ÉL NO ES UN MOUNSTRO

capítulo 23

Asher Sherman

Estaciono el auto y suspiro antes de salir. Arrugo mi nariz cuando huelo a pie de manzana, mi madre sabe que lo odio.

Dejo mi chaqueta en él armario de la entrada. Continuo mi recorrido hasta llegar a la cocina, y como siempre mi madre esta allí.

La veo caminar de un lado a otro mientras menea su cadera levemente y tararea alguna canción que desconozco. Cuando nota mi presencia sonríe y me abraza.

Ella al inicio se decepcionó mucho de mi cuando le conte que sería padre. Pero luego lo tomo con calma cuando le asegure seguir con mis estudios.

—¿Como les fue en él evento?

Tomo un vaso y me sirvo zumo de naranja

—Mejor de lo que pensaba.

Digo recordando como todos terminamos bebiendo y jugando bajo la lluvia. Ella se vuelve a acercar y huele mi cuello. Arruga su nariz y se aleja de nuevo.

—Sabes muy bien Asher que no me gusta que tomes.

Sonrio débilmente. —Solo fue un poco mamá. Además nada se salio de control.

Le doy un beso en la mejilla antes de salir de la cocina. Subiendo las escaleras me topo con mi padre, las cosas con él aun siguen tensas.

—Pense que llegarías a las dos de la madrugada.

—Se nos hizo tarde y Owen nos dijo que podíamos pasar la noche en su casa.

No dice mas nada y continua bajando las escaleras. Suelto un fuerte suspiro y continuó subiendo. Camino hasta llegar a mi habitación. Tomo mi toalla y decido darme una ducha.

Voy hacía él baño. Ya que apesar de ser una casa grande tengo que seguir compartiendo baño con mi hermano.

Cuando logro quitar el olor a alcohol y lluvia de mi cuerpo salgo del baño con la toalla colgando de mi cintura.

Cuando estoy apunto de llegar a mi habitación veo como Alex sale de la suya. Eleva una ceja y sonríe de lado cuando nota que acabo de salir de la ducha.

Oh no.

Bajo las escaleras corriendo sintiendo como Alex me persigue. Me coloco en una esquina de la mesa y él esta en la otra.

—Oh vamos hermanito.

Dice con malicia. Tomo la iniciativa y salgo disparado para la cocina. Cuando nuestra madre nos ve niega con la cabeza.

—Tienen dos segundos para salir de aquí.

Advierte mientras mira algo en él horno. Veo la puerta que va al patio trasero. No lo pienso dos veces y salgo al patio trasero.

Suelto un chillido cuando veo que mi hermano se acerca a toda velocidad. Cruzó por uno de los pasillos que tiene la casa por fuera. Así llegando al patio delantero.

Veo como algunos vecinos nos ven de forma rara. Y no los culpo. Yo solo llevo una toalla y mi hermano solo lleva puesto un pantalon de chándal.

Él es más rápido y me atrapa. —Alexander aquí no. Por favor, te hare los deberes por un mes si quieres.

—Es tentador, pero esta me la debes.

Sin que me de tiempo el toma una esquina de mi toalla y me la quita enseguida. Siento mi cara arder por la vergüenza, aún los vecinos chismosos no puede ver mi parte íntima ya que mi hermano me cubre.

Pero luego el me empuja y cubro mi zona con mis manos, soy consiente de que mi parte trasera sigue expuesta. Casi todos los vecinos están viéndome. No me puedo mover. Mi mirada cae en la ventana de la casa que tengo enfrente.