¿Preocupada?

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{Narra. Bellota}

Era un domingo en la noche y... ¿Quién podía estar tocando mi puerta a esta hora? ¡qué molestia! ¡era las 3 de la mañana!

- ¡Ya voy! Ya voy!- volví a repetir cansada mientras me levantaba de la cama- ¿Quién es?- pregunté al estar delante de la puerta, pero nadie contestó- ¿Qué mierda quieres?- abrí la puerta de golpe y lo vi- ¡Butch! ¿Qué haces acá? Y a estas horas...

- Bellota... no es... momento, ¿puedes ayudar...me?- su voz rasposa y entrecortada me hizo preocupar.

Y en ese momento me di cuenta por lo recargado que estaba en el umbral. El ocultaba con su mano una herida en su abdomen del lado derecho, esta sangraba tanto que estaba haciéndo una gran mancha de sangre en su camiseta verde.

- ¡Maldición!– lo ayudé pasando su brazo por mis hombros y llevándolo al sofá— ¡¿Butch, qué te sucedió?!

- ¿Podrías hacer menos preguntas? Ayúdame con esto y te lo cuento.- propuso haciendo una mueca por el dolor.

Asentí levantándome para correr al baño, agarré el botiquín y volví hasta el sofá. Me arodille junto a él y levanté su camiseta dejando expuesta la herida de una apuñalada. ¿En qué se metió esta vez Butch? Era un completo idiota.

- Tienes suerte de que me desperté, porque te hubieras desangrado en mi puerta.- pensé en la idea y no pude sentirme más mal, quería llorar, no podría imaginarme esa idea sin querer hacerlo.

- Ey... ¿estás bien?- me miró a duras penas pero apartó la mirada haciéndo otra mueca.

- yo... sí.— el nudo en mi garganta hizo que mis palabras sean pesadas, pero no dejé de concentrarme en limpiar la herida– ¿Por qué lo dices?

- Bello.... ¡Aa!- gritó al sentir el alcohol.

- Lo siento...- no quería seguir haciéndolo, pero tenía que ayudarlo o sino...

- Tranquila.- puso un mano en mi mejilla pero la sacó para apretar el sofá.- No llores...- su voz angustiada me hizo entrar en razón y limpié mis lágrimas.

Puse toda mi concentración en limpiar y vendar su herida, hasta que terminé y se quedó dormido.

.

.

.

Cuando terminé de limpiar cada lugar que se había manchado con sangre fui al baño a darme una ducha. Todo lo que acababa de pasar no salía de mi cabeza, se repetía en esta una y otra vez la imagen de Butch sangrando; era una verdadera pesadilla.

Me sequé, vestí y salí. Busqué un vaso de agua en la cocina intentando calmarme, pero al escuchar un quejido de dolor en la sala no tardé en hacerme presente en la misma.

- ¡¿Estás bien?!- me acerqué a Butch realmente preocupada, no sabía por qué este idiota lo hacía, mierda, era mi enemigo.

- Estoy... bien, tranquila.- se reincorporó sentándose y se dio un vistazo a la herida- ¿Vos me quitaste la ropa...?- me miró con una sonrisa coqueta y me sonroje, ya estaba bien al parecer.

- ¿Cómo querías que te ayude con la camiseta puesta?- rodé los ojos.

- Gracias...- esta vez su sonrisa era sincera, notaba algo de cansancio pero sabía disimularlo.

- Tienes que cortarme por qué estás así.- le ordené.

- ¿Todo...?

- ¡Sí! Todo.- fruncí el ceño y me senté junto a él.

One- Shot's ☆ VerdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora