Camille Brown
Ya él día de año nuevo había llegado. Alex aún seguia aqui con nosotros ya que su vuelo había sido cancelado por la nieve.
Ahora estoy en la cocina ayudando a mi padre a hacer un pastel de chocolate, extrañaba demasiado estos momentos con él.
—Cam — lo miro —¿Aun te sigue gustando él fútbol americano?
Suspiro y asiento sintiendo como la emoción de felicidad se expande por mi pecho por él simple echó de que haya recordado ese dato.
—Si, ¿Por que lo dices?
Dejo de mezclar y lo miro intrigada. —Quería saber si te gustaría hacer un partido, ya sabes como antes.
Inconscientemente lo abrazo y él me recibe con gusto. —Ve a cambiarte.
Murmurra y yo asiento, salgo corriendo hacia mi habitación, reviso en mi maleta y logro encontrar un leggin negro, tomo un crop top de hacer deporte. Decido quedarme en medias, me ato mi cabello en una coleta alta para que no me estorbe.
Bajo las escaleras con entusiasmo, me emociono un poco más cuando veo ami padre hacer espacio en la sala. A un lado de la sala están, Ben, Luke, Xav, Samantha, Holden, Amelía y Alex. Esta último me sonríe negando con la cabeza.
—Señor Brown tenga cuidado, es una tramposa.
—Ay por favor Alexander.
Digo recordando por qué lo dice. —La última vez que juge con ella, terminé con un yeso.
—Púes vas a terminar con otro si no cierras tu puta boca.
—El vocabulario Camille.
Me reprocha mi padre. Le saco la lengua y él hace un puchero. Me coloco enfrente de mi padre casi juntando nuestras frentes.
—Extrañaba esto.
Dice antes de gritar y tirarse encima de mí.
(...)
—¡Camille!
Gritan Xav, Holden, Luke y Alex desde la puerta. Yo llevaba alrededor de cuatro horas sin salir del cuarto, me estaba preparando para resivir el año nuevo.
Revisó mi outfit de la noche, consistía en un vestido ajustado negro hasta antes de las rodillas, unos tacones plateados, mi cabello liso y suelto, mi maquillaje sencillo; solo lapiz labial y mascara y un collar sencillo adornado mi cuello.
Cuando abro la puerta puedo ver como todos se quedan boqueabiertos, Luke solo niega con la cabeza, Xav trata de cerrar la boca, Holden evita mi mirada y Alex me mira sin vergüenza. Su mirada recorre todo mi cuerpo y se detiene en mis ojos.
—Wow.
Dice dando dos pasos hacía mí, pero mis hermanastros y mi hermano reaccionan y lo tiran hacía atrás.
—Xavier Donvelt, Holden Donvelt, Luke Brown, Alexander Fitzgerlad y Camille Brown tienen tres segundos para bajar.
Nos miramos y bajamos casi corriendo. Bueno yo baje más despacio por que si corría lo más probable es que llegara abajo rodando.
Mi padre y Amelía están parados cerca de las escaleras esperándonos, eh de decir que Amelia luce increible, lleva un vestido morado oscuro ajustado hasta las rodillas justamente, unos pendientes de perla, su cabello castaño suelto, y su maquillaje es sencillo pero hermoso.
Mi padre lleva puesto un pantalón elegante, con una camiseta del mismo color que el vestido de Amelía. Se ven muy lindos juntos, pero sigo pensando que mi padre se viera mejor con mi madre.
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ÉL NO ES UN MOUNSTRO
Teen Fiction-Ninguna vida es perfecta, todos tenemos heridas, no visibles ante todo el mundo. No se como diablos ella pudo ver algo de esperanza en mi. -La vida tiene una jodida manera de hacerte sufrir de la manera más dulce, así fue con él.