Es mía.

32. Felicidad

***************NARRA ED****************

Desperté y miré hacia mi lado, la cara de Indira estaba pacíficamente tranquila, con sus ojos cerrados, su pelo color castaño claro con destellos rubios cayéndole perfectamente despeinado por la cara, y sus bonitos labios cerrados que me volvían loco.

Luego de que Indira y yo nos reconciliamos, vine a la casa de mi madre y le conté todo. Comenzó a llorar y nos felicitó, iba a ser abuela. Todo esto era algo tan inesperado... Hace un año atrás, no me imagine que mi vida fuera como lo es ahora. Es tan increíble como una sola persona puede cambiarte completo.

Le di un beso en la frente al amor de mi vida y entré al baño a cepillarme los dientes. Bajé las escaleras hacia la cocina y me di cuenta de que mi madre ya había ido a trabajar. Decidí hacer algo que nunca en la vida había hecho: cocinar.

Decidí prepararle el desayuno a Indira para que así viera que de verdad la amo como loco.

Saqué huevos, tocino, pan, mantequilla y me puse a trabajar. Mientras cocinaba, pensaba en todo lo que había pasado con esa mujer. Peleamos como gatos y perros, nos celábamos indirectamente, pero permanecemos aquí, y ahora seríamos tres. No puedo estar más feliz. Me vinieron miles de recuerdos a la cabeza, esa mujer merece todo de mi.

Pensé en como quería que se llamara mi bebé si fuera un varón, tal vez Liam, Ian, Kian, Colton, Ed, como yo... Tenía una extensa lista, pero claro, la decisión final era de Indira.

Si fuera una niñita, a lo mejor podría llamarse Mía, Lucía, Luna, Zoey, o Indira, como su mamá.

Wow, nunca pensé que un día como hoy estaría pensando en nombres para mi bebé...

Terminé de hacerle el desayuno a Indira y lo coloqué en una bandeja junto con jugo de naranjas y un pequeño frasco lleno de agua y un lindo girasol. Subí las escaleras con cuidado y abrí la puerta de mi habitación, en donde también se encontraba Indira.

La vi sentada, creando una trenza en su cabello despeinado, con una camisa mía y su hermosa cara de dormida. Este era mi hogar, junto a ella. Alzó la mirada y pude admirar un brillo incesante en sus lindos ojos marrones por lo que me acerqué y coloqué la bandeja en su falda.

Me miró y me regaló una hermosa sonrisa.

-Gracias, eres increíble- me dio un pequeño beso

-No es nada- contesté acomodándome a su lado

Comenzó a comer.

-No pensé que fueras tan bueno en la cocina- dijo con una tostada en sus manos

-¿Qué te crees demonia? Sé hacer el desayuno aunque sea- dije riendo

-Ya veo Silver- contestó sonriendo

-Mañana cumplo mi tercer mes de embarazo Ed- la admiré -Falta un mes para averiguar el sexo del bebé

-Ya quiero saber que será...- dije sin poder esconder mi emoción

-Si es niña, quiero que su nombre sea Amaya- dijo Indira con ternura

-Es un nombre hermoso Indira- le acaricié su mejilla -Si es niño quiero que su nombre sea Liam

-Yo quería Benedicto por si era niño.

-¿QUÉ?- ¿estaba loca?

-Benedicto, así se llamaba mi tatarabuelo Ed, quiero hacerle honor a su nombre- dijo con seriedad

-Indira pero...- estalló en risas

-Jajajajajaja- su risa era completamente contagiosa ¿esta demonia no se cansaba de molestarme? -¿Cómo crees que le quiero poner Benedicto? Liam se escucha hermoso Ed- me dio un beso, puso la bandeja a un lado y se dirigió al baño.