29. Hola y adiós

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Dos días pasaron desde que el padre de Indira me advirtió que dejara a Indira, pero, ¿cómo? ¿Como iba a dejarla? Ella lo era todo para mí.

El día después de la amenaza, Krystal me llamó muy emocionada, Indira volvería mañana del hospital y ella me pidió permiso para hacerle una fiesta de bienvenida, para hacerla sentir de vuelta a casa. Por supuesto acepté y pensé que era el momento perfecto para comunicarle a Indira que teníamos que separarnos. Obviamente, no iba a decirle nada acerca de que su padre me amenazó, pensaría que soy un cobarde, pero me inventaría algo en el momento de hacerle cara.

Krystal se encontraba llenando globos en la sala junto con Yazmín y Taylor, que había venido ya que quería mucho a Indira. Valentina e Isaac estaban buscando el pastel, mientras Owen salió a comprarle un regalo. Dylan y Krystal se separaron después de varios problemas, y aunque aún se querían mucho, sabían que no funcionarían, la chica me contó que estaría sola hasta que se sintiera preparada de nuevo.

Dos horas después llegaron todos los demás con las cosas que hacían falta, nos preparábamos para recibir a Indira. Mandé a Louis junto con Azul, que había venido con Taylor, a buscar a Indira al hospital para que recibiera la sorpresa.

La espera me mataba.

-¿Ya quieres verla?- preguntó Krystal

-Claro- contesté con un leve nudo en la garganta

Treinta minutos después, escuchamos el sonido del carro de Louis y apagamos todas las luces. Cuando sentimos la puerta abrirse todos gritamos al unísono:

-¡SORPRESA!- las luces se encendieron y pude ver a una Indira radiante y feliz

No sabía como iba a abandonar a esa sonrisa. Esa sonrisa me alimentaba día a día y era luz para mí. Definitivamente, había llegado el peor día de mi vida.

-¡ED!- gritó Indira con felicidad y tirándose encima de mí para abrazarme

Me aferre a su olor y a su presencia, deseando que el momento fuera eterno para poder estar con ella.

-Hola mi reina- dije notando demasiada tristeza en mi voz

-¿Te pasa algo?- preguntó preocupada rompiendo el abrazo

-No- sonreí -Tranquila, disfruta tu fiesta de bienvenida. ¿Cómo te sientes?- le acaricié la mejilla

-Perfecto. Tengo algo muy importante que decirte Ed.

-Yo también tengo algo muy, muy importante que decirte Lenox- había llegado el momento

-¡Pero lo mío es más importante! ¡Créeme!

-No Indira. Lo mío es más importante- puntualicé. La chica me miró confundida pero accedió. Entrelazamos nuestras manos y nos dirigimos a la terraza de nuestra casa

El atardecer estaba en su punto máximo y el cielo tenía muchos colores juntos, era un espectáculo. Pude ver a Indira apreciar el cielo y una sonrisa se escapó de sus labios mientras se giraba a mirarme.

-Y bien- comenzó ella -¿Qué es eso tan importante que tienes que decirme?

Respiré hondo. Ahora sí había llegado el momento de dejarla.

-Indira- dije fríamente, tratando de parecer firme en mis palabras aunque el nudo en mi garganta me quebraba la voz y me avisaba que en cualquier momento iba a llorar.

-¡Ed por favor!

-Indira espero que algún día me perdones por lo que te voy a decir, pero...- esta era la parte en la que tendría que inventarlo todo

-¿Pero qué Ed? Me estás asustando, dime!- exigió Indira

-Pero eres y siempre fuiste un simple juego para mí- ¿qué hice?

La chica me miró estupefacta sin entender las palabras que acababa de decir.

-¿Qué dijiste?- dijo poniéndose de pie y brotando unas lagrimas. No contesté, solo bajé la cabeza -¡¿QUÉ DIJISTE?!- volvió a preguntar

Aguanté las ganas de llorar y me paré firme en frente de ella.

-Lo que oíste Lenox. Eres sólo un juego para mí.- estas palabras me dolían más a mí que a ella -Y me voy. Tengo listo mi equipaje y me voy esta misma noche.- decidí dar unos pasos pero Indira me detuvo

-Mírame a los ojos- dijo -¡Mírame a los ojos Ed Silver y dime que soy solo un juego!

No sé como pude hacerlo sin querer decirle que todo era una mentira.

-Eres un juego para mí, te utilicé para acostarme contigo y lo conseguí. Al fin y al cabo lo conseguí. Siempre lo hago- todo esto lo dije mirando como las lagrimas salían de sus ojos sin cesar, rompiendo mi corazón en miles de pedazos

-Espero Es Silver, que te hayas divertido.- esto me lo dijo tan fríamente que mi corazón no supo reaccionar, solo caminé, entré a la habitación, recogí las maletas y me fui, no sin antes llorar como loco

Me dirigí al auto y me fui sin rumbo. Nueva vida, nuevo lugar, nuevo Ed Silver desde ahora en adelante. Irme lejos de Indira y seguir con mi camino, jamás podría olvidar al gran amor de mi vida. La mujer que me enseñó a amar. La persona que me enseñó a ver la vida de una mejor manera. La mujer que supo como reunir todas las piezas de mi corazón. Ahora sí, sabía que era sufrir por amor, llorar por amor y vivir por amor. De amor nadie se muere, pero esto, esto me estaba matando.

Es mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora