capítulo 20

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Camille Brown

Guardó la ropa de hacer ejercicio en mi mochila. Hoy toca práctica. Suspiro y tomo mi mochila.

Me doy un vistazo rápido, en mi espejo. Tengo unas ojeras horribles, pero no tengo humor de maquillarme. En mi rostro todavía se ven las marcas frescas de anoche.

Según la doctora no puedo hacer mucho esfuerzo fisico. Ya que me había lastimado las costillas.

Bajo las escaleras y veo a Ben desayunando con su pie enyesado encima de la mesa. Me siento en mi lugar y trató de no romperme cuando veo él lugar de Luke vacío.

La cirugía salio bien, pero pasará unos días en intensivo. Apesar de que los últimos días había estado insoportable, es mi hermano apesar de todo.

Él desayuno pasa de forma normal y tranquila. Encerio hace falta Luke. Cuando terminamos ayudo a Ben a salir de la casa.

Cuando estoy apunto de subir de copiloto una sonrisa triste se extiende por mi rostro.

Luke y yo siempre peleamos por ver quien se sienta delante.

Me coloco él cinturón y mi madre arranca. Él camino a la escuela es silencioso y un poco incómodo.

—Camille. Recuerda lo que habalmos anoche. Te amo, ten un buen dia.

Dice antes de desmontarme. Asiento y entró a la escuela casi corriendo. Camino hacía mi casillero.

—Pero miren quien se digno a aprecer.

Ruedo los ojos y coloco una mano en mi pecho. —Te importo.

—Haci quisieras. — dice Annie. —Deberías arreglarte más, haci los hombres dejarían de verte como, una más de ellos.

Aprieto mis puños tratando de calmar las ganas que siento de golpearla.

—Por favor Annie. Si le tienes total envidia. — habla Jenn, la única chica que me cae bien en está escuela. —Ella no necesita kilos de maquillaje o peinarse para verse bien. Solo con su cerebro y forma de actuar bastante para enamorar a cualquiera, en cambio tú, necesitas horas para poder verte... — la examina un momento —Decente.

Annie parece furiosa. Se crusa de brazos y se aleja echa una furia. Sonrio y miro a Jenn.

—Encerio gracias por eso.

—Ella solo es una maldita.

—Tenemos tantas cosas en común. No se como pude dejar de hablarte.

Ella me mira con ternura. —No te preocupes Camille, fui quien me aleje. Además a mi me gustan las vaginas y a ti los penes asique queno tenemos tantas cosas en común.

Suelto una carcajada y varios chicos me miran de forma rara. Tomo mis libros y camino junto a Jenn hacía el laboratorio de informática.

No eh visto al castaño por ningún lado y eso me preocupa demasiado. Veo como una figura se sienta a mi lado. Buscó se peca, pero no la encuentro.

—No soy Bruce. — habla Blake —Como faltaste ayer y no contestabas mis llamadas y mensajes. Mañana en la noche mis padres organizaron una fiesta para recaudar fondos. Y me gustaría que fueras.

—Tengo que hablar con mi madre. Pero lo pensaré.

—Te amo. — planta un beso en mi mejilla y no puedo evitar soltar una risita. —A si. Tu también estas inventada Jenn.

Jenn voltea y lo mira con una cara de 'encerio', luego eleva una ceja.

—¿Habran mujeres sexy's?

ÉL NO ES UN MOUNSTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora