17. Un horrible plan

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¿GAY? ¿YO? ¿Hablado de mí? No puede ser. Indira era una maldita, desgraciada e idiota chica. ¿A quién se le ocurre decirle al Señor Lenox que soy gay? ¿Éste era su gran plan? Bravo Indira. Bravo.

-Ed Silver- dijo el señor -Ya me han hablado de ti. Me dijeron que en tu ciudad te desprecian y tuviste intenciones suicidas gracias a tu homosexualidad.- Indira iba a morir -Pero, no te sientas intimidado aquí. Respetamos toda creencia, religión y preferencia.- me puso su mano por mis hombros -Indira me dijo que necesitabas un refugio y por eso vinieron aquí. Bienvenido a la mansión Lenox.

-Gracias- me limité a decir mirando a Indira con una de esas miradas que dicen "me las vas a pagar"

-Indira- continuó diciendo el señor Lenox -Necesito que el chico duerma contigo unos días en lo que Taylor prepara la habitación. No pensamos que vendrían tan pronto. Debido a la preferencia sexual del chico, no me preocupa el que se valla contigo a tu habitación.

Debido a la cara que puso Indira, supuse que la idea de tenerme en su habitación no le gustaba para nada. Pero, pienso que era una venganza indirecta de mi parte por haberle mentido a su padre. Puntos para mí.

-Papá, pero...

-Pero nada hija. Hay que ser amable con el chico...

Indira terminó aceptando con las muelas de atrás y Taylor nos acompañó hasta su habitación.

-¿De verdad es gay?- escuché a Taylor susurrarle a Indira en el oído

-Sí Taylor.- contestó Indira con seriedad

La chica abrió la puerta de lo que supuse que era el cuarto de Indira y me miró con ojos traviesos y mordiéndose los labios.

-¿Busco sus maletas en el auto?- preguntó

-De hecho, no tenemos. Dormiremos y mañana saldremos temprano a comprar lo básico.- contestó Indira

-¿Algo de comer?

-No. Gracias Taylor, puedes retirarte.

Entramos a la habitación y pude ver que Indira tenía un estilo bastante clásico a la hora de decorar y muy sencillo. Las paredes eran blancas con verde menta y su motivo consistía de estrellas de mar y caracoles. Tenía una chimenea en madera clara que acogía la habitación. Su cama era gigante color blanca y estrellas de mar colgando. Había un sofá cama color verde menta al pié de la cama y muchos cuadros de mar en las paredes.

Coloqué mi guitarra en una silla que había en una de las esquinas de la habitación y le reclamé:

-¿A quién se le ocurre eh? ¿Por qué le dijiste a tu padre semejante mentira? ¿No podías decir que me encontraste tirado en la calle y te di pena?- la chica me miraba riéndose

-No. Y además, fue divertido ver tu cara- rió fuertemente -Eres un paranoico Ed Silver.

-¿Como sabía tu padre de mi existencia? ¿Cómo sabía que yo venía incluso antes de saberlo yo?- pregunté airado

-Bueno, conozco a los chicos como tú Ed Silver. Insistentes, sin perder. Así que supuse que irías al aeropuerto a buscarme y llamé a mi padre para ponerlo al tanto de todo.

-Eres de otro planeta Lenox.

-Gracias- la chica sonrió y se tiró en la cama y yo me tiré también -¡Hey! ¿Qué haces? Vete al sofá cama. Ni loca dejo que duermas conmigo aquí.

-Pero soy gay- dije poniendo voz de mujer -No te haré nada sexual ni aunque me lo pidas - rió

-Vete al sofá cama- dijo tratando de aguantar la risa

-Hagamos algo- dije poniendo una sonrisa divertida

-¿Qué?- preguntó la chica

-El más que resista la tentación de besar al otro, se queda en la cama- la chica me miró

-¿Listo para dormir en el sofá cama Silver?- preguntó la chica acercándose a mí. Miré sus labios.

-Hagámoslo- dije

Es mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora