Camboy ; Kookmin |PAUSADA - EDICIÓN EN PROCESO|

26.

💝Maratón 3/5💝

—¿Eso fué lo que pasó?— dijo Jungkook en un tono entre molesto y atónito, haciendo que Jimin asintiera frenéticamente. —¿Desde un principio no eras tú?—

Después de unos minutos, Jungkook había salido totalmente del cuerpo de jimin, también sacando el dildo y dejándolo por ahí, en cambio Jimin solo seguía llorando al estar acostado en el sillón, dándole la espalda a Jungkook, quien estaba sentado en su silla frente a él con la cabeza gacha entre sus manos.

“Maldicion, Jeon Jungkook, ¿No te da pena? Esta es la segunda vez que pasa...” Se recriminaba Jungkook una y otra vez en su cabeza.

Jimin no quería hablarle, estaba más concentrado sollozando.

“Maldita sea, al menos que diga algo...”

—Yo solo...— habló Jimin por primera vez desde que había terminado todo. —Quería hacerlo de una forma que me recordara a cuando solo era un espectador... MD solo me dió unas sugerencias.—

Aquello hizo que la piel del pelinegro se erizara por completo. Que lo diga de esa forma significa que habían sido descubiertos por MD y lo peor de todo era que Jungkook no podía decir nada aunque estuviera molesto.

—Ésto fué por tu culpa... ¿Cierto?—

—¿Qué es lo que quieres decir?—

—Si reconoces que hiciste mal, entonces... Quiero que salgas conmigo el próximo fin de semana.— Jimin seguía de espaldas a Jungkook, más sin embargo, se había acomodado para quedar sentado.

—¡¿Qu..?!— ¿salir? Sus manos estaban empuñadas y temblando, pero incluso él tuvo que reconocer que le hizo demasiado daño. —Está bien...—

—¡¿DE VERDAD?!— Aquello hizo que el rubio se diera la vuelta totalmente emocionado y con una sonrisa que emanaba felicidad pura, aparentemente recuperado por completo. —¡¡¡Ya lo prometiste!!!—

“Jodida mierda...”

(. . .)

Situación en el tiempo: Cuando Jimin había llegado al apartamento de Jungkook en la noche.

Con el aburrimiento a más no poder, Taehyung se encontraba limpiando el piso del local.

Había cambiado turnos nocturnos con Jimin ya que el se lo había pedido, según el rubio, estaba enfermo. Pero sin embargo ya era muy tarde y no había ido ni un solo cliente.

Pero eso al parecer bastó para que segundos después, la campanilla de la entrada anunciara que había llegado alguien.

—Ah, lo siento mucho señor, ya hemos cerrado.— Dijo Taehyung al ver a un hombre de traje beige entrar por la puerta.

—No, no vine a tomar café, vine para hablar algo contigo.— respondió el otro a paso lento.

—¿Conmigo?— no tenía idea que era lo que pasaba, jamás había visto a ese hombre en su vida. Dejó la escoba a un lado y empezó a hablar de nuevo. —¿Para que me busca? ¿Usted me conoce? Además, ¿Quien es usted?—

—Ah, debí presentarme primero, lo siento mucho. Soy Kim Namjoon.— llegó al frente del chico, pudiendo apreciar más de cerca aquel hermoso lunar que adornaba su nariz. —Hoy cambiaste el turno con Jimin, ¿Cierto?—

—¡¿Eh?! ¿Cómo lo... Espera, ¡¿Conoces a Jimin?!—

—Si, nos conocemos.— sonrió. —Yo fuí quien le pidió que cambiasen de turno.— se inclinó más hacia el rostro contrario. —Porque quería tiempo para estar a solas contigo, Taehyung.—

—¿Así que vas por ahí y cambias mi precioso horario sin preguntar? Ya había quedado con alguien para beber.— respondió el menor hastiado.

—Si no fuese de esta manera, no tendría oportunidad de reunirme contigo. Le pedí a Jimin que me presentara a ti pero lo rechazaste.—

Flashback.

—Ummm Tae, quiero presentarte a alguien...—

—JAJAJAJA ¿Tu quieres presentarme a alguien? No juegues, Jiminnie.—

Fin del flashback.

—Ah.. eso, pensé que era una broma de Jimin.— acomodó su postura, cruzándose de brazos para volver a hablar. —Entonces quieres decir que estás interesado en mi, pues... No te culpo, soy demasiado lindo y podría hacer que cualquiera se enamorara, la mayoría de chicos que vienen a este café, terminan flechados por mi.—

—No, la primera vez que te ví fué en un bar gay, ¿No me recuerdas por el bar 'Love Mans'?—

Intentando recordar, por fin había encontrado el recuerdo en su mente.

—¡¿Tu eres el tipo que puso droga en mi bebida?!—

—¡No!— ésto estaba siendo más difícil de lo que esperaba. —Lo diré directamente... Soy conocido como MD y hago transmisiones en CMguys.— el cuerpo de Taehyung se había tensado completamente. —Sé que es presuntuoso de mi parte acercarme de esta manera cuando todo lo que se es que eres gay, lo siento mucho. Pero desde la primera vez que te vi, me gustaste mucho.— Hablaba con tanta tranquilidad que incluso llegaba a sorprender. —Espero que aceptes ser mi sumiso y transmitas conmigo. Si aceptas, puedo repartir las ganancias de las transmisiones contigo.—

La realidad era que Taehyung había quedado en una especie de estado de shock.

“¿Él es MD...? Aquel famoso caballero reconocido por sus juegos de BDSM... Él, él definitivamente es un tesoro del mundo de la perversión... ¡¿Alguien como él está interesado en mi?!”

Rascándose el cuello, analizó de arriba a abajo la figura más alta mientras pensaba en que hacer.

—Emmm... Eres demasiado viejo.—

Aquello fue como un daga clavada en su corazón, él no era demasiado viejo, tenía 29 años, solo que los demás eran demasiado jóvenes.

—Y sólo me gustan los hombres jóvenes y firmes.— vió como el hombre frente a él estaba frotándose la sien con una se sus manos. ¿Había sido demasiado directo?

Más temprano que tarde, el mayor se recompuso y llevo una de sus manos al hombro contrario para acercarse más a su anatomía.

—Si eso es lo que deseas, puedo invitar a un joven y firme a jugar un trío.— se acercó a su costado, estando muy cerca de su cuello al susurrar. —: Si te vuelves mi sumiso, todo lo que quieras es posible, Taehyung.—

Aquello dejó atónito y sonrojado al más pequeño, pensándolo bien, mostró una sonrisa llena de lujuria al tomar en manos la corbata del contrario, quitarla y amarrarla en su cuello, delineando hasta el final en forma de ofrecimiento al más alto.

—El señor también estará satisfecho, así que vamos, quiero que me muestres que puedes hacerme.—

No hubo nada más gratificante para el de traje que aquella actitud, estaba convencido de que ese chico era especial. Tomó la punta de la corbata en su mano y lo atrajo a él.

—No te preocupes, te haré llorar y rogar por más.—