Pelea

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{Narra. Butch}

Recién terminaba mi entrenamiento, al haber sudado quise darme una ducha rápida en las duchas de los vestidores. Ahora, caminaba por los pasillos vacíos con mi bolsa colgada en el hombro. A esta hora los únicos que se encontraban en la preparatoria eran los que tenían entrenamientos o talleres aparte de las clases.

Al pasar la puerta de entrada vi al grupo del chico pecas, con el mismo, hablando de cualquier cosa. Trío de imbeciles, pensé. No me llevaba bien con ellos. Bueno, en realidad no eran muchos los que me caían bien aparte de mi equipo, mis hermanos, sus novias o Bellota.

Está última era el tema de conversación de el grupo sudoroso de chicos pubertos.

- ¿Bellota? Tiene unas curvas...

- El uniforme de fútbol le queda perfecto.

- Pero es una zorra claro.

- ¿Escucharon que Raze se la tiró?

- ¿Te crees todo lo que escuchas?- me acerqué hasta el rubio que acababa de decir eso— Menudo idiota.

- ¿Te metes en todas las conversaciones ajenas?- me respondió volteando a mirarme.

- ¿Qué piensas?- me paré derecho, le sacaba media cabeza— Aún más si se trata de ella.

- ¿Bellota? ¿Me vas a decir que es tú chica?— se rió— No me hagas reír.

- ¿Mi chica?— negué— No tiene por qué serlo para meterme.- apreté la mandíbula.

- Eh, Butch.- escuché a mis espaldas su voz burlona— ¿Te vas a meter con un chico menor que tu?

- ¿Eso importa?- solté mi bolsa en el suelo y me volteé.

- Puede ser. ¿Por qué no te metes con alguien de tu edad?- se paró delante mío, o vamos... ¿piensa que me va a intimidar? Soy más alto que ellos.

- Claro, edad... porque no me llegas ni a los talones.

- Si sigues hablando lo mejor será que te vayas ahora.

- Oh vamos, puedo estar acá tanto como tú.- me reí poniendo mis manos en mis bolsillos— Y sobre hablar, quiero ver cómo intentas callarme.

Sonrió con gracia, miró a otro lado y me encaró. Demostró su enojo, no me soporta y lo sé. Sus dos amigos me sujetaron por los brazos cuando hizo una seña.

- Oh ¿perros?— sonreí para provocarlos — Wow, háganle caso a su amo.- volví a reír.

El primer puñetazo llegó a mi cara, no dejé de reírme. Eh, que quede claro que no soy masoquista, solo me burlo.

- Son patéticos...- pude sentir la sangre de mi boca al hablar y le escupí las zapatillas.

- Y tu un masoquista. ¿Quién se ríe cuando sabe que lo van a moler a golpes?- se burló y rió.

- Tú... ¿qué tal?- sonreí.

El segundo puñetazo fue a mi nariz, brotó sangre de esta bajando por mi boca.

- ¿No puedes cerrar la boca?

- ¿Ya te cansaste? Qué poco aguantas.

Tercer puñetazo otra vez en mi nariz. Le siguió otro y otro, hasta que sentí como salía sangre de los dos orificios de mi nariz. Me solté de uno de sus chicos y le propine un codazo en el estómago, al otro un puñetazo en su mejilla; ambos cayeron al suelo.

- Ya se me hacía raro que no te defiendas.

Este chico era fastidioso y yo ya estaba molesto. Pasé mi mano por mi barbilla limpiando la sangre antes de que caiga, lo miré y vi miedo por un segundo en sus ojos.

Lo golpeé en la cien y cayó al suelo mareado. Me subí encima de él y solté puñetazos en su cara, mis nudillos comenzaron a sangrar igual que su cara.

- ¡Butch! ¡Para!- me detuve de golpe al escucharla. Me empujó y se agachó para ayudar a Mitch.- ¿Qué sucedió? ¿Por qué hiciste esto?- miró a los otros dos que se estaban levantando mientras se agarraban el lugar donde golpeé.

- Este idiota está loco, vámonos de acá.- les ordenó a sus perros y se levantaron para irse.

- ¡Mitch! Espera.- le pidió pero este no le hizo caso y no tardó en desaparecer- ¡Butch! ¿Puedes explicarme que hiciste?- me regañó, estaba enojada, muy enojada.

Suspiré aún con la mirada en el suelo. Si la veía iba a ver mi nariz rota, al parecer, qué patético me veía. Puse mis manos en mis bolsillos y caminé hasta donde estaba mi bolsa, pero me detuvo agarrándo mi hombro.

- ¿Por qué lo hiciste?- no respondí- ¡¿Puedes aunque sea mirarme?!- se desesperó y me volteó. Vio mi cara sorprendida, pero se quedó callada.

Suficiente para sentirme aún más idiota de lo que soy. Me volteé para agarrar mi bolsa y volver a empezar a caminar.

- ¿Qué te pasó?— me siguió— ¿No vas a contarme?

- Estaban hablando de vos.

- ¿Qué decían?

- Rumores de idiotas, al parecer esos dos perros no sabían con quién se metían.- me reí y escupí la sangre molesta en el pavimento.

- ¿Te golpearon primero? ¿Desde cuándo Butch Him se deja golpear?- se rió.

- Desde que lo primero que piensan es que yo fui el causante de todo.- hablaba por ella sí, se tensó.

- Lo siento...- se disculpó, espera ¿qué?

- ¿Desde cuándo Bellota Matsubara se disculpa?- la imité con burla y me reí, pero me tensé al sentir como su mano se entrelazaba con la mía.

- Gracias por defenderme, Butch.- la miré, estaba sonrojada- Voy a golpear a ese idiota, cuando se recupere de tus golpes.- sonrió y se dio cuenta que la estaba mirando.

- ¿Te acompaño a tu casa?- me ofrecí.

- Mm sólo si piensas besarme al despedirte.- bromeó.

- ¿Estás bromeando no?- me reí pero ella se mantuvo seria y siguió caminando adelantándose- ¿Verdad? ¿No lo es? Espérame.- le pedí cuando caminó más rápido.- ¿Despedirme? Ni hablar.

.....

One- Shot's ☆ VerdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora