Pasaron los días y cada vez estaba más convencido de que estaba totalmente enamorado de Indira. Era todo único. El sonido de su voz era música para mis oídos y su sonrisa... esa sonrisa hacía que me enamorara un poco más cada vez que aparecía.
Habíamos terminado de grabar las últimas escenas, y en una de ellas Isaac e Indira tenían que sumergirse en un profundo beso. Mis celos se activaron al microsegundo, pero era su trabajo.
Ese día decidí llevar a Indira otra vez a la playa porque quería que esta fuera una ocasión especial. Preparé una manta para poder sentarnos allí y la llevé de la mano hasta en frente de las olas en donde la abracé como si fuera el fin del mundo.
-Indira- dije en un susurro rompiendo el abrazo en donde el latir de nuestros corazones estaban unidos. Ella me miró con esos ojos color canela y supe que en ella era en donde siempre quisiera estar -yo...- titubeé -quiero hacerte una pregunta.
-Claro- contestó
-¿Sabes?- continué -sé que han pasado cosas más allá entre nosotros y también sé que estoy muy enamorado. La vida me puso un reto muy difícil y pude superarlo. Eres la persona con la que quisiera estar el resto de mi vida, quiero que seas tú mi futuro, la vida de mi vida. No quiero que te alejes de mí- sus ojos brillaron y pude visualizar una lágrima caer a su rostro, pero estaba feliz porque esa lágrima era de felicidad -por eso... por eso es que quiero que me contestes esto- la miré más fijamente que nunca -¿Quieres soportarme cada día de tu vida?
De sus ojos cada vez brotaban más lágrimas de felicidad y su sonrisa era tan hermosa que no pude evitar sentirme el hombre más afortunado de este universo, no sólo del planeta.
-Sí quiero Ed Silver- se limitó a contestar
-¿Quieres que sea la persona con la que pelees y con la que te reconcilies?
-Sí quiero Ed Silver.
-¿Quieres dormirte en mi regazo cada noche y despertar a mi lado cada mañana?
-Sí quiero Ed Silver.
-¿Quieres tener Indiritas y Edsitos corriendo en ropa interior?
-Sí quiero Ed Silver.
-¿Quieres que sea la persona con la que cantes y bailes el resto de tus días?
-Sí quiero Ed Silver.
-¿Quieres pasar conmigo lo que nos queda de vida?
-Sí quiero Ed Silver.
-Entonces, no queda nada más que preguntar, solo...- alcé su cara con mis dos manos y sentí que tenía el mundo en frente de mí -¿Quieres ser mi novia Indira Lenox?
Su respuesta fue un cálido beso en los labios que muy pronto me dejó sin respiración. Nunca pensé que llegaría a pedirle a alguna chica que fuera mi novia de esta manera, pero esta chica rompió con todas mis expectativas.
Hace unos meses me rechazaba, y hoy, estaba aceptando ser mi novia y estar conmigo hasta que el cielo nos permita. Sin duda alguna, hoy era el mejor día de mi vida.
-Contra todos Silver...
-Contra todos Lenox...
**********2 MESES DESPUÉS**********
Estaba saliendo del hospital tarde en la noche ya que Indira estaba enferma y como yo llevaba tres días corridos, Krystal llegó y decidió relevarme por esta noche.
Indira y yo estábamos generando bastante dinero. Ya tenía un carro para nuestro uso y pudimos rentar una casa bastante cómoda para los dos. En mis 18 años de vida, nunca había tenido tanta paz y felicidad como ahora. Indira estaba rara hace unas semanas. Se enfermaba mucho y vomitaba todo. El día de su fiesta de 18 por poco vomita su bizcocho... Los doctores decían que era algo normal en ella.
Me subí a mi carro muy cansado pero me di cuenta de que ya había alguien más en él. No solamente una persona, si no dos. Taylor y el señor Lenox.
Sin poder creerlo, le estreché la mano al padre de Indira (ahora mi suegro) pero este no la aceptó. Me habló con voz fría.
-Esto te lo voy a decir solamente una vez y espero que prestes mucha atención- no sabía a que se debía tanta frialdad -No te quiero cerca de mi hija. Aléjate de ella por lo que más quieras porque no tendrás escapatoria
-¿Perdón? ¿Porqué me pide eso? ¡Yo amo a su hija! Y estoy dispuesto a pedirle que sea mi esposa cuando llene mi cuenta de ahorros con lo suficiente- le espeté por lo que el me miró incrédulo
-¡NO LO HARÁS! ¡Eres un aprovechado! Te aprovechaste de que creí que eras gay para enrollarte con mi hija!
-¡Nunca me aprovecharía de Indira! Es lo que más amo en esta vida!
-Entonces si la amas, aléjate de ella muchacho. ¡Hazme caso!
-¡NO!- contesté fríamente
El señor Lenox sacó una pistola de su chaleco y apuntó a mi sien, que latía rápidamente por el coraje.
-¿Qué hace?- pregunté
-Advirtiéndote que con mi hija no te metas Ed Silver. Esto es solo una prueba de todo lo que soy capaz de hacer!- dijo con voz determinante -Más vale que termines con ella. Tienes dos semanas para hacerlo... O si no, atente a las consecuencias.
Lloré en mi interior. No! Este señor no podía estar separándome de lo más que amo en esta vida.
-Esta bien- dije con un nudo en la garganta
-Eso es muchacho- contestó quitándome la pistola de la sien -Ya sabes.
Se bajó del carro y le avisó a Taylor que hiciera lo mismo. Estuve un rato reflexionando lo que acababa de pasar. Tenía que alejarme de mi mujer, de la mujer que amo, de mis fuerzas de seguir. Tenía que dejarla en 2 semanas.
Por primera vez sentí lágrimas bajar por mi rostro. Lágrimas de dolor, de coraje, de inferioridad. De saber que no podía hacer nada en contra de la amenaza del padre de Indira. Ahora sí que el mundo me caía en pedazos. La amaba, oh Dios, la amo tanto. No sabría como hacer esto... Pero tenía que hacerlo. Tenía que buscar la forma de dejar a Indira a un lado. Tenía que hacerlo... y este sería el fin de mi mundo.
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Es mía.
RomanceLa historia se centra en Ed Silver, un chico guapo, popular y claro, mujeriego. Este chico tiene todas las chicas que quiere y cuando quiere. Cuando su amigo Dylan se enamora, el chico conoce a Indira, la mejor amiga de la novia de su amigo. Indira...