26. Me quieres

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Todo pasó muy rápido. La verdad es que cuando la pasas bien, el tiempo se va volando. Me encanta este lugar. Puedes salir de la realidad siempre que quieras estando aquí.

Cuando estábamos en media grabación, Valentina quizo "enseñarme" a besar como lo hacen en las películas y consiguió que Indira me lanzara un balde de agua con hielo encima. Esa chica estaba rendida a mis pies.

Terminamos de grabar el primer día y fuimos a buscar nuestras pertenencias al apartamento del casi rubio ya que Owen nos prestó el suyo justo al lado del set de grabación que sería nuestro hogar por un buen tiempo.

Entramos al apartamento y wow... ¡Que apartamento! Era total y completamente de lujo. Su decoración era color gris con azul celeste que le daba un aspecto luminoso y misterioso. Tenía una gran fogata con un plasma incrustado en la pared y miles de películas DVD. La cocina del lugar era muy amplia y con electrodomésticos seguramente carísimos. Consistía de 2 habitaciones, el "master room" y el cuarto de visitas, ambos con baños. Definitivamente este era el lugar perfecto para descansar.

Me di un baño con agua caliente para relajar mis músculos y fui hasta la sala para hacerle compañía Indira que se encontraba viendo películas y comiendo palomitas en la sala. Se había lavado su pelo y no tenía ni una gota de maquillaje por lo que sus ojos se veían cansados, pero esta chica lograba seguir siendo una maravilla para mis ojos.

Me acomodé a su lado y pasó algo completamente inesperado para mí. Indira recostó su cabeza en mi pecho sin ninguna palabra ofensiva hacia mi persona.

-Ed Silver- tan pronto dijo eso se paralizó mi corazón por segundos

-¿Sí Lenox?- pregunté

-Te quiero.- esas palabras salieron de lo más profundo de su corazón y sentí como el mío se aceleraba.

No sabía que contestar a semejante confesión. Yo también la quería, claro que la quería, la quería con locura. Ha sido mi compañera de aventuras y siempre ha peleado conmigo pero sé que le podría confiar mi vida.

-Te quiero.- me limité a contestar. Es lo más sincero que he dicho en literalmente toda mi vida

Este momento no lo veía venir. Indira confesó que me quería, lo confesó...

-Aunque seas una hija del diablo o el anticristo, aunque seas una maldita gritona y mala amiga, te quiero con locura Indira Lenox- dije sin pensar

La chica no contestó y cuando la miré estaba profundamente dormida, por lo que decidí cargarla en mis brazos y llevarla hacia la cama para que pudiera descansar. Había sido un día completamente agotador.

La acomodé en la gran cama y la chica se veía bastante cómoda por lo que quise apreciar su rostro natural y dormido un rato. Cinco minutos después Indira comenzó a hablar.

-Duerme conmigo Ed Silver- ¿ah? -Duerme conmigo- repitió

-No creo que sea lo apro..

-Duerme conmigo- me interrumpió

Entonces caí en cuenta de que este demonio hablaba dormida. Esta era la chica más rara del mundo...

-Esta bien demonio- dije -Alguna vez tenías que sucumbir a mis encantos- añadí sabiendo que no estaba consciente de lo que estaba diciendo

En mis planes estaba quedarme solo unos cinco minutos más para luego irme, pero resultó ser que me quedé profundamente dormido...

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Sentí un ¿zapato? golpearme la cara. Abrí mis ojos lentamente.

-¿QUÉ DIABLOS HACES EN MI CAMA MALDITO HIJO DEL DIABLO?- Indira estaba en frente de mí con un par de zapatos dispuesta a asesinarme con ellos

-¿Qué?- pregunté atónito -¡PUES POR SI NO TE ACUERDAS MALDITA INCORDIA SIN NEURONAS, TÚ MISMA ME PEDISTE QUE DURMIERA CONTIGO!- espeté

-¡Yo jamás haría eso!- dijo bajando los zumos del coraje

-Pues mira que lo hiciste- dije triunfante -¡Ahora vete a hacer el desayuno!- le ordené

-Jajajajajajaja- rió fuertemente -por mi te mueres de hambre maldito aprovechado de niñas sonámbulas

-¡Cállate Lenox!- dije

Las palabras que salieron de mi boca al momento siguiente no las pensé

-¿Me quieres?- me miró -Contéstame Lenox, ¿me quieres?

-¡SÍ!- gritó furiosa y abriendo los ojos al segundo dándose cuenta de la gravedad de su contestación -No, no, no- dijo rápidamente

-Lo sabía- le halé el brazo y la acerqué a mí -Me quieres Lenox, me quieres.

Es mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora