Estaba avergonzada de mí misma.
Dioses...
¿Qué había hecho? Posiblemente arruiné todas mis oportunidades de conseguir una alianza real. Nate se enfadaría conmigo, Donovan se enfadaría conmigo.
Yo estaba molesta conmigo.
Me dejé llevar por mi mal genio y metí la pata, lo supe desde el momento en el que abandoné la sala. Mordí mi uña, intentando pensar. Si entraba de nuevo, quizás podría pedir disculpas y hablar con más calma. No podía ser tan impulsiva, no cuando de mí dependía mi manada.
Respiré hondo. No podía ser tan malo... ¿O sí?
Recibí un mensaje de mi abuelo, escrito con una pulcra letra. Supe que la escribió con magia, mientras intentaba calmar al montón de brujos que probablemente estuvieran pidiendo mi cabeza.
"Eleanna, ve a descansar a algún lugar. Te haré saber cuando todo esté listo. Mientras tanto, intentaré arreglar esto. Trata de no meterte en más problemas, por favor".
Leí sus palabras varias veces, procesando. De acuerdo, si el abuelo se encargaba, entonces yo no iba a entorpecer aun más su trabajo. Me iría por el lugar, a buscar quién sabe qué.
No sabía a dónde ir. Estaba en la comunidad, pero no la conocía. No tenía idea de qué podía hacer mientras esperaba. Caminé fuera del edificio y paseé por un rato por el lugar, sin tener ni la menor idea de qué haría cuando me negaran la ayuda.
Caminé por todo el lugar. Muchos brujos me miraron con recelo, mientras que otros se veían entusiasmados conmigo. No se acercaban, ni intentaban atacarme, pero si me veían, como si estuvieran vigilando que no hiciera nada malo.
¿Y qué se supone que podrías hacerlo? ¿Quemarlo todo? Porque no me parece una mala idea.
Reprendí a mi loba, llegando hasta una especie de plaza. Tenía un gran monumento a Lucy, leí. Una brujita que bailaba por toda la plaza gracias a la magia.
Me senté en un banquillo, admirando al monumento bailar por doquier. Se veía más como una proyección, iluminando todo incluso con el sol sobre nuestras cabezas.
—¿Estás perdida? —Se acercó una hermosa chica castaña hasta donde me encontraba, sonriente.
Era increíblemente preciosa. Sus pestañas eran largas y rizadas, aunque parecía no tener maquillaje. Sus ojos eran azules, tan claros como el mismo cielo. Su nariz era un poco respingona y sus labios lucían una sonrisa que se me antojó dulce.
La magia rebosaba de ella como nunca antes había visto. Su rostro se me hizo ligeramente familiar, como si lo hubiera visto alguna vez en un sueño.
—Un poco —admití. De nada me serviría actuar como una chica ruda.
—Está bien, aún no es tiempo de que todo suceda —algo en sus ojos no estaba bien, como si me viera, pero no me viera directamente.
—¿Disculpa?
—La guerra se acerca, pero aún hay tiempo. No vivas estos días partiéndote la cabeza pensando en qué hacer. Lo sabrás.
—¿Quién eres? —pregunté.
No se veía como una mala chica. De hecho, incluso parecía menor que yo, aunque ya me había olvidado de las primeras apariencias al conocer al consejo de ancianos.
—Soy Lily —tendió una mano, tranquila—. Es un placer conocerte de nuevo, Eleanna.
—¿De nuevo? —fruncí el ceño.
![](https://img.wattpad.com/cover/187239781-288-k357279.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Los sacrificios de la luna
WerewolfEleanna es una humana criada entre hombres lobos. ¿El problema? Está enamorada de un imbécil. ¿El mayor problema? Ese imbécil es su mejor amigo y el futuro alfa de la manada. Como si enamorarse no fuera lo suficientemente complicado, Eleanna desar...