-¿Por qué ese abrazo tan emotivo?-Aurelio entra por completo a la habitación y cierra la puerta detrás de el.
-Lo siento, señor. -Geryel agacha la cabeza. Se siente avergonzado por lo que acaba de suceder, tan inoportuno.
-Le estaba agradeciendo todas esas veces que me a salvado. Siempre le estaré agradecida. -Le doy una pequeña sonrisa a Aurelio por que se perfectamente que el esta igual de agradecido con el.
-Yo también. Siempre estaré en deuda contigo Geryel. -Aurelio pone su mano sobre el hombro de Geryel. El levanta su cabeza y una pequeña sonrisa aparece en su rostro, dejando atrás la culpa que se veía segundos atrás en su mirada.
-Gracias señor...
Entre todos ayudamos a hacer la maleta y acomodar toda la ropa que compramos. Cuando terminamos Geryel se lleva su maleta ya lista con todo lo nuevo.
Aurelio y yo nos quedamos solos.
-¿Como te fue?-Me siento sobre la cama para descansar un poco de estos tacones tan altos.
Si que molestan.
-Todo fue bien. Estuvimos más tiempo del que pensaba ya que teníamos distintos puntos de vistas y todos debíamos estar de acuerdo para lograr el objetivo.
-Es normal que todos tengamos diferentes puntos de vista y es difícil ponerse de acuerdo del todo. Así como nosotros.-Lo señalo a el y luego a mi.
-¿Así como nosotros?-El se sienta justo a mi y se quita su saco dejandolo en la cama.
-Claro. Muchas veces no estamos de acuerdo con algo y tenemos enfrentamientos por eso. Pero... Siempre intentamos llegar a un acuerdo.
-Menciona una de nuestras diferencias.- Su curiosidad se asoma en sus ojos. Puedo ver que quiere jugar conmigo.
-Por ejemplo, cuando no me dejas salir con un traje hermoso.- Levanto una de mis cejas y lo acuso con la mirada.
-Hasta donde yo se el traje es hermoso, pero solo para que yo lo vea, no para que todos los hombres morbosos de una fiesta te desnuden con la mirada.-Todas las palabras salen con fluidez de su boca, como si ya hubiese pensado antes en la respuesta que me daría si le hacia esa acusación.
-Eres un exagerado.-Me rio muy fuerte mientras recuerdo esos días que lo eh molestado con trajes que dejan poco a la vista.
Pero se lo merecía.
-Por esta razón no te dejaré escoger el traje de mañana.- Su cara en estos momentos es muy similar a cuando ganas un juego de Xbox o PlayStation.
Le ganas al enemigo y te sientes más que feliz. Esa es justamente su expresión, la de un ganador.
-¿Mañana?
-Si. Asistiremos a una fiesta ya que tenemos una nueva asociación.
-¿Y dices que escogeras mi vestido?-Me levanto de un salto y me colocó frente a él mientras el sonrie con malicia.
No quiere que vuelva a hacer lo mismo otra vez. Ya esta cansado de perseguirme y cubrirme cuando tengo un traje muy revelador.
-Claro. No permitiré que vuelva a ocurrir lo mismo de las veces anteriores.-Dijo exactamente lo que había pensado.
-Quiero escoger mi vestido.-Hago un puchero muy similar al de un bebé. Cruzo mis manos por debajo de mi pecho.
-Eres una niña pequeña.-Me riñe.
-¿Tú crees?- Arqueo una de mis cejas y saco mi lengua.
-Yo creo que si.-El ríe y yo no aguanto más la risa. Explotó a carcajadas.
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Solo dime Acepto ©
Teen FictionSi te obligan a casarte ¿Puedes llegar amar a esa persona? Como llegar a querer a una persona que no conoces y que te trata de la peor manera. ¿En el encierro puede nacer el amor? Obligarte a casarte con una persona es lo peor que te puede suceder y...