Es mía.

27. Por primera vez

Luego de la gran confesión, Indira y yo nos unimos más que nunca. Comenzábamos a enamorarnos poco a poco y eso era fabuloso. Al otro día nos levantamos muy temprano ya que quedamos en ir a la playa con nuestros amigos del set de grabación. Desde que me enteré que de Indira me quería ya no me interesaba el casi rubio que quería robármela. Es mía.

Nos montamos en el taxi y llegamos a la playa agarrados de mano por lo que Valentina, Yazmín, Isaac y otros amigos más quedaron completamente sorprendidos.

Yazmín nos felicitó, sin embargo, Valentina e Isaac no estaban muy contentos del todo.

Indira se dirigió hacia el agua con las chicas y yo me quedé hablando con los chicos pero sin perder de vista a Lenox.

-Estás muy enamorado de ella, ¿verdad?- preguntó Louis, uno de los actores del set

-¿Porqué lo dices?- pregunté rápidamente quitando mi vista de Indira

-Se te nota. Tus ojos brillan cuando la vez hermano. La verdad es que es una chica extraordinaria. Cuídala- dijo

-Lo haré- se me salió una sonrisa

Estaba tan feliz porque estaba con la persona que quería. Es como estar en el cielo pero con los pies en la tierra.

Charlamos, y después de unos minutos las chicas llegaron. Al parecer estaban rondando la playa.

-Ed- me llamó Indira -Ven, vamos a dar una vuelta

Me levanté de la arena inmediatamente y me despedí de los chicos por ahora para acompañar a Indira. Entrelazamos nuestros dedos y comenzamos la caminata.

-Es increíble ¿no?- comenzó Lenox a decir haciendo que fijara mi mirada en ella -Hace días te quería matar y hoy siento que me volvería loca si no te tengo un solo día. Me he acostumbrado tanto a tu presencia que la vida sin ti me parecería completamente monótona.- sus palabras me conmovieron demasiado, por lo que me paré en seco, la viré hacia mí y la besé

-Eres maravillosa ¿te lo habían dicho?- dije cuando nuestros labios finalizaron su encuentro

-Tú lo eres- dijo sonriendo y dándome un abrazo que hizo a mi corazón latir
rápidamente. -Puedo escuchar los latidos de tu corazón al abrazarte, es música para mis oídos

-Tú provocas eso- dije comenzando otra vez nuestra caminata

Estaba atardeciendo pero este día había sido un día maravilloso. La playa estaba completamente vacía. No había ni un alma a nuestros al rededores, por lo que Indira y yo nos sentamos en la arena para observar la puesta de sol.

-Todo es lindo aquí- dijo recostando su cabeza en mi hombro

-Sí. Es un lugar impresionante.

-Te quiero Ed Silver

-Te quiero Lenox. Te prometo que nada me va a separar de ti

Al escuchar esas palabras, Indira me besó con tanta intensidad que me volvía loco. La besé como si no hubiera un mañana y ella cruzó sus piernas al rededor de mi cintura, algo que me hizo perder el control y besarla por el cuello.

Nos tumbamos en la arena y todo pasó tan mágico que no nos dimos cuenta de lo que había pasado hasta que vi su cuerpo desnudo a mi lado, jadeando.

Me besó en los labios y se levantó colocándose su traje de baño.

-Siempre dije que mi primera vez sería en la playa con mi futuro esposo- dijo Indira
Me sorprendí ante sus palabras. Al penetrar, supe que era virgen. Pero no sabía que esto fue lo que quizo.

-¿De ... De verdad?- pregunté en un tono atónito

-Sí- contestó y se acomodó en mi regazo -No me dejes ir Silver, ahora que me tienes y que sé que de verdad me quieres, no me dejes ir

-Nunca mi amor. Te protegeré con toda mi existencia. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida Lenox- me miró con un brillo en los ojos y una sonrisa en sus labios que me hicieron completamente feliz

-Ya es tarde, ¿nos vamos?- preguntó

-Nos vamos...

Llamamos al taxi y el nos fue a recoger.
Y así fue la primera vez de Indira y mi primera vez... Mi primera vez porque fue la primera vez que lo hice con amor.