Bred tuvo la impresión de que algo estaba mal.
Hacía un momento la joven humana había mostrado un espíritu curioso y obstinado igual que siempre; ahora, permanecía a su lado, espalda erguida, mirada al suelo y manos entrelazadas sobre el regazo, en completo silencio. Se preguntó qué sucedería en este momento para que actuara de aquella forma, ¿se encontraba mal? Silenciosa y secretamente extendió sus sentidos y su aura, palpando con ella el cuerpo de la chica, comprobando que —aunque el latido de su corazón era de un ritmo un poco inusual— su salud estaba en perfecto estado. Siendo así, Bred continuó sumergido en el libro entre sus manos.
Para la chica, el comportamiento reciente de Bred había sido algo por lo que cualquiera se perturbaría; pero para el demonio, no había sido nada extraordinario. Él simplemente había notado inquietud en ella, y había querido apaciguar su corazón, pensando en que de esa forma era más fácil llevar a cabo sus planes sin ningún contratiempo en una probabilidad de un noventa y siete por ciento. Justo por esa forma de pensar, no pudo imaginar que el comportamiento actual de la chica estaba relacionado con algo que él había hecho. Así pues, mientras la habitación se sumía en un profundo silencio, Bee desarrolló un ligero rencor y un sentimiento de terrible vergüenza en su corazón. Como una colegiala a la que se le había advertido del temperamento libidinoso de un playboy, y aún así había caído enamorada por él.
Su respiración se atascó en sus pulmones un segundo, casi tentada a arrojarse a sí misma contra una superficie dura. ¿Qué (endemoniado) término había utilizado antes? ¿Enam(bleh)orada?
Idiota, idiota, idiota, idiota. ¡Sólo fuiste engatusada!
Mientras se reñía a sí misma, el demonio a su lado dejó el libro sin más, sus ojos pareciendo perderse un momento en algo que no estaba ahí, y luego se giró hacia ella, sobresaltando su pequeño cuerpo —ya de por sí desestabilizado—.
—Aloqua acaba de llegar —dijo, y luego su expresión se suavizó ligeramente—. ¿Estás lista, señorita Bee?
¿Con qué propósito hacía la pregunta? Estuviera preparada o no, no era como si, de contestar una negativa, fuera a decirle a la demonio que estaba por entrar que esperara hasta que ella se sintiera lo suficientemente cómoda. Con movimientos mecánicos, asintió.
El demonio pareció no tan satisfecho, aún así cerró los ojos un instante e hizo una seña en su dirección; aunque renuente, Bee se deslizó más cerca.
Sólo un segundo después de que él hubiese vuelto a abrir los ojos, un par de tocks se escucharon desde la puerta, y luego:—La señorita Aloqua ha llegado, mi señor.
El primer impulso de Bee fue voltear, pero un vistazo en dirección a Bred y su mirada apacible, aunado al repentino brazo que se había extendido detrás de su espalda (sin tocarle), la hizo enderezar y clavar los ojos al frente. Sólo entonces, Bred respondió, y la puerta a su izquierda fue abierta.
A sus oídos llegó el delicado y apenas perceptible repiqueteo de pasos, y luego, primero apareciendo ante sus ojos un par de piernas torneadas, largas, y lo que parecían botas de cuero con un delgado tacón de aguja, la criatura a la que habían estado esperando. La mirada de Bee subió lentamente, un tanto sorprendida al descubrir las piernas descubiertas y el cuerpo superior vestido con una especie de leotardo oscuro y descubierto de aquí y allá, luciendo más como un trozo de cuero roto. Bee estaba ciertamente un poco sorprendida de ver a aquella mujer en técnicamente paños menores; por lo menos hasta que sus ojos terminaron de subir a su rostro y sintió un escalofrío que la hizo arquear la espalda sin poder evitarlo. Aunque el rostro de la mujer era hermoso, tanto como el de Nora, sus facciones eran menos afiladas y más estéticas, pero sus ojos, de un color lila reluciente, eran tan afilados como púas venenosas; arrebatadora, de alguna forma resultaba arrebatadora.
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[PAUSADA] Érase una vez: El secreto detrás de la historia
FantasiBee Wesley es una chica preparatoriana de diecisiete años de edad, de mediana estatura y un tanto buscapleitos... Probablemente, lo típico en una adolescente que tiene detrás una gran historia familiar, una madre adoptiva, un padre adoptivo (al cual...