Capítulo 1

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Camille Brown

Suelto un suspiro antes de perder la paciencia. Corro atrás de mi hermano menor, Ben, bajamos las escaleras a toda velocidad para ir a la parte trasera de la casa.

No importa el frio que esta haciendo ambos nos acercamos a la parte de la piscina.

—¡Dame mi estúpido sostén!

Digo acercandome a paso rápido. Estamos cerca de la piscina, el esta consiente de ello, corro y lo tomo entre mis brazos.

—Pídeme perdón por lo que acabas de hacer pequeño demonio.

—¡Nunca!

Hago él intento de soltarlo pero él se aferra más a mi.

—Si, Cam, lo siento, lo siento mucho.

Repite una y otra vez. Cuando me calmo decido bajarlo, pero cuando este toca el piso Luke aparece.

—¡Bomba de hermanos!

Y así fue como todos terminamos en la piscina, a mitad de diciembre, los tres salimos temblando del frio y casi corremos para ir a nuestra calida casa.

Cuando estamos adentro voy corriendo a buscar una toalla.

—¿Que es todo ese ruido?

Oh no ya si estamos en un gran problema. Mi madre es la mejor del mundo, pero si se enoja es el demonio encarnado, como toda madre.

—Se despertó la bestia.

Murmura Ben cuando vemos que nuestra madre esta bajando al primer piso.

Los tres tratamos de escabullirnos, pero es imposible.

—Camillie, Luke y Benjamín los quiero a los tres en la sala.

Nos miramos y ya nos queda alternativa. Caminamos y nos sentamos en el sofa apesar de estar un poco mojados.

Mi madre, una mujer que aparenta ser más joven de lo que es, aparece en nuestro campo de visión.

—Tres segundos para explicarme que rayos hacian afuera, con este frío.

—Ben entró a mi habitación sin permiso. Lo segui y le dije que lo hiba a tirar a la piscina, se calmo y luego apareció Luke quien nos tiro a todos a la piscina.

—Ya saben que están castigados. — todos soltamos quejidos —Empezaré a poner reglas en esta casa, no quiero que me vuelvan a llamar de la seguridad del vecindario diciendome que mis hijos están haciendo desorden.

—No es para tanto.

Aclara Luke. Mi madre se acomoda.

—Casi quemar la casa, soltar los perros de la señora Gin, lanzarle huevos al ferrari del señor Honles, asustar en broma de un asalto a casi todas las casas. No te parece para tanto.

Fue enumerando cada cosa con sus dedos y noto una vena sobresalir de su cuello.

—Se te olvido la vez que ponchamos las gomas del señor Murray.

Aclara Ben. Luke y yo le damos una mirada rapida y mi madre esta que parece que va a explotar en cualquier momento.

—Si siguen de esta forma no dudare en mandarlos a lugares diferentes.

Esas palabras me aterran. Luego de un largo sermón sobre si lo volvemos a causar problemas nos va a mandar a lugares diferentes, nos deja volver a nuestras habitaciónes.

Cierro mi puerta y me coloco en la ventana para esperar a ver a mi mejor amigo. 

IDIOTA🌚: Mejor baja, necesito decirte algo que paso con Meg.

ÉL NO ES UN MOUNSTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora