo estuviera en calma, y su integridad fuera de peligro, él sin impedimento alguno le otorgaría el divorcio.
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El Benefactor
RomanceLa gran artista de la música, Serena Diva T. se halla en gran predicamento al descubrir que su demasiado protector novio Darien Chiba le hace una imposición. Ella lo toma como una invasión a su libertad y por amor, o curiosidad, acepta al nuevo per...