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Habían pasado aproximadamente tres meses desde que Park Jimin habia caído en un cuadro depresivo, el chico estaba en un estado irreconocible emocionalmente, a penas iba al trabajo, se había alejado de los pocos, o en realidad, el único amigo que tenía, Taehyung. 

¿Y qué lo estaba impulsando a salir de su apartamento a las diez y media de la noche? Sólo el hecho de que no había comido en un par de dias y que empezaba a sentirse peor fisicamente, cada vez más enfermo. 

Porque eso es lo que hace la depresión, te enferma tanto física como mentalmente hasta consumirte poco a poco para terminar deshaciendose de ti. 

Camino a la tienda de conveniencia se distrajo apreciando lo poco transitadas que estaban las calles a esa hora, junto con un pequeño gatito blanco que caminaba a su lado por alguna razón. Estaba tan distraído por aquellas cosas que no notó que alguien venía caminando en la dirección contraria.

Un estruendoso choque entre ambos causó que el pequeño gatito saliera huyendo.

—¡Ah!– exclamaron ambos al unísono.

–Como lo siento, fué mi error.– Habló primero el chico contrario a Jimin. –¿Estás bien?–

–Si, si, fué mi error, no me fijé por donde caminaba.– Jimin levantó un poco la mirada y pudo apreciar unos ojos de un profundo color café que lo miraban con un poco de preocupación, al igual que una mano extendida hacia el para ayudarlo a ponerse de pie. 

El rubio aceptó la ayuda y se levantó sacudiendo un poco su ropa y revisando si no tenía algún raspón. Por el contrario, el otro chico solo lo miraba algo hipnotizado, no podía negar que la persona frente a el parecía un verdadero ángel, a pesar de las ojeras que acompañaban sus cansados ojos. 

Jimin metió las manos en sus bolsillos y se percató de algo, su dinero ya no estaba.

–Mierda...– susurró Jimin, miró a todas partes en el piso y no veía nada. 

–¿Pasó algo?– preguntó el contrario. 

–N-no... Es que, no encuentro mi dinero.– pero fué ahí cuando vió su billete de cinco mil won justo frente a una alcantarilla, tanteando. –¡NO!– Gritó tratando de tomarlo pero sin éxito ya que una brisa lo llevo dentro de dicha alcantarilla, perdiéndose en las tuberías. –Maldición... ¿Es en serio?– ahora quería llorar. 

El extraño miraba con pena la situación, se veía que el chico la estaba pasando mal, así que tímidamente se dijo asi mismo que tal vez podría ayudarlo.

–Hey, umm, ¿Para qué era ese dinero? Si quieres puedo reponertelo.–

–Oh... Era para mi cena, pero tranquilo, n-no hace falta– respondió Jimin confundido, ¿por qué ese chico se ofrecía a darle dinero de la nada?–

–Bueno, de hecho iba de camino a cenar,  podrías acompañarme si gustas.– hizo una seña con la mano junto a una tímida sonrisa. 

–¿Por qué ? Digo, eres un desconocido...–

–Pues, comer solo es deprimente, y tu te ves como alguien que necesita compañía, al igual que yo, a demás, me gusta conocer nuevas personas.– 

Por alguna razón, la sonrisa y mirada de aquel chico hacia que jimin se sintiera confiado, tal vez si necesitaba algo de compañía.

–Ah, y mi nombre es Taemin, Lee Taemin, ¿Y el tuyo?–

–J-jimin, Park Jimin.–

–Un gusto, Park Jimin, ya no somos desconocidos, ¿Ves?–

Jimin rió y pensó ''Que mas da...'' 

Mientras que Taemin solo pudo quedar completamente hipnotizado por aquella sonrisa, por más debil que fuera, era preciosa. 

Camboy ; Kookmin |PAUSADA - EDICIÓN EN PROCESO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora