Capítulo 43: Una daga.

22.2K 3K 295
                                    

Ya estaba advertida de que existía un brujo capaz de inhibir nuestros poderes. Fue una de las primeras cosas que Toderick me informó, puesto que era peligroso para nosotros. Por esa razón, lo mejor que podía hacer era alejar a Luxu de la batalla, de sus acompañantes, pero de nada había servido, solo pude luchar contra él durante unos minutos, antes de que termináramos envuelto en la batalla general.

Incluso era capaz de ver desde donde me encontraba a Tyler, transformado, pelear contra otro lobo, solo que este se mantenía en forma humana. Lily estaba curando a alguien, uno de los vampiros, el cual tenía una herida bastante escalofriante en el brazo. Liam estaba cerca de ellos, cuidando que nadie se acercara a Lily mientras él los protegía. No podía ver a Carol, pero eso era mejor. Significaba que estaba oculta y a salvo.

Apenas y logré notar a Donovan, luchando cuerpo a cuerpo con varios vampiros. Y Kaos estaba en el centro, cuidando protegiendo a todos de ataques mágicos.

Gracias a mi forma de loba, podía ver mejor todo a mi alrededor, incluso la magia que se movía por todas partes, siendo utilizada tanto por nuestro bando como el de Luxu.

Pero el brujo logró que toda la magia desapareciera, se fuera tan lejos que era imposible utilizarla para nosotros. El único que mantenía la magia a su alrededor, era solo Luxu.

Cuando Nathan comenzó a alejarlo, por más nervios que me dejaba saber que se enfrentaba con un brujo, confíe en que él lo resolvería. Ese brujo podía darle la vuelta a la batalla, necesitábamos de alguien que lo separara de nosotros. Y Nate era un gran alfa, no tendría problemas en mandarlo a dormir.

Eso espero.

Elliot se transformó en un hermoso lobo gris, siempre a mi lado. Su pelaje parecía brillar, iluminar todo a su paso. Su tamaño de lobo era mayor que el mío, pero más pequeño que el de Nate. Se transformó una vez que confirmamos que nuestra magia brillaba por su ausencia. Las ventajas de ser un híbrido.

Si no contaba con la magia, siempre podría contar con su lobo.

—Voy a acabar con ustedes, malditos mocosos —escupió Luxu, quien nunca detuvo sus ataques con hielo.

Al menos teníamos la suerte de esquivar gracias a nuestros reflejos, puesto que la magia aún no regresaba a nosotros. El hielo comenzaba a afectar a todos, pero no había nada que pudiéramos hacer, al menos no por ahora.

Elliot y yo atacamos en conjunto. él se fue por la derecha, mientras que yo me dirigí hacia la izquierda. Sin embargo, Luxu nos hizo volar por los aires sin siquiera sudar un poco. Choqué contra un árbol, gruñendo por lo bajo por la fuerza del golpe.

Era demasiado fuerte. Sin la magia para defendernos de sus ataques, no lograríamos vencerlo.

—Elliot, creí que eras mi aliado —negó con la cabeza.

Vi con pánico mientras Luxu se acercaba a paso lento hacia Elliot, jugando con su cuerpo lobuno gracias a la magia. Lo hacía moverse hacia atrás, rompiendo árboles incluso. Elliot intentaba zafarse, mientras yo intentaba recuperarme del golpe para ayudarlo.

Sin embargo, cuando logré acercarme, ya era demasiado tarde.

Atacó directamente hacia Elliot, impulsándolo hacia atrás. Elliot se quejó por lo bajo cuando el impacto contra otro árbol lo atacó, el olor de su sangre fue la primera señal de que algo no estaba bien.

El cuerpo de Elliot se veía herido, en una posición incómoda, sobre el suelo. No se estaba levantando.

—¡Elliot! —quise gritar, corriendo hacia él, intentando ayudarlo.

Los sacrificios de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora