Camille Brown
Caminamos en silencio hasta llegar a una camioneta. Subo de copiloto y él enciende la camioneta en silencio.
No puedo creer que hace al menos un mes, yo no soportaba estar junto a él, y hoy estoy compartiendo un vehículo con él.
El mundo da muchas vueltas. Y eso lo había confirmado.
Suspiro y apoyo mi frente al cristal mirando hacía afuera. Las luces de los otros coches pasan como estrellas fugaces.
Luego de veinte minutos llegamos a un hermoso departamento. Salgo de la camioneta y el hace lo mismo. Caminamos aún en silencio, esto es sofocante.
Decido mirar mis zapatos. Es mejor que concentrarme en el silencio.
Llegamos hasta él cuarto piso. Luego caminamos por un extenso pasillo, nos detenemos enfrente de una puerta, 2504, el abre la puerta.
Es hermosa. Cuando él dijo que por podría acompañar pensaba que sería un lugar desastroso, pero no, es un lugar limpio, amplio, organizado. Me sorprende. Camino hasta llegar a la sala. El departamento no es tan grande, pero si es perfecto para una sola persona o dos.
La sala tiene un sofá en medio, un televisor, varios cuadros colgando de las paredes y otras decoraciones.
—Ponte comoda.
Murmura. Me quitó mi mochila y la dejo en él sofá. —Este lugar es hermoso.
—Si. Lo siento por presionarte, pero, ¿Que te dijieron esos tipos?
La mencion de los hombres de hace rato hace que me estremezca. Me siento en él sofá y él imita mi gesto.
—Bueno. Dijeron que era muy linda y todas esas mierdas.
Digo recordando la forma tan depravada en la que me miraban. —Pero no dijieron nada que tu no hayas entendido.
En estos momentos él parece serio, y me incómoda un poco la mirada tan intensa que me da.
—Bueno, uno de ellos dijo él nombre de mi padre, luego dijo que era él rey de los cazadores, ¿Que significa eso?
El parece conmocionado ante mi respuesta. Evita mi mirada, y suspira varias veces. Cuando su mirada se vuelve a encontrar con la mía, puedo notar que algo cambio, ahora sus ojos brillan, y no sé él por que.
—Mira, no sé si contarte esto, por que tu padre debería hacerlo. Pero actualmente tú vida corre peligro y no solo la tuya sino la tus hermanos también.
—¿De que hablas? Por favor cuantame todo, mi padre en ocaciones se olvida que tiene otros hijos.
Él no se inmuta ante mi tono tan brusco. Se acomoda.
—Te lo voy a decir por partes, ¿has escuchado leyendas, sobre drudias, licántropos, vampiros, brujas y otros seres sobre naturales? — asiento lentamente teniendo una idea de a donde se dirije está conversación —Son reales.
Mi boca se seca por un momento tengo ganas de reir pero veo él rostro serio de Chris y noto que está hablando encerio.
—Esos hombres te querian ver muerta. Tu padre a echo mucho daño.
—Lo sé. Porfavor dejemos de hablar de esto, ¿Que tienes para cenar?
Es obvio que esto no se quedará ahí. Seguiré investigando pero no con Chris sino con él único responsable de esta mierda, mi padre.
¿Mi madre sabrá de toda estas mierdas? Lo dudo mucho aunque no pierdo nada con intentarlo.
—No soy un chef, pero creo que hay comida china.
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ÉL NO ES UN MOUNSTRO
Novela Juvenil-Ninguna vida es perfecta, todos tenemos heridas, no visibles ante todo el mundo. No se como diablos ella pudo ver algo de esperanza en mi. -La vida tiene una jodida manera de hacerte sufrir de la manera más dulce, así fue con él.