27.

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💝Maratón 4/5💝




Había ropa tirada por todas partes y un Jimin muy bien arreglado, terminando de hacer retoques a su cabello con el fijador para poder hacerlo hacia un lado.

—Agh... ¿No sé verá ridículo de ésta manera?— tomó su celular y al ver la hora y asegurarse de que todo saliera bien, pero, iba tarde.

Él fin de semana tan esperado al fin había llegado, y ese pequeño rubio no podía estar más feliz, era su primer encuentro con Jungkook sin que fuera por motivos sexuales.

Jungkook dijo que podía hacer lo que quisiera, así que Jimin se pasó todo el día pensando en que podrían hacer, lo había planeado todo y se veía perfecto.

Estaba tan emocionado que solo podía preguntarse si su sunbae estaría tan emocionado como el.

Pero como de costumbre, sus ilusiones era bastante erróneas.

Jungkook se hallaba en el gimnasio terminando su rutina de siempre, la vista de todos iba dirigida a él la mayoría de las veces al pasar a hacer levantamiento de peso en brazos, levantando más que su propio peso.

Trataba de distraerse de que tenía que salir con el molesto de Jimin.

Una vez terminó toda su rutina, no único que hizo fue darse una ducha rápida, ponerse la ropa deportiva que se hallaba en su casillero y dirigirse al cinema al cual había quedado con el menor.

Sus pasos se adentraron en el lugar y sus ojos buscaron con calma al otro, hayandolo por fin en una esquina jugando con sus manos y mirando a todas partes nervioso.

—Hey.— saludó neutro. —¿Ya compraste los boletos?—

—O-Oh.. Sunbae ¡Hola...! ¿A- acabas de entrenar...?— dijo el más pequeño al ver la ropa de gimnasio que llevaba Jungkook.

—Si.—

—¿Que quieres comer? ¡Tengo un cupón para cambiarlo por palomitas! ¡Ah, dime si quieres beber algo! Es que, es que temía de que el hielo se derritiera, por eso no lo compré.— parecía un pequeño saliendo de casa por primera vez. —¡Debí hacer fila antes!—

—Simplemente vayamos a verla así.—

Lo demás fué historia, al final si compraron la comida y ya se encontraban buscando sus puestos en la sala de cine.

Al sentarse, Jungkook echó un vistazo a lo que decía el boleto de la película.

"Locura de amor en las Vegas"

¿Una película de amor? Esas eran de las que más odiaba.

—Umm ésta es la película que está actualmente en el primer lugar del ranking de películas.— comentó el menor al tener sus ojos fijos en la pantalla, pero Jungkook hacía poco caso, éste estaba incluso bostezando.

Después de una hora y quince minutos, la película ya estaba en su punto culminante y en la pantalla se mostraba la típica pelea de pareja en la que el amor es una mentira y fué todo una apuesta.

Esto es tan jodidamente aburrido... No entiendo por qué la gente paga para ver esta basura con chicas llorando, definitivamente las personas que ven este tipo de cosas son demasiado idiotas.”

Pero a su lado se escuchaban sollozos provenientes del rubio, quien moqueaba y lloraba desconsoladamente.

Aquí tenemos a un idiota.”

Pero al verlo más detenidamente, aquellas imágenes en las que vió a ese chico clamar por piedad vinieron a su mente , sintiéndose extrañamente mal al recordar cómo se sintió cuando explotó con el simple hecho de pensar que Jimin se iría con Namjoon.

Ese pequeño pensamiento, solo esa pequeña imagen de ellos juntos en el café bastó para que explotara y se desquitara con el primero que vió.

¿Cómo pudo cometer dos veces el mismo error? Ahora era el sentimiento se culpa el que atacaba su pecho.

Y es que a pesar de que Jimin se fuera con MD, no es algo que debía molestarle o desencadenar un episodio de ira.

Por eso, el hecho de estar siendo torturado sentado en aquella sala llena de chicas llorando, había sido nada más y nada menos que su propia culpa.

Se convenció de que su juicio estaba siendo afectado por la universidad y estaba estresado, no que fuera algo tan estúpido como tener esa clase de sentimientos.

Un toque delicado lo sacó de sus pensamientos dándose cuenta de que Jimin había recostando la cabeza en su hombro.

—Oye, ¡¿Que haces?! ¡Quítate!—  intentó quitar la cabeza de Jimin de dicho lugar pero el contrario se negaba leve. —¿Dónde crees que te estás recostando? ¿No te vas a quitar?— susurraba con histeria.

—Es demasiado triste, ¿Puedo quedarme de esta forma, por favor?— pero al final, Jungkook rechazó aquello.

Parecía que el pelinegro era repelente al contacto físico que no implicara algo sexual.

—Me hiciste pasar por mucho... ¿De verdad no puedo?—

No podía que creer que de verdad estaba siendo chantajeado por un mocoso. Pero en efecto, si lo había hecho pasar por demasiado. Terminó rindiendose segundos después, dejando que el contrario volviera a su posición inicial en su hombro.

(. . .)

Ya eran las 6:00pm y la película había terminado exitosamente, junto con el contacto de Jimin.

Ambos iban caminando en silencio por una de las calles de la ciudad.

—Antes de que pienses en algo más raro para hacer, vámonos a casa.—

—Aww, no podemos, esto apenas comienza.— dijo el otro con entusiasmo. Señaló frente a él un arcade y cuando Jungkook dirigió su mirada a este, sólo pudo mostrar su cara de escepticismo. —¡Ah! ¡Vamos allá!—

—¿Cuántos años tienes? ¿Aún vas a un arcade?—

—Me gustan mucho los arcades... Sunbae, ¿Tú no vas a jugar videojuegos?—

—Esos son juegos tontos para niños, ¿Por qué demonios jugaría?— además, para el pelinegro, Jimin no era más que un tonto, no es como si fuera rival para Jeon Jungkook.

(. . .)

—Woahh ¡Gané!— exclamó él más pequeño por tercera vez desde que empezaron a jugar Mortal Kombat.

Vió a su lado y se dió cuenta de que el mayor sostenía los controles con una furia increíble y parecía que casi temblaba.

—Juguemos de nuevo...—

—¿Eh...? Pero ya completamos el round.—

—Juguemos otro entonces.— sus ojos negros se hallaban fulminantes a la pantalla.

“¡¿PARK JIMIN PUDO GANARME?! ¡NO! ¡IMPOSIBLE!”

Camboy ; Kookmin |PAUSADA - EDICIÓN EN PROCESO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora