"EMPECEMOS DE NUEVO"

Capítulo 11: "Mi nuevo amor: Gohan"

Una bella jovencita pelinegra miraba con ternura a su pequeño bebé recién nacido que se encontraba profundamente dormido en sus brazos.

Mi pequeño Gohan, ahora tú eres mi todo, lo más valioso para mi, tú a partir de ahora es mi nuevo amor, por ti daría mi vida si es necesario hijo, con tal verte siempre feliz, pensaba la pelinegra, mientras miraba fijamente a su bebé, al tiempo que la puerta de la habitación hospitalaria que ocupaba se abrió y por ella entro un apuesto jovencito de cabello alborotado, llevando un ramo de rosas de color blanco y un osito de peluche.

Tú padre me cedió su turno, ya vez que tengo que regresar al trabajo para continuar con el reparto, y no quería irme sin verlos, decía Gokú, mientras se acercaba al lugar donde estaba la pelinegra y su bebé.

Me alegra que estés aquí, fue un niño, su nombre es Gohan, dijo Milk con dulzura, levantado su rostro, para conectar miradas con su apuesto amigo.

¿Gohan?, como mi abuelo, respondió Gokú con una bella sonrisa en su rostro, mientras se sentaba en el borde de la cama para poder ver mejor al bebé, al tiempo que dejaba el oso de peluche y las flores sobre la cama.

Si, el nombre de tu abuelo es muy lindo, por ello quise que mi hijo se llame así, ¿no te molesta, verdad?, decía Milk con dulzura.

Claro que no, y creo que mi abuelito desde el cielo estará feliz porque este bello niño lleve su nombre, respondió Gokú mientras miraba al bebé, al tiempo que pensaba: Mi hijo, mi hijo, tú nieto abuelo, Milk sin siquiera saberlo le puso a nuestro hijo tú nombre abuelito.

¿Quieres sostenerlo?, dijo Milk dulcemente.

Si, respondió Gokú esbozando una sonrisa en su rostro, al tiempo que decía: ¡Ah¡ te traje unas rosas y un osito para Gohan.

¡Gracias¡ dijo Milk.

Colocare las rosas en el jarrón, acoto Gokú.

Si, dijo Milk.

Ahora si, puedes darme a Gohan, decía Gokú.

Claro, respondió la pelinegra.

Gokú recibió a su bebé en sus brazos, lo acuno en ellos por algunos minutos, mientras la pelinegra lo observaba dulcemente.

¡Gracias por estar aquí¡ dijo Milk de repente, mientras tomaba el oso de peluche en sus manos.

No hay nada que agradecer, lo hago con gusto, somos amigos, respondió Gokú sin quitarle la mirada a su hijo, al tiempo que pensaba: Por ahora no puedo decirle que la amo, pero cuando sea el momento empezare a hablarle de mis sentimientos, yo quiero darle a Gohan la familia que él merece y a Milk, todo el amor que tengo para ella desde que la conocí.

Si, es cierto, somos amigos, respondió la pelinegra con una ligera sonrisa en su rostro.

Tras algunos minutos, Gokú abandono la habitación pues tenía que volver a sus labores, dejando a la pelinegra con su padre.

Horas después:

Milk había sido trasladada a una habitación más amplia para que pueda recibir la visita de sus amigos.

¡Gracias por estar aquí¡ decía Milk a un grupo de jóvenes.

Es una preciosura, decía Dieciocho que tenía al pequeño Gohan en sus brazos.

Si, está muy lindo tú bebé Milk, acotaba Krilín.

Milk, ahora que ya tienes a tú bebé, si gustas yo puedo ayudarte a conseguir trabajo....., decía Zamas.

Gracias, pero Gokú ya me apoyo con ello, trabajare para el padre de Yamcha, respondió la pelinegra.

Que bueno, de igual manera quiero que sepas que puedes contar con mi apoyo, dijo Zamas.