capítulo 3

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Camille Brown

Deslizó mi dedo por la pantalla de mi móvil para ver las diferentes fotos que tengo con mi padre y hermanos.

Con mi padre no tengo muchas.

Joder que si lo extraño. Ya que solo con él podia jugar furbol americano; según mi madre es un juego muy poco femenino, Luke no le gusta ese deporte prefiere basebol, y Ben el pobre es muy pequeño.

Y aquí estamos en él aeropuerto de Montereal, Canadá. Hacemos los trámites de migración para luego buscar nuestras maletas.

En ese momento me doy cuenta de que estoy nerviosa, muy nerviosa, tengo alrededor de dos años sin verlo.

—¡Hey!

Los tres nos giramos al mismo tiempo, y podemos ver a un hombre de pelo castaño, alto y fornido; mi padre. Ben es el primero en ir corriendo y abrazarlo.

Luego él pasa a abrazar a Luke y por último a mí.

—Mi princesa.

Dice antes de envolver en un cálido abrazo. Cuando nos separamos el examina a cada uno.

—Veo que ya crecieron.

—Algunos no tanto.

Contesta Luke señalando a Ben este levanta la cabeza y le saca la lengua.

—Y algunas cosas no cambian. Bueno chicos ya vamonos.

Todos seguimos a nuestro padre. Nos subimos a una hermosa camioneta de color gris, y emprendemos el caminó hacia su casa.

Él caminó es algo largo. Pero cuando nos detenmos puedo ver una hermosa y gran casa. La última vez que vine recuerdo que él vivía en un apartamento.

—Wow.

Murmura Ben con notable impresión.

—Vamos.

Todos salimos y caminamos hasta adentrarnos a la casa. Y por dentro era más que lujosa, era preciosa.

Hasta podría decir que es mas linda que nuestra casa en Boston. Vemos a una mujer bajar por las escaleras. No es tan joven como pensaba o como la describía mamá.

—Una estúpida caza fortunas.

Es hermosa, termina de bajar las escaleras y se coloca juntó a mi padre. 

—Soy Amelía, la esposa de su padre.

—Claro que no mi...

Luke le cierra la boca a Ben antes de poder ofenderla.

—Mucho gusto Amelía nosotros somos...

—Camille, Luke y Benjamín — la miro con cierta impresión —Su padre me habló mucho de ustedes.

Dice tomando la mano de mi padre.

—¡Samantha, Xavier y Holden, ya bajen!

Mis hermanos y yo nos miramos extrañados. No esperabamos tener hermanastros.

Primero baja una chica que parece tener la edad de Ben, su cabello azabache hace contraste con su pálida piel. Luego baja un chico que parece tener la edad de Luke, pero este tiene él pelo castaño. Por último baja otro chico de cabello castaño llegando a rubio.

—Chicos ellos son Samantha — señala a la pequeña. —Xavier — al chico de cabello castaño —Y Holden.

Y señala al chico de cabello castaño llegando a rubio. Todos nos miramos en una situación incómoda.

ÉL NO ES UN MOUNSTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora