Camboy ; Kookmin |PAUSADA - EDICIÓN EN PROCESO|

28.

💝Maratón 5/5💝

En luchas.

En aviones.

En tetris.

Habían recorrido todo el arcade  jugando cada juego que se les cruzaba y en todos y cada uno, Jungkook había perdido.

Un golpe de escucho en el tablero de la máquina y fue por el puñetazo que le había dado el mayor. Podrían jurar que estaba desprendiendo humo de la rabia, y es que Jungkook era tan competitivo como nadie, detestaba perder en lo que sea, aunque en realidad nunca perdía en nada, hasta ese momento.

Sacó su billetera y le dió más dinero a Jimin del que habían gastado en esas tres horas que llevaban ahí.

—Ve a comprar más monedas.—

—¿Qué? ¿De nuevo? P-pero sunbae... Ya hemos jugado todo, ¿no deberíamos irnos?—

—No.— declaró totalmente fulminante, como si de sus ojos salieran dagas directo a todo.

—E-e-entonces... I-ire a comprar...—

Ya un poco más alejado se puso a pensar en que no podía creer que Jungkook fuese tan malo jugando, había sido suave con él, así que no quería imaginarse si jugaban en serio.

Pensaba que era bueno en todo.

Si seguían así, quien sabe si Jungkook terminaría destruyendo alguno de los juegos.

Una vez que iba hacia Jungkook para una nueva partida, se percató de que había un último juego que no habían jugado. Se aproximó a Jungkook para darle unos leves golpecitos en el hombro y llamar su atención.

Lo llevo al juego faltante que consistía en un simulador de apocalipsis zombie.

—¡Juguemos éste!—

Tuvieron una partida de práctica y afortunadamente Jungkook lo había hecho bien.

—Woah.. lo has hecho muy bien a la primera, sunbae.—

—Cuando estaba en el servicio militar me recompensaron con vacaciones por tener buena puntería.—

—¿De verdad? Yo tenía muy mala puntería...— ninguno se miraba, solo hablaban mientras tenían su mirada fija en el juego. —Sunbae, ¿en que unidad estabas?—

—En la unidad X de búsqueda y rescate.—

—¡Woaah! Dicen que el trabajo ahí es muy duro, yo solo trabajé en una oficina de administración.—

—Realmente no era tanto. ¡Hey, concéntrate que ahí viene una avalancha de zombies!—

—¡Ah, si si!—

Y dieron inicio a un acribillamiento con todas las ganas contra los zombies del juego, logrando la victoria más el high score más alto en juego de equipo.

—¡Perfecto!— dijeron al unisono emocionados chocando los cinco.

Cosa que los sorprendió por igual.

Ambos habían tenido su primera internación amistosa - recíproca y sincera- en todos meses que llevaban conociéndose.

—¿Fué divertido, no?— el pequeño sólo podía sonreír enternecido e ilusionado al ver la reacción del mayor volteando la cabeza rápido, evitando cualquier contacto visual.

“Maldicion... Lo hice sin darme cuenta... Incluso hablé del ejército.” se recriminó el azabache.

(. . .)