Es mía.

18. Es hermosa.

Me levanté con mucho dolor de cuello. El sofá cama era un poco incomodo pero da igual. Me había aprovechado de la situación y la besé todas las beses que quise, así que, dormir aquí había valido la pena. Cuando me levanté, fui hacia la cama y la vi durmiendo tan en paz que no fui capaz de levantarla. Su pelo marrón estaba ligeramente despeinado y su cara se veía tan pacífica que me perdí mirándola por unos momentos.

Fui al baño que quedaba en el mismo cuarto de Indira y encontré un paquete con cepillos de dientes y lo abrí. Me cepillé los dientes, enjuagué la cara y salí. Ella aún no se había levantado y decidí acostarme a su lado para contemplar su rostro.

¿En qué momento había llegado esta chica a mi vida como torbellino? Ahora la quiero así de cerca como la tengo ahora cada día de mi vida. Es increíble como una persona llega y te cambia la vida por completo.

Tocaron la puerta de la habitación y me puse de pie para abrirla.

-Buenos días joven Silver- dijo Taylor que tenía dos bandejas con huevos revueltos, pan tostado y jugo de china -El señor Lenox me mandó a subirles el desayuno a la señorita Indira y a usted.

-Gracias señorita- dije -muy amable de tu parte.- cogí las bandejas

-Taylor. Llámame Taylor.

-Taylor- corregí y le sonreí para acto siguiente cerrar la puerta y dirigirme a la cama en donde Indira se encontraba estirando sus extremidades.

-Buenos días dormilona- dije dándole un beso en la frente y colocando la bandeja en frente de ella

-No eres mi novio Silver.- espetó la chica

Esta chica es impredecible. Cada día me confunde más. No encuentro que más hacer con ella.

Se levantó y estuvo unos largos minutos en el baño mientras yo me terminaba mi exquisito desayuno.

-Ve a bañarte y ponte la misma ropa que tenías ayer- dijo Indira incorporándose a mi lado -Taylor lavó tus calzones para que te la pudieras poner hoy en lo que vamos al centro comercial- comenzó a comer

-Indira- dije rápidamente -¿Qué es lo que verdaderamente te ocurre conmigo? Trato de ser amable, soporto el hecho de que le hubieras hecho creer a tu padre que soy homosexual y aún sigues fría.- la miré

-Perdóname. Sé que soy un poco dura contigo pero es que aún no confío en ti Ed Silver.

-Lo sé. Pero tienes que dejar que me gane tu confianza para que puedas hacerlo y créeme que eso no se logra ignorándome todo el tiempo.

-Ya, vete a bañar amiguis- dijo divertida y reí

La verdad es que esta chica es increíble pero me sacaba de quicio. Vi mi ropa limpia en un tendedero de la habitación de Indira y la cogí. Mientras me bañaba, cantaba "She will be love" de Maroon 5 a todo pulmón y también escuché a Indira cantar al otro lado de la puerta. En un momento dado dejé de escucharla.

Tardé un poco en salir ya que estaba reflexionando acerca de todo. Me sequé las manos aún dentro de la ducha y tomé mi celular que no había verificado desde que llegué.

Tenía 28 llamadas perdidas. Quince eran de mi madre, diez de Dylan, una de Aby y dos de Pamela.

Verifiqué los mensajes.

Mamá: ¿Dónde estás Ed?
Mamá: Estoy preocupada, llámame.
Mamá: ¿Porqué aún no estás en casa?
Mamá: Ed por favor llámame.
Mamá: No llegaste a dormir, ¿en donde te encuentras hijo?

Dylan: Hermano, ¿dónde estás?
Dylan: Ed. Krystal y yo estamos muy preocupados. No sabemos ni de Indira ni de ti desde ayer. ¿Qué pasa?
Dylan: Por favor, comunícate pronto. Tu mamá me llamó histérica diciéndome que llamaría a la policía si no aparecías en 24 horas.

Aby: Te deseo guapo.

Pamela: ¿Porqué no viniste hoy al instituto?

Decidí enviarle un mensaje a mi madre y a Dylan

Ed: Mamá. Estoy bien, no te preocupes. Vine a Indiana de emergencia. Perdóname por no avisar. Te amo. Te llamo tan pronto pueda.

Ed: Dylan, estamos bien. Dile a Krystal que no se preocupe por Indira. Estamos en casa de su padre y todo va a estar bien. Cuídense. Los quiero.

Al finalizar, salí, me sequé y me puse la ropa. Cuando salí vi a Indira vestida con un traje largo color coral de líneas grises y unas "flip-flop". Me gustaba como se veía con esa ropa.

-¿Te habían dicho lo hermosa que eres Indira Lenox?- pregunté mirándola

-¿Te habían dicho lo patético que te escuchas diciéndome eso?- espetó y reímos

-¿Cuando nos vamos?

-Ahora. Subiré a pedirle la tarjeta a mi padre y nos vamos.

-Esta bien. Te espero.