¿La cagué?

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Butch

Esto no podía ser, era todo una mierda, y encima se dignaba a dar la cara; después de que no lo vi durante 8 años, se aparecía como si nada.

– ¡Joder!– golpeé con fuerza mi casillero.

Estaba molesto, muy molesto, con él, con ella, con todos. Se consideraba mi "padre" luego de lo que hizo, en eso estaba equivocado, el dejó de serlo hace bastante tiempo.

– ¿Estás bien, Butch?– tocó mi hombro y aparté su mano de golpe.

– ¡No me toques, joder!– apreté los dientes.

– ¿Qué te sucede? ¿Sucedió algo?– insistió molestandome más.

– ¡No me molestes!– golpeé el casillero otra vez y me volteé a verla.

– Quiero saber cómo estás... – frunció el ceño.

– ¡¿Qué te importa?! ¡Ándate a joder a otra persona!– apreté más el ceño y arrugue la nariz.

– Butch no voy a volver a repetirlo, no estás bien...– me intentó tocar.

– ¡Que no me toques!– la empujé y cayó al suelo– ¡ya no te me acérques! ¡No me interesas marimacho!– cuando ya lo solté me di cuenta de mis palabras.

–  V-vete a la m-mierda B-Butch.– el tono de su voz me hizo darme cuenta que estaba llorando.

Mis palabras le dolieron, era de esperarse ya que hasta a mí me dolió.

– Bellota... espera, no...

No me quiso escuchar y se levantó, las lágrimas no paraban de caer de sus ojos y los sollozos eran constantes, aunque noté que quería evitarlos. Sentí el mismo dolor de su expresión en mi pecho, las personas que pasaban por el pasillo miraban la escena, la miraban a ella.

Bellota

Me sentía avergonzada y dolida, sabía que el iba a decirme cosas hirientes, pero quería saber por qué se lo notaba tan enojado, dolido.

– ¡¿Q-qué miras?! ¡Sí, e-estoy llorando! ¡¿tienes algún p-problema?!– encare a un chico que miraba mucho poniéndome incómoda y sintiéndome más avergonzada.

– Bello...– comenzó a decir Butch.

– Ahorratelo.– volví a limpiar mis lágrimas sin éxito porque comenzaban a salir más.

No quería estar ahí, no quería que me miren así, me tapé los ojos para que otra persona no me vea. Corrí al baño, entré a un cubículo y me senté en el suelo con la espalda en la pared.

Quería controlar mis sollozos pero no podía, casi y me ahogaba con las lágrimas, mi pecho dolía y no paraba de recordar sus palabras.

¡Butch me gustaba maldición!
¡y yo no le interesaba!

Abracé mis rodillas mirando a un punto fijo en el suelo, poco a poco las lágrimas fueron dejando de caer y mis sollozos ya no se escuchaban en el baño. Escuché como la puerta de este se abrió y cerró, pero no le tomé importancia porque podía ser cualquier chica con ganas de orinar.

La puerta de mi cubículo se abrió y por mi mirada en el suelo divise sus zapatillas negras, no quería mirarlo, me sentía avergonzada porque el se había enterado de mis sentimientos.

– Bello...– me llamó y levanté la mirada para verlo– No llores, por favor...– me pidió como si suplicara.

– No quiero hablar...– mi voz se sintió rasposa.

– Perdóname, no quise decir lo que dije.– se sentó adelante mío pero aparté la mirada hacía otro lado– ¿La cagué?– negué– Mi padre vino...

Con eso mi atención fue a el, asombrada al no creer eso. Su padre los abandonó a el y a sus hermanos de pequeños, llegó a odiarlo.

– Quería que nos hagamos cargo de sus empresas... al ser los siguientes almando y herederos.– bufó y me miró fijamente a los ojos– Lamento lo que dije...

Recordé sus palabras y mi ojos se pusieron lagrimosos, sentí sus labios posarse en mi mejilla y lo empujé. Pero agarró mi manos tirando de mí y me besó; con desesperación, como si hace mucho hubiera querido hacerlo.

– Mentí.– me confesó cuando se separó y lo miré aturdida– Mentí sobre que no me interesas, sí lo haces.– me sonrió y me quedé estática.

¿Qué iba a responder a eso? ¿Estaba bromeando? Podía ser una broma...

– Es en serio, sé mi novia Bellota Utonio.– al no ver burla en su facción sonreí.

– Sí.– respondí y sin esperar un segundo más me besó.

Nos levantamos sin romper el beso, lo abracé por el cuello y acaricie el cabello de su nuca. Sus manos viajaron por mi cuerpo hasta mi trasero, pero antes de que pueda levantarme escuchamos la puerta abrirse.

– ¿Bellota...? ¿Estás acá? Escuché que te vieron llorando en el pasillo con Butch.– era Bombon.

Nos separamos de golpe y nos miramos sin saber qué hacer.

– Mierda.

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Me tardé, pero por fin actualicé...






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