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Serena enfureció más y le empujó sobre la estantería donde estaban las botellas, una de ellas al caer ocasionó que un vidrio alcanzara una de las manos de Diamante.

—— ¡¿Por qué no dices nada?!

Diamante estaba paralizado ante ese frustrante ataque, pero más por la peculiar confesión. ¡Ella estaba enamorada de él! ¿Pero por qué maldita sea dudaba así?

—— ¡Diamante! —— Serena despertó de su furia y parpadeó dos veces antes de ver lo que había causado. —— Diamante, mi amor, yo

Diamante la tomó por los hombros, sin ser capaz de sentir el dolor de la cortada, se centró en mirar a la rubia.

—— Serena, yo sería incapaz de hacerte daño —— Dijo él, sin moverse de su lugar y sin reparar en el sangrado. —— Yo te amo, estoy enamorado de ti.

—— ¡Dios no! —— Serena se aferró a él, apretándose contra su pecho, tomó su mano y la levantó para que el flujo se detuviera. —— ¡Diamante yo te amo!. —— Le dijo con gran emoción en la voz ——  Y si esa perra te ha pagado para que me mates,  hazlo de una vez, pues no soportaría vivir amándote y haber sido una burla para ti.

Diamante sintió alivio, amaba a esa mujer, y tenían que aclarar las cosas, pero primero debía curar esa herida sangrante.

.

Habiendo vendado la mano de su marido, y escuchado lo que pasó con Haruka, Serena se recostó en el pecho de su amado.

—— No pasó nada entre Darien y yo —— Dijo ella, más tranquila sabiendo que todo había sido un enorme mal entendido, bueno, no, todo había sido causado por ese par. —— Supongo que mis presentimientos son ciertos.

—— ¿Que Haruka y Darien están juntos? —— Refirió él sin retirar la mano de la espalda de Serena.

—— ¡Qué tonta fuí!

Diamante suspiró mientras recordaba la vez que vio a la pareja muy rara en el hospital, cuando Serena estuvo internada, y a su mente llegó una conjetura.

—— No debemos dejarnos llevar por ellos.

.

Darien iba y venía, mientras fumaba con desesperación se preguntó una y otra vez qué habia pasado, por qué su plan estaba mal.

—— Es que no puedo, ¡No puedo concebir que lo quiera!. Maldito Black, ahora de

—— ¿Que lo quiera? —— Intervino Haruka, entrando en el recibidor, con una maleta.

Darien no esperaba que Haruka se hiciera presente, él tenía otros planes y la rubia mujer parada en su sala se los estaba arruinando.

—— Nada, sólo hablaba solo —— Respondió con dejo de molestia, —— ¿Sabes Haruka? No creo correcto que estés aquí

—— ¿Ah sí? ¿Y por qué?. Digo, ella ya no vive aquí y creo bien me puedes recibir.

Haruka se acercó a Darien, con una ceja enarcada preguntó el por qué no había ido por ella al aeropuerto.

—— Bueno, como te dije, tengo remodelaciones y

—— ¿Ah sí?, y —— Miró a todos lados —— ¿Cuáles remodelaciones hiciste? —— Replicó mirando su alrededor con mayor detalle —— Me dijiste que por ello no podía llegar aquí.

—— Pusieron el cristal del ventanal, además un baño de arriba está

—— … ¿Estás haciendo cosas a mis espaldas, Darien?

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