capítulo 21

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Camille Brown

No puedo creer que él esté aquí. Él se voltea y me mira de forma dulze. Al parecer se ah dejado crecer la barba en este último mes.

—Cariño. Le estaba diciendo a la directora Jensen que tenemos una emergencia familiar. Asique busca tu mochila y te espero en el estacionamiento.

Mi boca se seca y decidió no reprochar. Giro sobre mis talones para ir hacía mi casillero.

—¿Que hiciste?

Dice Asher a mi lado. Suspiro y tomo mi mochila para después cerrar el casillero.

—Mi padre está aquí.

—El señor Brown está aquí — el.parece un poco sorprendido, y no lo culpo, mi padre llevaba años sin venir aquí. —Tengo siglos sin verlo.

De repente me duele verlo. Le eh estado mintiendo todo este tiempo y me duele demasiado, el siempre ah sido muy sincero conmigo. En cambio yo solo eh podido contarle mentiras.

Él nota mi estado y me abraza. —Lo siento tanto.

Digo entre llantos. El no responde y solo se limita a abrazarme con fuerza. Me aparta un poco y limpia mis lágrimas.

—¿Que pasa?

—Yo... Necesito contarte muchas cosas.

Se muy bien que Chris me pidio que no le contará a nadie, excepto a mi madre, sobre lo que había pasado. Pero Asher es mi mejor amigo, mi hermano, y me dolería demasiado no ser tan sincera con el, como el lo es conmigo.

—Se que tienes que contarme muchas cosas. Ve con tu padre y llámame en la noche.

Asiento. —Es que no encuentro mi móvil.

Veo como abre los ojos y sonríe de lado. Rebusca algo en su casillero de forma rápida. Cuando veo que saca mi móvil las ganas de llorar desaparecen, y son sustituidas por ganas de golpearlo.

—Juro que te lo explico después. Ahora ve con tu padre, finje ser fuerte, y en la noche lloraremos como dos cobardes.

No puedo evitar sonreir. —Esta bien.

Guardó mi móvil en él bolsillo de la chaqueta. El comienza a alejarse pero después lo oigo decir. —Ahora me toca clases con él aburrido del señor Harris.

—Ay pero si es un amor.

Hago un puchero y él me saca él dedo medio. Suspiro y acomodo mi mochila.

Me perderé la práctica de fútbol. Mierda, esto tienes que ser un asunto muy importante como para que mi padre venga.

Cierro los ojos cuando los rayos de sol golpean mi piel. Me acostumbro a la claridad y buscó a mi padre.

Si mi padre está aquí. Eso significa que también...

—¡Camille!

Grita Holden corriendo hacía mi. De un momento a otro ya lo tengo encima mio abrazandome fuerte. Cuando nos separamos veo una gran sonrisa adornar su rostro.

—Soy él peor hermanastro. Nunca te llame lugo de que te fuiste.

—No te preocupes por eso.

—Y a mi no me vas a saludar con él mismo entusiasmo.

Habla mi padre. Trago el nudo que tengo en mi garganta y lo miro.

—Después de que me digas toda la verdad— levanto mi barbilla —William.

Se que a el no le gusta que sus hijos lo llamen por su nombre. No dice nada, solo guarda su móvil y camina hacía el auto.

—Fuiste muy dura con él.

ÉL NO ES UN MOUNSTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora