capítulo 26

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Camille Brown

"Soy gay"

Esas palabras me sorprenden viniendo de Luke. No me importa su orientación sexual, lo que me dolió fue que nunca me lo dijo.

Mi padre lo mira con desaprobación aunque no dice ninguna palabra. Mi madre le da una sonrisa tensa a mi hermano para poder tranquilizarlo. Ben solo sigue moviendo su cena.

—¿Desde cuando?

Pregunta mi madre rompiendo el silencio. Luke suspira. Puedo notar el destello de alivio que hay en sus ojos.

—Un mes.

Murmura. —Lo siento. Tengo que tomar aire fresco.

Habla mi padre, se levanta y sale de la casa hacia la parte trasera. Observo a Luke y muy pocas veces él se ve tan vulnerable. Ahora veo como sus ojos se cristalizan.

—¿Lo decepcione?

Le pregunta a mi madre. Ella niega con la cabeza y se acerca a mi hermano para quitarle algunas lágrimas que habían comenzado a salir.

—No amor. Y cuentame, ¿Como es? ¿Como se llama? ¿Cuantos años tiene?

—¿No te vas a enojar o me vas a odiar?

—¿Por que crees eso?

Dice mi madre con dolor. —Por que me gustan los chicos.

—Soy tú madre Luke. Te lleve en mi vientre durante nueve meses,  te vi crecer. No te odiria por algo tan simple como el amor. La verdad es que me sorprendió mucho. Pero yo nunca te odiaría por ser quien eres amor. 

Como siempre mi madre diciendo las palabras correctas en el mejor momento.

—Entonces ¿A Luke le gustan los niños?

Me susurra Ben me parece tierno por que no entendió lo que acaba de pasar.

—Si.

Es mi única respuesta. Mi padre vuelve y mi madre y Luke vuelven a sentarse en sus lugares.

—Lo siento, tengo que irme.

Es lo único que dice antes de salir por la puerta principal. Mi madre no lo detiene en ningún momento, ni hace le más mínimo intento de que se quede.

—Entonces Luke. Cuentanos como es tu chico.

Habla mi madre con emocion mientras vuelve a sentarse. Mi hermano suelta una risita nerviosa y veo él sonrojo cubrir su cara.

—Se llama Josh. Lo conocí en una fiesta.

(...)

Antes de irme a dormir voy a la habitación de Luke. Entro sin tocar y lo veo sentado en él escritorio en una videollamada con un chico.

¿Será Josh?

Están hablando de videojuegos, luego de tres minutos se da cuenta de que estoy en su habitación, si, así de distraído es mi hermano.

Él se despide del chico, apaga su computadora y la guarda.

—¿A que se debe tu compañía?

—Vengo a que me cuentes con lujos y detalles sobre tu novio.

Él se sonroja y asiente.

—Luego de que llevaba dos semanas en la universidad, me tope con un chico que era nuevo, apenas se había mudado. Me pregunto donde estaba un laboratorio le dije donde quedaba y camine hacia mis clases.

«Luego, ese fin de semana, hicieron una fiesta. Todos estaban invitados. Yo estaba tomando, demasiado, y lo vi de nuevo el mismo chico. Y el tenía el mismo estado de ebriedad que yo o incluso peor. Y empezamos hablar. De repente me beso y yo... No lo aleje incluso me le acerque más.

«Al otro día. El se disculpo y yo también lo hice. Nos hicimos amigos, el tiempo paso y cuando volví de Canadá me di cuenta que no había parado de pensar en aquel beso.

—Tuve el coraje de ir a su casa. Lo enfrente y le dije que me había gustado el beso. El no dijo nada y me beso. Fue realmente intenso. El tiempo paso y nos hicimos novios.

Pasan unos segundos en silencio. Necesito poder armar mi rompecabezas, necesito conectar algunas cosas.

—¿Por eso estabas tan raro el último mes?

—Si. No sabía como te lo ibas a tomar.

—Me sorprendiste Luke Brown.

Él me da una sonrisa de boca cerrada y se coloca a mi lado.

—¿Crees que papá se sienta avergonzado de mí?

Niego con la cabeza.

—No tiene derecho a sentir nada. No dejes que su mente retrógrada te haga daño. Si quieres follar con hombres hazlo. A el no debe de importarle.

Nuestra conversación es interrumpida por un niño de siete años que apenas puede caminar bien. Tiene su piajama puesta y trae su oso de peluche.

—¿Piajamada?

Nos miramos a asentimos.

(...)

Los dias para mi se habían vuelto tan monótonos. Hoy ya era domingo. Siento como él sol cálido abraza mi piel con fuerza mientras estoy en el patio trasero.

Siento como gotas caen en mi rostro. Me quito los lentes de sol y miro a Ben con odio.

—¿Que quieres?

—Sorpresa perra.

Dice Luke a mis espladas antes de tirarme agua con una pistola de agua. Siento como él agua fria empapa mi espalda. Corro tras Luke pero es imposible, es más rápido que yo.

—¿Que es todo ese ruido?

Habla mi madre. Los tres nos detenemos.

—Solo nos divertimos.

Dice Ben con ternura. Cualquiera pensaría que Benjamín es un amor, con su sonrisa deslumbrante, su inocencia, sus ojos azules, su actitud tan divertida. En realidad es un demonio en cuerpo humano.

Escuchamos como tocan el timbre nos miramos extrañados y mi madre va a abrir la puerta.

Escuchamos varios forcejeos, el miedo se expande por mi pecho y noto que no soy la única.

Mis hermanos y yo entramos a la casa en silencio pero uno de lo hombres se da cuenta. Nos toman a los tres y nos guian hasta la sala.

No de nuevo

Veo con pánico a mi madre. La cual esta atada á una silla.

—Buenas tardes familia Brown, soy Aiden, solo necesito que me digan donde esta su padre y será más que suficiente para salvar sus vidas.

—No hagas un escándalo. No aquí.

Él mira a mi madre con diversión como si fueses un juguete.

—Y que si quiero hacerlo.

Habla como si fuera él maldito rey del mundo.

—Hay humanos cerca. Si escuchan un escandalo, no dudaran en llamar a la policia, e imagino que no quieres a la policía mundana involucrada en esto.

En ocasiones subestimo mucho el lado negociadora de mi madre, pero en estos momentos nos esta salvando el culo.

—Llevenselos a las camionetas, será un largo viaje.

ÉL NO ES UN MOUNSTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora