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Los días pasaron lento haciendo merma en la rubia que se paseaba por el jardín. La suave brisa cayendo sobre el lugar le hizo sentir melancolía y cierta tristeza la apañó cuando llegó a donde las dos rosas.

"Esas dos rosas son como nosotros, diferentes, rodeadas de diferentes entornos, pero con algo en común., sus corazones son lo mismo, la misma esencia" Le había dicho él, cuando estuvieron juntos en el jardín.

-- Te amo, también me enamoré de ti.

-- Sere, ¿Vas a desayunar querida?

Lita se había acoplado bien a su estancia en casa, afortunadamente Tamara no estaba seguido en el lugar y sus intervenciones eran mínimas.

-- Claro, sólo me daré una ducha, -- Sonrió contenta, cuando Lita fue tras ella -- Diamante llega mañana y quiero tener todo listo.

-- Por supuesto, ¿Entonces al fin le dirás que también lo amas? ¿O te quedarás como estatua otra vez?

¿Con que sí los habían escuchado?

Serena enrojeció al mirarla de nuevo, encogió los hombros.

-- ... Le haré una cena especial.

-- Y yo me prepararé para irme, ¡Tengo nuevo empleo!

-- ¿En serio, es con el amigo de Diamante?

Lita asintió.

-- Sí, el señor Andrew Furuhata vuelve hoy de un largo viaje y tiene mucho qué hacer, así que -- Encogió los hombros -- Estoy contratada.

.

Todo estaba yendo muy bien, Serena se preparaba para el regreso de Diamante y con ansias deseaba decirle que era correspondido.

Pensaba en contratar un nuevo mánager y reanudar el lanzamiento del disco así como los conciertos. Se encontraba muy entusiasmada con ello y deseaba con toda el alma llevar una vida amorosa normal.

Sonriente e inspirada se dispuso a componer una nueva canción, sería premisa para un nuevo disco.

Tomó papel y pluma pero su celular comenzó a sonar.

-- ¿Sí? -- Respondió al ver el número desconocido.

-- ... Hola, soy yo.

Una horrenda distorsión se escuchó, Serena apartó el aparato de su oído, luego volvió a responder.

-- Diamante, mi amor, ¿Eres tú?

La chica escuchó los ruidos de la llamada cortada. Arrugó el entrecejo.

-- Diamante, te sigo esperando.

En tanto, Darien Chiba apretaba tanto su dispositivo móvil, que pareció querer hacerlo añicos.

"Con que mi amor ¿No?"

Respirando odio y voraces ganas de arrancarle la cabeza a Diamante, Darien abordó su nuevo auto y a velocidad exorbitante partió lejos, a un punto específico.

.

Diamante pensaba mucho en su amada, avanzando por el pasillo del andén meditaba en los últimos hechos y lo que podría pasar más adelante cuando se topó con Haruka al salir.

-Hola Diamante, tenemos que hablar.

-Lárgate, no hay nada qué hablar.

-¿Ni aunque trate de Serena?. Vamos, tengo algo interesante que proponerte, todos saldremos beneficiados.

Diamante repudiaba a esa tipa, sobretodo por haberle pedido que dejara a Serena sola. Lo que Haruka no sabía, era que él estaba enamorado de la rubia y por ella era capaz de todo.

El BenefactorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora