Love Maze ♡ [JJK + Twin] COMPLETA

▪︎ Veintitrés▪︎

EunJae le había servido algo de comer a Minnie, la chica había llegado hace poco del hotel y estaba simplemente agotada. El supervisor Hann cada día parecía exigirle más para que renunciara, Minnie estaba esperando el momento justo para largarse, pero estaba a nada de renunciar.

— ¿Y...enserio creíste las palabras de JungHee?

— Lo hice—asintió sentándose frente a ella en aquel mesón de la cocina—Luego pasó lo de JungKook y...todo enloqueció.

— ¿Crees que el karma los está atacando? Ya sabes, por lo que te hicieron.

—No quiero pensar en eso—suspiró.

— ¿Cómo es que tus padres siguen sin saber dónde trabajas?

—Me he esforzado por mantenerlo en secreto, pero en cualquier momento lo descubrirán y...allí estaré jodida—fue honesta—JungHee ha estado recuperándose, debe acabar su recuperación, ¿Puedes creer que su padre no ha venido ni una sola vez, pero envió este regalo?

Ambas miraron las flores y luego la caja sobre el refrigerador.

— ¿JungKook recibió la misma caja?

— Dijo que sólo estaban esas fotos.

— ¿Crees que su padre se las envió?

— No lo sé—EunJae ladeó su cabeza algo pensativa—Es raro, algunas cosas no tienen sentido. ¿Por qué su padre se las enviaría? Escuché a JungHee decir que JungKook contrató a alguien, pero estas fotos aparentemente no eran de esa persona.

▪︎▪︎▪︎

La puerta de la oficina se abrió dejando pasar al hombre, en la silla frente a su escritorio estaba sentado alguien, HwaSa le había informado que alguien quería verle con urgencia. Rodeó su escritorio tomando asiento en su silla, pero al ver de quien se trataba toda su fachada seria se vino abajo.

— ¿JiAh?

La mujer de cabello color caoba tenía algunos reflejos un poco más claros, sus ojos eran oscuros, su piel no tan pálida y de rasgos delicados. Vestía con un vestido negro que llegaba hasta sus rodillas, tenía unos tacones del mismo color y un labial rojo como la misma sangre. El señor Jeon casi se sintió verdaderamente intimidado.

— Veo que no pierdes la costumbre de confundirte.

— ¿YeJin? —ese era el segundo nombre que conocía—Tú...—la miró de pies a cabeza—Luces...

— Realmente colocaste un hotel—miró aquella oficina sonriendo ladinamente con burla—Vaya, al parecer uno de nosotros cumplió su sueño.

— ¿Qué estás haciendo aquí?

Ante ese tono tan firme, ella posó sus ojos sobre él.

— Eso mismo quisiera saber sobre ti—se cruzó de brazos apoyándose del respaldar de la silla—Mi hijo tuvo un accidente y en vez de ir a verlo sólo estás aquí como el imbécil que eres.

El hombre tragó con dificultad.

— Él no es tu hijo.

— Ya hemos hablado de esto—rodeó los ojos cansada del tema.

— Y por esa razón te pido que te vayas.

YeJin se echó a reír con ironía, hace muchos años ese hombre le había dicho exactamente lo mismo. La había echado de casa, la había señalado y juzgado luego de jugar con ella. Era un sínico.

Hace varios años atrás

Una mujer había caído al suelo cuando fue empujada por uno de los guardaespaldas del hombre que amaba, las pequeñas rocas del suelo lastimaron las palmas de sus manos, YeJin levantó la cabeza mirando a JunHo, sostenía un pequeño bulto en sus brazos, el bebé de un mes de nacido dormía plácidamente en brazos de su padre ajeno de lo que sucedía.

—Será mejor que te vayas, YeJin. No creeré tus mentiras.

— ¿Mentiras? —se levantó sacudiendo su pantalón, la chica tan sólo tenía veinticinco—Fuiste tú quien jugaste con ambas, mejor dicho, conmigo. ¡Siempre preferiste a mi hermana!

— Te sugiero que te largues antes de que ordene a mis hombres que te saquen de aquí—amenazó. Su cabello oscuro no tenía canas en ese entonces.

—JunHo, ese niño es mío, ¡Es mi hijo! Tú estuviste allí cuando lo tuve—sus ojos contenían algunas lágrimas de impotencia—Sabes que es mío.

— Lárgate.

— ¿Por qué no puedes creerme?

—Porque cuando te conocí eras una zorra—soltó sin más—JiAh tenía razón, no ibas a cambiar, ¿Ahora estás enamorada de mí? ¿Luego de varios meses apareces con un embarazo y resulta que es mío?

— Si tienes dudas sobre eso deja que me lo lleve—suplicó—Soy su madre, tengo todo el derecho...

— Voy a quedarme con este bebé porque si lo dejara contigo sería permitirle ser tan mentiroso como su madre—sonrió con malicia y arrogancia—No te preocupes, conmigo no le faltará nada y cuando crezca, creerá que tiene un hermano.

YeJin sabía que JunHo se saldría con la suya, lo haría para vengarse del engaño y traición que le había hecho pero la verdad es que YeJin estaba cansada de estar en un triángulo amoroso.

Ella merecía ser amada también.

Estaba cansada de los juegos.

Presente

— No has cambiado nada.

— Lo mismo digo sobre ti.

— ¿Dónde está lo que prometiste hace años? —levantó una de sus cejas— ¿Cuidar y encargarte de ese pequeño bebé indefenso? —el señor Jeon no respondió—Déjame decirte algo, JunHo—su rostro fue serio—Si llegan a asesinar a mi hijo por tu maldita culpa yo misma me encargaré de hundirte.

— ¿Enserio crees que puedes hacerlo? ¿Cómo sabes tanto sobre él?

— He estado al tanto de todo.

— ¿Y de repente decides aparecer?

— Luego de un accidente de tal magnitud me parece propio, ¿No crees? —insinuó—No sé en qué asuntos andas metido, pero mantén a mi hijo al margen de ello.

— ¿Crees que yo provoqué ese accidente?

— Tú no, pero quizás algún negocio sucio que tengas bajo la manga—se encogió de hombros—No creo que de repente haya ido bien en este hotel con esfuerzo y sudor, todos saben que el dinero nunca ha sido problema para ti, pero también todos saben que el dinero no llega con facilidad—sonrió maliciosamente—Dime, ¿No has encontrado a otras gemelas con las cuales jugar?

•••

Creo que ya con esto van asumiendo que fue lo que sucedió o lo que se viene.