Es mía.

10. Reaparición

Pasaron los días y traté de hablar con Indira para explicarle la situación pero ella seguía ignorándome. ¿Tenía que rogarle a esa chica para que me perdonara? ¡Nunca!. Ed Silver nunca le ruega a alguien y mucho menos a una chica, ella no iba a ser la excepción.

Llegué al instituto. Era miércoles y no tenía ganas de nada. Entré al salón y me senté. Dylan se acercó a mi.

-Hermano! Hoy en el área de teatro van a anunciar varios eventos para el mes de febrero. Vamos! Todos los maestros y estudiantes están abajo. No te quedes aquí como buen pelele.- me alzó el brazo

La verdad es que no tenía ganas de escuchar a la directora del instituto anunciando todos los eventos que hacen en el mes de febrero.

-Esta bien. Vamos.

Nos dirigimos al teatro del instituto y vi a Krystal guardando dos asientos para mí y para Dylan. Indira no estaba con ella. Bueno, era un alivio, no tenía que verle la cara.

Pasaron unos 10 minutos y la directora dio la bienvenida y empezó a dar los anuncios para el mes de febrero.

-Bueno, el día catorce de febrero, tendremos una hermosa actividad dedicada al amor y la amistad. Ese día los maestros no darán clases- se escucharon aplausos y gritos- y podrán hacer regalos, dar serenatas y cartas a la persona que quieran. Habrá una persona asignada que llevará los regalos, serenatas y cartas en anónimo para los que no quieran que la persona se entere quien eres.

-Esto es impresionante- dijo Krystal emocionada y colocando su cabeza en el hombro de Dylan.

Me encantaba la relación que estaban entablando Krystal y Dylan. Se veían tan contentos que me daban ganas por un momento de sentir eso.

¿QUÉ? No. Yo no había pensado eso. ¡No! Ed Silver no se enamora por nada del mundo.

-Silencio- dijo la directora -Me anuncian que tendremos una participación especial de alguien anónimo. Un fuerte aplauso por favor.

Se escucharon los aplausos y bajaron las cortinas. Cuando la cortinas se alzaron, ahí estaba. La chica que cantaba tan hermoso estaba parada con la cara tapada. Ahí estaba otra vez embelesando escuchando escuchar a la chica que con tan solo su voz había robado literalmente todo de mi. Ahí estaba parada gitana.

Cantó igual o más hermoso que la primera vez que la escuché. Quería comprobar si esa chica verdaderamente era Pamela. Quería saber si ella era la chica que me tenía así. No le podía creer a alguien como Pamela semejante cosa, pero tampoco podía dudar.

La chica terminó de cantar y yo sin darme cuenta estaba parado tras bastidores para saber quien era. La vi, la vi correr hacia acá y sin pensarlo corrí hacia donde ella.

-¿Quién eres?

-Nadie- la chica salió

Su voz me parecía conocida pero no lograba reconocer a quien le pertenecía. Era algo rarísimo. Fui hacia donde Dylan corriendo.

-Dylan, Krystal- dije fatigado -Necesito que me ayuden a descubrir quien es gitana.

-Tranquilo, te ayudaremos.